CAPÍTULO 11

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Autora: como ayer actualicé tan tarde, os compenso con otro capítulo hoy. ¡Y más temprano!

Beckett se separó de Will con lentitud mientras le miraba a los ojos. Éste le acarició la mejilla con ternura mientras reparaba en la herida de su labio y se lo tocaba con suavidad.

- ¿Te duele?
- No...
- ¿Y la mano? - Will se la cogió con delicadeza - deberías ir al médico...

Castle les observaba con una ligera distancia de seguridad. Estaba empezando a sentir algo raro dentro de él, pero no acertaba a adivinar el qué. ¿Celos? ¿Cómo iba a estar celoso? Si la conocía de apenas un día y solo quería llevársela a la cama. ¿O no? ¿Ya no quería eso?

- ¿Richard Castle? - Will le tendió la mano - inspector William Sorenson. ¿Está bien?
- Sí... - respondió Castle mientras observaba la placa que colgaba del cinturón de su pantalón -. 
- Vamos - interrumpió Beckett sin mirar a Castle - testificará lo ocurrido y podrá irse

Castle tragó saliva. Otra vez le llamaba de usted. Y entró a la comisaría tras los pasos de la inspectora, mientras que Will lo hizo tras él.

- ¡RICHARD! - Martha se abalanzó sobre él abrazándole -.
- Madre...
- ¡PAPÁ! - Alexis corrió y saltó sobre los brazos de su padre que le cogió en volandas -.
- ¡Hola, pequeña calabaza! - le besó con ternura en el cabello -.

Beckett observaba la escena y por un momento sonrió ante la estampa familiar. Ojalá ella pudiese tener una familia, pero ahora solo le quedaba los miembros de esa comisaría y Will. Su madre había sido asesinada en aquel callejón, y su padre había muerto de un infarto hacía menos de dos años.

Beckett estaba tan sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta que Castle se había acercado a ella y la miraba entre divertido y tímido.

- Inspectora...
- Que... - se le borró la sonrisa de repente -.
- Quería...
- No se meta en mi vida personal - zanjó Beckett que ya sabía por donde iba el escritor -.
- No... - la miró medio enfadado - solo quería preguntarle si me iba a interrogar usted - remarcó el usted - o que debía hacer. Pero lo entiendo, es usted una borde sin sentido del humor...

Beckett clavó sus ojos con fiereza en los de él y apretó los puños conteniéndose las ganas de meterle una torta. Pero no era el lugar ni ella solía perder el norte, aunque ese hombre fuese lo más insufrible que le pasó en la vida.

- Las dos personas que me llamaban así, están muertas - soltó en apenas un susurro mientras veía como la cara de Castle cambiaba de color - y eran mis padres... No debería hacerse el listo cuando no sabe la historia que hay detrás de cada persona, señor Castle - y remarcó el señor - la vida no es como sus libros... Es más complicada. Así que no vuelva a llamarme así en su vida y déjeme un poco tranquila...

Y se levantó de la mesa sobre la que estaba apoyada para dirigirse al despacho de su capitán y avisar que ella se encargaría del interrogatorio. Martha observaba a su hijo, que no le quitaba el ojo de encima.

- Es una chica preciosa... - dijo acercándose a su hijo - pero no va a caer rendida a tus encantos, Richard

Castle miró a su madre dándose cuenta de que lo había escuchado todo.

- Esa chica es diferente... - dijo Martha mirándola detenidamente -.

Castle miró con seriedad a su madre. Había desaparecido su sonrisa burlona y vanidosa.

- Me gustaría conocerla, madre...
- No sé que le has hecho, Richard. Pero imagino el que...
- La traté como una más... pero no es una más, madre. Estoy fascinado con esa mujer y... me gustaría que no me odiase

Martha suspiró y le dio una palmada a su hijo en el hombro.

- Ay, hijo, ya es tarde...

Beckett se giró con una carpeta en la mano y le miró directamente a los ojos. Sabía que ese escritor era idiota, pero realmente no tenía la culpa de su dolor.

- Le espero en la sala de interrogatorios, señor Castle... - trató de sonreírle levemente -.

Beckett caminó hasta la sala y se detuvo a la puerta para esperarle mientras leía unos papeles que contenía la carpeta que llevaba. Castle comenzó a caminar en dirección a ella pero se detuvo de golpe girándose hacia su madre.

- ¿Por qué es tarde para pedirle perdón, madre?

Martha sonrió y negó con la cabeza bajando la voz.

- Tarde para pedirle perdón no... Tarde para conocerla, querido.
- ¿Cómo? - se extraño Castle frunciendo el ceño -.
- Tiene novio - interrumpió Alexis - y es guapísimo y encantador, papá...
- A lo mejor solo es un ligue...

Martha rió en bajito.

- No os enteráis de nada ninguno de los dos... Como se nota que sois padre e hija.

Alexis y Castle la miraron con el mismo gesto de extrañeza.

- ¿Es lesbiana? - soltó Castle en un pequeño grito agudo bajito -.

Martha negó e hizo un gesto en dirección a Beckett, que escribía en un folio ajena a su conversación.

- Que, madre...
- Lleva anillo, querido.

Enlazados (Caskett)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora