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Ana guarda en su corazón un dolor que la hace llevar una vida triste, amante de los libros aprovecha cada historia para escapar de su re...
Cuando abrió los ojos, se sintió abrumada por la luz, en algún momento de la noche había abierto las cortinas, pero no las cerró y con el cambio de estación el clima mejoraba, había un sol radiante.
Se sentó en la cama y la encontró grande y vacía, sonrió para sí misma, Christian no solo se había metido en su corazón, también en su cabeza y en su espacio, sin él todo parecía más grande.
Tomó su celular para enviarle un msj a Christian, pero al prender su pantalla la alerta de mensajes indicaba que recibió uno de él.
Abrió el msj y se encontró que fue enviado a las 05:00am.
"no puedo dormir sin ti, te extraño demasiado"
Si bien el mensaje era triste, la hizo sonreír, decidió llamarlo, quería escuchar su voz, al primer timbre respondió.
-Por fin…. – fue todo lo que dijo, Ana rio.
-Alguien parece que estaba ansioso.
-Estaba contando los minutos para que despiertes.
-Buenos días mi amor, como estas?
Christian sintió como el corazón se le hinchaba en el pecho, esa voz que era una melodía para él, le decía cosas bonitas y dulces, se sentía dichoso.
-buenos días preciosa, ahora que te escucho estoy bien, que hacemos hoy?
Ana sonrió – lo que tú quieras.
-Perfecto, en 15 minutos estoy ahí para llevarte a desayunar – sin esperar a que ella replicará él corto.
Ana se levantó de la cama y como un rayo fue a darse una ducha y vestirse, se decidió por una pollera negra, polera negra y cinturón con hebilla de corazón, medias opacas zapatos altos y cabellos sueltos.
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Antes de irse fue hasta la habitación de Kate y la encontró profundamente dormida, la miró con cariño y cerró la puerta, a los minutos sonó el timbre.
Rápidamente fue a abrir la puerta y se encontró con un bello hombre de ojos grises. No sabía porque pero sintió la necesidad de lanzarse a sus brazos en cuanto lo vio. Christian que con todo lo que había sucedido la noche anterior se sentía todavía nervioso envolvió a Ana en un abrazo potente, y automáticamente su cuerpo se relajo.
Estuvieron abrazados un largo rato, hasta que Christian se separo un poco de ella.
