40 Historias

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Mi alarma suena a las 7:30 am y debería ser considerado un pecado el despertarse y levantarse a esta hora. Matt está aun profundamente dormido cuando salgo de la cama y escucho unas voces en el pasillo, al acercarme a la puerta para escuchar mejor quiénes son, logro distinguir la voz de Cat y su mamá; abro un poco la puerta y asomo solo mi cabeza porque lo único que visto es la camiseta de Matt y unas bragas y no es para nada apropiado que la señora me vea así.

-Cat -le susurro. Su mamá justo iba a dar vuelta para las escaleras cuando yo comencé a hablar-.

-Buenos días -dice con una sonrisa y se acerca a donde estoy-.

-Hola, ¿te puedo pedir un favor?

-Claro ¿qué necesitas?

-¿Crees que pueda tomar una ducha? Tengo que ir a trabajar y no me da tiempo ir hasta mi departamento a alistarme.

-Oh, por supuesto. El baño está desocupado, así que es todo tuyo. ¿Mi hermano aún sigue dormido?

-Sí, profundamente al parecer. Y gracias, me daré prisa.

Cat se va y yo cierro la puerta. Sin hacer ruido, o por lo menos, el menor ruido posible, busco en el armario de Matt por alguna prenda que pueda usar para vestirme con ella al salir de la ducha, así no tendré que ir hasta el auto y hurgar en mi maleta. Afortunadamente anoche bajé del auto mi mochila con todo lo que siempre cargo en ella, así que no necesito buscar nada más. En el armario encuentro una camisa rayada, que para mí fortuna, es lo suficientemente grande para adaptarla como vestido, solo espero que no sea un regalo y que él no se la pusiera porque no era de su talla; luego rebusco entre cajones y agradezco al cielo que el hombre aún haya conservado un poco de ropa en esta casa, porque eh encontrado un par de bóxer nuevos y tomo el que me parece me quedaría mejor, porque tengo algo de cadera y no quiero tener que batallar en el día porque se me resbalen; toallas no encuentro por ningún lado, así que ruego porque haya una en el baño y me voy hacía allá.

20 minutos después, salgo del baño ya vestida y me dirijo de regreso a la habitación a ponerme mi calzado y a despedirme de Matt, pero como aún sigue dormido, solo dejo un beso en su mejilla y salgo de nuevo de la habitación. En la planta baja, solo encuentro a Cat que mira las noticias en la tv mientras come pancakes.

-Sí que sabes improvisar -comenta al ver mi vestimenta-.

-Ventajas de ser diseñadora. Podemos convertir algo simple en algo mejor.

-Me gusta eso. ¿Quieres desayunar? Mamá dejo más pancakes antes de irse.

-Suena tentadora la oferta, pero no, gracias. Debo irme ya o llegaré tarde al trabajo -voy a su sala y tomo mi mochila para colgármela-. Ya no pude darles las gracias a tus papás por lo de anoche. Podrías hacerlo por mí ¿Por favor?

-Claro. Yo les diré.

-Gracias. Por cierto, ¿aquí donde está la estación más cercana del metro? -me da unas cuantas indicaciones y luego me despido de ella y salgo de su casa-.

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-¿Quién eres tú y qué has hecho con mi prima?

-¿Por qué? -me acerco a saludar a Mia con un abrazo-.

-Estás súper bronceada y además vistes de blanco. Hace años no te veía de ese color. Espera... -hace una pausa al mirar mejor lo que llevo puesto- ¿Eso es una camisa?

-Sí, lo es. No eh llegado a casa -le cuento dónde estuve y pasé la noche, y cómo es que no visto mi propia ropa-.

-¡Wow! Que situación la tuya.

Tu refugio. [A Primera Vista #1] (Matthew Daddario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora