Sombras tristes y oscuras. *Completa*

Cap.83 El puente

Penúltimo capítulo gente!!!!
Este capítulo va dedicado a Aidalam

Pasaban los días y el estado de Ana iba mejorando pero muy lentamente, todavía seguía en terapia, las visitas eran restringidas y seguía con el coma inducido, era necesario mantenerla en calma a fin de poder analizar su evolución, ella había perdido mucha sangre y se había debilitado mucho también, pero los médicos confiaban en que saldría de esta.

Christian tenía el semblante cansado, pasaba los días en el hospital en la sala de espera, trabajaba desde ahí y por las noches dormía dos horas hasta que las pesadillas lo hacían despertar.

Sus pesadillas habían cambiado, ya no eran recuerdos de su infancia, eran diferentes escenarios pero con un mismo final, Ana muerta.

Todas las noches despertaba agitado y casi llorando, porque siempre era repetitivo el caso, él no podía salvarla, ella moría por su culpa, así que sus días empezaban muy temprano y terminaban muy tarde, estaba al punto de enfermarse, pero no podía hacer otra cosa, no era intencional, si Ana no estaba, su vida no valía nada, él sabía que sin ella no podía continuar.

El caso con Hyde continuaba, la policía había allanado su departamento, encontraron varios indicios de las amenazas, los equipos de Sophia, las fotos, incluso verificando los archivos de Sophia pudieron dar con el banco en donde transfirieron el dinero que Christian había depositado cuando lo solicitaron, la policía le aclaró que terminadas las investigaciones le retornarían su dinero, pero a él no le importaba, si no tenía a Ana el dinero le valía poco.

Cuando hizo un mes y medio del secuestro, transfirieron a Ana a una habitación, le habían quitado los medicamentos que la inducían al coma, pero todavía estaba fuertemente sedada, y aunque las tomografías y otros estudios cerebrales no mostraban ningún tipo de daño todavia no despertaba, las últimas ecografía y rayos que le realizaron mostraban que de a poco sus órganos iban mejorando.

La primavera estaba a punto de partir dejando paso al verano, el sol se colaba por cada rincón que encontraba, la habitación de Ana era amplia, siempre estaba llena de flores, Christian se encargaba de esto, Ray venia todos los días a verla y pasaba unas dos horas con ella, le leía, fragmentos de algún libro o algún poema, Mía venia y le arreglaba un poco el cabello y le hacía limpiezas con cremas y fragancias, Kate le contaba acerca de Elliot, de su evolución, que ya había salido del hospital pero que todavía estaba muy débil, le contaba del bebe, los síntomas que iba teniendo, las nauseas, todo cuanto le sucedía, y Christian... Christian estaba todo el tiempo con ella, prácticamente se había mudado al hospital, había instalado una pequeña oficina en la parte donde se ubicaba el escritorio para pacientes, dormía en la cama de acompañantes y no salía por más que le insistían que debía descansar, a la noche cuando todos se iban se acercaba hasta la cabecera de la cama de Ana y le contaba de su día, le actualizaba lo que sucedía con Hyde y le rogaba que despierte.

Esta noche en particular Christian se sentía más triste y derrotado que de costumbre, habían pasado más de 15 días desde que Ana bajó de terapia, según los estudios estaba evolucionando bien, pero no despertaba, los médicos le indicaban que podían ser varios factores los que hacían que ella no despierte, pero ninguna explicación era suficiente para Christian, él quería ver sus ojos, su sonrisa, color en su rostro y el calor de su cuerpo, ahora lo único que tenía era a la bella durmiente y no importaba cuantos besos de amor le daba, ella no despertaba. Cuando todos se fueron él se acercó nuevamente a ella, se sentó cerca de la cabecera y la miró, estaba pacíficamente dormida, Mía le había peinado y limpiado el rostro, por suerte las enfermeras no permitían que le pusiera maquillaje así que estaba con su rostro inmaculado, las magulladuras de los golpes que había recibido habían desaparecido, también las marcas de sus manos, en donde se había quedado la quemadura de las cuerdas, parecía solamente dormida en un sueño pacifico.