36 Inesperado

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Me despierto gracias al sonido de mi celular, y no es por mi alarma, se trata de una llamada de mi hermana.

-¿Hola?

-Alex. Hola -se le escucha muy contenta como para ser solo las 6:00 am en México y también de muy buen humor como si nunca hubiésemos tenido la discusión por teléfono de cuando conocí a mi padre biológico-. Te tengo una sorpresa.

-¿De qué se trata? -me incorporo para quedar sentada en la cama y así no volverme a dormir-.

-Estoy en el aeropuerto. Voy a tomar un vuelo para ir a verte. Salgo en 20 minutos.

-¿¡Qué demonios!? Estás de broma ¿no?

-Cuida ese lenguaje conmigo, Alejandra -me reprende-. Y no es una broma -escucho en el fondo que vocean un vuelo a Colombia, y eso me hace confirmar que sí está en el aeropuerto-. Pensé que te alegraría que fuera a verte ya que tú no vienes.

-No voy porque no puedo, y eso bien lo sabes. Estoy trabajando, Mónica. No puedo irme solo así y cada que yo quiera.

-Pero si te fuiste a Las Vegas con tus "amiguitos" ¿no es así? -la palabra amiguitos lo dice con tono de desprecio-.

-Eso fue aquí mismo, no hubo necesidad de salir del país -respiro profundo-. ¿Entonces es en serio que vienes para NY?

-Totalmente en serio. ¿Puedes ir a recogerme al aeropuerto?

-Lo lamento pero no -escucho que resopla-. Si me hubieses avisado con anticipación, hubiese pedido permiso para ausentarme un par de horas en el trabajo.

-Pero soy tu hermana ¿no puedes hacerlo por mí?

-Puedes tomar un taxi. Hay demasiados en esta ciudad y bien sabes que yo no tengo auto.

-Eres muy mala conmigo -y aquí es donde presiento que viene su drama o un chantaje-. No te eh visto en cinco meses y no puedes hacer un pequeño sacrificio. Que estoy embarazada, Alex, no puedo arriesgarme a ir en lo que sea y con extraños.

-Pues eso lo hubieses pensado antes de haber planeado tu viaje y peor aún, sin consultármelo.

-Pues te guste o no, iré a verte. Así que necesito que me pases la dirección de tu departamento para llegar ahí.

-Te daré la dirección de mi trabajo porque yo no regresaré a casa sino hasta en la noche.

-¿Y tendré que estar todo el día ahí contigo? -eso confirma mis sospechas de que viajará sola y no con su marido-.

-Puedes ir a dar un paseo y conocer la ciudad, no hay más alternativas.

-Está bien. Mándamela por mensaje. Pero te advierto que si el taxista resulta ser un asesino serial o un secuestrador, quedará en tu consciencia.

-Debes de dejar de ver tanta serie policíaca. Te mando en unos minutos la dirección. Que tengas buen viaje*.

Termino la llamada sin esperar a una respuesta. Debería estar emocionada porque veré de nuevo a mi hermana después de algunos meses pero lo cierto es que no, al contrario, todo esto me da muy mala espina por lo repentino que es y porque dudo por completo que su viaje sólo sea para visitarme. Aquí hay algo que no me cuadra y tengo que averiguarlo.

Como mi alarma sonará en 10 minutos, es mejor que ya me levante y me dé una ducha fría para terminar de despertar y relajarme un poco por el estrés que me provocó la llamada. Al salir me visto con lo más cómodo que encuentro en mi guardarropa y que no se vea tan mal para ir al trabajo; me maquillo un poco y hago un moño en la parte superior de mi cabeza y salgo a encontrarme con Matt.

Tu refugio. [A Primera Vista #1] (Matthew Daddario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora