CAPÍTULO 15

322 22 9
                                    

Autora: os espera un capítulo muy largo... y movidito. ¡Gracias por leer!

Solo una fina sábana tapaba el cuerpo desnudo de Kate a la altura de su trasero. Will acariciaba con sus dedos la espalda de su chica, suavemente, creando círculos a los largo de su columna vertebral hasta llegar al final de su espalda, con delicadeza, para no despertarla después de la noche salvaje que tuvieron para celebrar sus cinco meses juntos. Beckett comenzó a ronronear sin abrir los ojos pero dibujando una sonrisa en su rostro. Will aprovechó que se estaba despertanto para adentrar su mano por debajo de la sábana y agarrar su trasero. Ella susurró su nombre con la voz grave mientras se mordía el labio y abría los ojos. Will sonrió y le apartó la sábana dejándola completamente desnuda.

- Estás muy buena, inspectora...

Beckett se rió clavando sus ojos en la incipiente erección de su chico. Él le siguió con la vista y le dedicó una sonrisa traviesa mientras comenzaba a darle besos por la nunca.

- ¿No tuvo suficiente con lo de anoche, inspector?

- No... Dios te creó para que yo te folle a todas horas, Kate

Beckett le propinó un golpe en el hombro ante semejante comentario tan estúpido, como si ella no sirviese para nada más. Se tapó con la sábana sentándose en la cama y dirigiéndole una mirada de reproche.

- ¿Por qué siempre tienes que estropearlo todo?

- ¿Se puede saber que he dicho, Kate?

- ¿No sirvo para nada más que follar, William? - bufó levantándose enredada en su sábana y con cara de pocos amigos -.

Él se levantó con gran agilidad y la tomó de la cintura deteniéndola en su intento de meterse en el baño.

- No quería decir eso, Kate...

- Pues ha sonado a eso, Will - suspiró dolida -.

Ella agachó la mirada y él le tomó del mentón para que le mirara a los ojos. Una vez que tuvo contacto con ella, le acarició la mejilla y le pidió perdón. Pero a Kate eso no le bastaba, el daño estaba hecho, quizás se había equivocado con él y solo era otro tío más que estaba con ella por el tema de la cama. Y ella quería un compañero, pensaba que lo había encontrado en Will, pero ahora le asaltaban las dudas.

- Me voy a la ducha...

- Venga ya, Kate, sabes que te cuido con todo mi amor...

- ¿En serio? ¿Entonces Dios no me hizo para que me folles y vayas pavoneándote de ello con todos los tíos de la comisaría? - le dijo mosqueada apartándose de él -.

Will se pasó la mano por el pelo nervioso mientras le seguía mirando arrepentido por el desafortunado comentario que le había hecho antes. Aunque él sabía que en parte era así. Le gustaba ver como todos le miraban con celos por ser él quien estuviera con la guapa inspectora Beckett. Y ahora, por desgracia, parece ser que ella también lo sabía.

Suena el móvil de Beckett.

- ¿Si? - contestó ella de manera bastante borde, presa de su malhumor y sin mirar que número le llamaba -.

- Yo pensé que después de una noche de sexo la gente se levantaba de buen humor...

- ¿Castle? - sonrió sin querer ante el comentario y no le importó saber como demonios había logrado su número personal, pero se lo imaginaba: ya mataría a Lanie -.

- Tengo un problema Beckett...

- Pues yo varios...

Escuchó como Castle se reía al otro lado de la línea y aunque seguía mosqueada con su novio, y harta de las impertinencias de Castle, no pudo evitar morderse el labio ante el sonido de la risa de su escritor favorito, era extremadamente contagiosa. Por lo que al final ella también terminó riendo ante la cara desencajada de su novio que no le hacía mucha gracia ese tipo.

- No te lo tomes a mal, Kate, pero me gusta oírte reír...

- Bueno, ¿qué problema tienes, Castle?

