Tu refugio. [A Primera Vista #1] (Matthew Daddario)

19 El regreso

Me duelen las piernas como si hubiese corrido un maratón. Pero eso me pasa por bailar tanto anoche y en tacones. Nos hemos despertado un poco tarde, pero nos lo merecíamos. Em se pasará todo el día con Prince y nosotros aprovecharemos para darle una vuelta a la ciudad, porque así lo acordamos Matt y yo. Cuando nos hemos levantado, arreglado y almorzado; salimos del hotel para comenzar nuestro recorrido.

Vamos a visitar algunos museos, vemos los hoteles más famosos y me lleva a conocer el sitio donde se presenta Chris Angel, pero para mí mala suerte, los tickets para entrar a verlo, ya están agotados, así que me quedaré con las ganas de conocerlo. Comemos en un sitio que nos recomienda la recepcionista de un hotel y cuando terminamos, tenemos que ir a caminar otro rato porque hemos quedado demasiado llenos.

En el camino de regreso al hotel, nos encontramos con personas que hacen magia y que cantan por una moneda, así que nos entretenemos un rato con ellos antes de llegar a hotel. Matt decide ir un rato a jugar al casino, pero yo necesito descansar, así que me voy directo a la habitación y decido llamarle a Mia.

-Estuve a punto de llamarte varias veces pero Alberto me freno en todas las ocasiones.

-Hola para ti también, Mia.

-Ay, olvídate de las formalidades Alex. Tienes que contármelo todo y no olvides los detalles, bueno, solo omite los detalles sucios con Matt, de esos no quiero enterarme.

-Estás loca, Mia -me río un poco y le cuento un resumen de lo que pase ayer-.

-¡Oh por dios! -hace un chillido de emoción- Bailaste con Romeo Santos y Mark Anthony. Y además conociste personalmente a Ed Sheeran. No sabes cuan feliz me siento por ti, Alex. Sé cuánto querías ir a su concierto y que lo hayas conocido anoche debió ser asombroso para ti.

-Lo fue Mia. Aún no acabo de creerlo y asimilarlo. Y Matt se ha portado de maravilla conmigo. Bueno, a excepción de cuando llegamos acá, pero eso ya está solucionado.

-¿Qué ocurrió? -pregunta-.

-Tuvimos una pequeña discusión y lamentablemente fue frente a Em y Prince -le cuento el porqué de ello- así que hoy lo compensó y me llevo a conocer la ciudad y me debe una cena hecha por él.

-Pues creo que se la pusiste fácil. ¿Y ahora dónde está? -me cambia el tema-.

-Fue a jugar un rato, yo estoy muy cansada y me vine a la habitación -le respondo-, tampoco es que siempre estemos el uno pegado al otro Mia, sabes que eso de muéganos no es lo mío.

-Relájate Alex, yo solo preguntaba.

Platicamos por unos minutos más donde ella me cuenta cómo la está pasando este fin de semana y que ha descargado para mí todas las fotos que han circulado y en dónde yo eh salido, luego de eso nos despedimos porque yo tengo que correr al baño. Y descubro que el motivo de que eh andado tan volátil con mis cambios de humor es porque a mí organismo se le ocurrió mandarme hoy la regla. No soy de las chicas a las que les baja mes con mes, así que cada vez que lo hace mis síntomas son diferentes, por eso nunca estoy preparada para cuando sucede, por lo que ahora tengo que llamar a alguien para que me pueda traer lo que necesito antes de que mi ropa y el baño termine como si hubiese ocurrido una masacre. De acuerdo, exagero un poco.

-Alex, despierta -siento como alguien me mueve pero yo solo me acurruco más en la cama-. Tienes que levantarte a comer algo, luego puedes regresar y volver a dormir -reconozco la voz de Matt y me estiro como un gatito-.

-¿Dijiste comida? -abro un ojo y lo puedo ver sonreír-.

-Sí. Eso he dicho. Anda, vamos a cenar Alex, ya es tarde.