Autora: he vuelto, amigos y amigas. El verano me raptó. ¡Espero estar a la altura después de la larga espera! ¡Gracias por vuestra paciencia!
Beckett se dirigía a por un café cuando se chocó fortuitamente contra Castle. Estaba tan distraída que ni siquiera reparó en quién era. Su cabeza estaba en otra parte, por fin hoy se terminaría la pesadilla a la que aún seguía sometida su madre, ya que en una hora se llevaría a cabo la operación destinada a desarticular los últimos tentáculos de Lokssat. Hoy, si todo iba bien, se pondría fin a todo.
- Perdona... - dijo ella sin levantar la vista mientras recogía unos papeles del suelo - no te he visto...
- Pues yo a los bombones como tú no los pierdo de vista...
- ¿Castle? - el corazón se le agitó y enseguida se levantó para abrazarle con todas sus fuerzas.
Rick la envolvió con sus brazos dejándole un pequeño beso en la cabeza. Sabía que estaba asustada, por muy fuerte que siempre quisiese parecer a los ojos de los demás, por lo que iba a ocurrir en unas horas y decidió venir a verla para enfundarle ánimos, ya que esa mañana él estaba dormido cuando ella abandonó el apartamento que ahora compartían.
- Tranquila, preciosa... Todo irá bien - susurró Castle mirándola a los ojos - saben lo que hacen...
- Te echaba de menos... - susurró ella sin perder la conexión con sus ojos - pero no podía dormir y he decidido venir antes a comisaría...
- Pues a mí anoche me dejaste rendido - Beckett soltó una pequeña risa y se sonrojó ante el comentario - no sabes lo bien que te mueves en la cama... - susurró Castle aguantando la risa.
- Castle - protestó ella en bajo mirando alrededor.
- ¿Acaso no te gustó? - elevó las cejas de manera infantil y después la acarició con ternura cuando ella sonrió mordiéndose el labio - princesa, era broma, solo quería esto... hacerte sonreír - le acarició los labios y después la volvió a abrazar - no obstante eres buena, muy buena inspectora... - volvió a bromear en su oído ante la desesperación de ella.
Castle le dio la mano y la llevó a su mesa, donde le esperaba su café favorito. Ella no pudo reprimir una sonrisa boba en el rostro, ese hombre la volvía loca. Había madrugado solo para llevarle un café y abrazarla. Ni en sus mejores sueños pensó jamás en encontrar a un hombre como el escritor. Fue entonces cuando se dio cuenta de que no debería seguir mintiéndole, justo cuando se golpeó con él venía de pedirle a Roy Montgomery permiso para participar en la operación conjunta entre la policía de Nueva York y la CIA. En su mano llevaba el consentimiento firmado, así como los riesgos contra su integridad física a los que se sometía por voluntad propia y no requerimiento del gobierno. Sabía perfectamente que no estaba tan preparada para ello como sus compañeros, pero si estaba implicada y quería ser ella quién pusiese paz a la vida de su madre. Justicia. Ella quería eso. Justicia.
Castle la miraba fijamente, era bastante observador y no se le había pasado desapercibido ese pequeño cambio en el semblante de su chica mientras miraba el café pensativa. Cuando ella se mordía el labio y movía los dedos de su mano, significaba que algo ocurría.
- Qué ocurre, Kate - Castle le acarició la mano con ternura.
Ella elevó la vista hacia los ojos del escritor muerta de miedo. Sabía perfectamente que jamás le perdonaría ni comprendería la decisión que había tomado de participar en la operación Lokssat. Anoche, sin ir más lejos, antes de hacer el amor como si fuese la última vez, le había prometido que no participaría pero sin embargo ella ya había tomado la decisión de hacerlo. Le había mentido. Él le hizo el amor con ganas, mientras ella solo podía pensar que esa quizás fuese la última vez que lo hicieran. Sabía que ponía en riesgo la relación con el hombre de su vida, pero la justicia le podía, era su madre, y contra eso nadie podía luchar. No se permitiría jamás que la operación saliese mal sin que ella pudiese hacer algo por evitarlo. Firmó esos papeles sabiendo que, quizás, el amor de su vida no pudiese comprenderlos.
- Voy a participar en la operación - soltó ella de repente, de golpe, sin anestesia, era mejor así.
- Que vas a qué... - Castle se volvió pálido.
- Sé que te mentí... Sé que está mal lo que he hecho - suspiró agachando la mirada - mi intención era participar sin que te enterases para... para no disgustarte, ni preocuparte, ni ponerte en peligro... pero...
- Me mentiste - dijo él de manera tajante sin un atisbo de luz en el rostro.
- Castle...
- O lo que es peor... Me hiciste una promesa - tragó saliva - una promesa falsa... Y luego te acostaste conmigo como si no pasase nada. Podría esperar esto de cualquier persona, pero no de la mujer que amo - las lágrimas amenazaban con salir.
- Castle... Yo... - trató de tocarle pero él se apartó.
- No, Kate, no me toques, por favor... Me siento demasiado dolido en estos momentos - se alejó andando hacia atrás - mira, no deseo que mueras, pero no me puedes pedir que me quede aquí para ver como te matan... Eres mayorcita... Y has elegido... Yo me voy... No puedo pasar por esto - apretó los dientes con rabia mientras las lágrimas le inundaban el rostro y se alejó de allí a la carrera.
Beckett sintió como su corazón se quebraba en dos. Las lágrimas se agolparon en sus ojos, pero las contuvo, necesitaba estar concentrada. Roy Montgomery la miraba con pena en la lejanía. Y ahí supo que también su madre estaba informada de la decisión que había tomado su hija. Acababa de partir dos corazones a la vez. El del hombre de su vida y el de su madre. Les había defraudado, pero lo que no sabían es que en realidad todo esto lo hacía por ellos. Ella era la clave para acabar con todo. Los malos la buscaban a ella, ella sería el cebo para que todos cayesen.
Ella era la clave de la felicidad de ellos. Y Kate Beckett había decidido ser la diana en busca de la felicidad de quiénes ama, aunque ahora la odiasen por ello.
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Enlazados (Caskett)
FanfictionHistoria ambientada en la serie de televisión "Castle" y sus personajes principales.