- He recibido amenazas de Brian... Y estaba vez dice que ya no quiere imitarme, quiere matarme - suspira apesumbrado al otro lado de la línea - y tengo una hija, Kate

- No estoy en comisaría ahora, cuando llegue hablaré con...

- Ya lo he hecho yo, estoy aquí, en la doce

- Ah, entiendo...

- Y te he traído café del bueno, no de esa máquina horrenda... - había ternura en sus palabras - pero se ha enfriado, iré a por otro cuando vengas - añadió amable y cariñoso-.

Beckett estaba abrumada ante semejante gesto por parte de Castle. Nadie había hecho eso por ella nunca. Pero algo no le cuadraba, y efectivamente sus sospechas se confirmaron cuando él comenzó a hablar con un tonito entre infantil y tímido.

- Es para que me perdones por lo que he hecho...

- ¿Qué has hecho, Castle? - preguntó ella poniéndose en lo peor -.

- Mejor... lo descubres cuando vengas... - silencio y una pequeña risa - no me odies mucho, Katherine...

- Ya te estoy odiando, Richard Castle - dijo ella rodando los ojos y frunciendo los labios -.  

- No sabes como me gusta cuando pronuncias mi nombre completo, inspectora. O como pones esa carita tan adorable cuando te saco de quicio; la misma que estás poniendo ahora...

Beckett se imaginó a Castle al otro lado de la línea con una sonrisa triunfal de egocéntrico sabelotodo, y negó con la cabeza, efectivamente es como si la estuviera viendo. No podía negar que el escritor era muy observador.

- Mentira... - no quiso darle el gusto -.

- Sabes que es verdad, inspectora...

- Te dejo, o llegaré tarde a comisaría...

- No te enfades mucho conmigo, ¿vale?

Y le colgó.

Beckett no podía parar de darle vueltas a qué demonios había hecho Castle. Cualquier estupidez sin duda. Estaba tan sumida en sus pensamientos cuando se dirigía al baño que no reparó en que Will ya no estaba, ni su ropa, ni sus llaves. Se había ido, otro frente más abierto para la inspectora. Beckett se metió en la ducha y dejó que el agua caliente aliviara la tensión de sus músculos mientras cerraba los ojos y dejaba su mente en blanco. Suspiró y contra sus ganas de quedarse ahí para toda la vida, salió de la ducha, enrolló su toalla y se dirigió a la habitación de su apartamento. Will había vuelto y la esperaba sentado en la cama con gesto serio.

- Pensé que te habías ido...

- No quiero hacerte daño, Kate

- ¿Qué pasa?

- Es mejor que lo dejemos, no puedo hacerte feliz

- ¿Me estás dando la razón? ¿Solo has jugado conmigo? - se le formó un nudo en la garganta -.

- Sí... No... No sé... Yo solo quiero divertirme, Kate... Son cinco meses fabulosos, eres una tía diez, pero no soy de esos tipos que a la larga quieran comprometerse... Y tú creo que quieres otro tipo de persona a tu lado... Te quiero, Kate, pero creo que no estamos en el mismo punto...

Beckett se agarró al marco de la puerta para no desfallecer. Su novio la estaba dejando. No podía ser verdad.

- Kate... - le agarró y la sentó con cuidado en la cama -.

- ¿De verdad me quieres dejar? - preguntó Kate cuando logró recomponerse -.

- No, no quiero dejarte... Pero creo que es lo mejor - suspira y agacha la cabeza como escondiendo algo más -.

- ¿Qué más pasa aquí, Will?

- Fue sin querer... Yo... Se me fue de las manos...

- ¿El qué? - sus ojos se abrieron como platos -.

Y entonces escuchó lo último que esperaba oír de la boca de su novio. Desde ese momento ya ex novio.

Y entonces Beckett necesitó el café de Castle sin importarle que estupidez había hecho.

Tenía que largarse de allí.
Le faltaba el aire.

Enlazados (Caskett)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora