CAPÍTULO 14

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Autora: ¿se habrán escuchado vuestras súplicas y Beckett no estará prometida?

Castle se había quedado congelado en el sitio sin saber como reaccionar cuando la inspectora Beckett se volvió hacia él para mirarle. Ella le miraba entre curiosa y divertida, parecía que disfrutaba con la situación en la que se encontraba su escritor favorito.

- Pro... ¿prometida? - la voz de Castle se había agudizado un poco presa de los nervios -.

Beckett asintió mirándole de manera atractiva y jugando con un mechón de su pelo, viendo como a él se le tensaban todos los músculos de su cuerpo.

- Y supongo que... bueno, el afortunado es ese Sorenpon... no... Will Sorptreson... Sorpiron...
- Sorenson - le corrigió ella reprimiendo una sonrisa - Will Sorenson

Beckett se levantó de la silla y cogió su americana mientras se volvía y se agachaba para coger del cajón su móvil y su pistola. Castle no pudo evitar llevar la vista hacia su trasero y sus largas piernas que se moría por ver al aire. Pero en seguida cerró sus ojos tratando de serenarse y comportarse como un hombre galante.

- ¿Podrías dejar de mirarme el culo, Castle? - ella se mordió el labio tratando de reprimir una sonrisa antes de girarse hacia él -.

A Beckett le divertía mucho la situación, se estaba vengando a lo grande del escritor. Castle apartó rápidamente la mirada para evitar ser descubierto preguntándose como demonios sabía ella que le estaba mirando el trasero.

- No, qué dices... Yo ya me estaba yendo... - dijo Castle girándose como para irse de la comisaría -.
- ¿Sabes? En realidad eres mi escritor favorito, me he leído todos tus libros...

Castle se volvió tan rápido que se estrelló con una columna de la comisaría dándose un buen golpe en la frente. Beckett trató de reprimir la risa con todas sus fuerzas, pero no pudo y su risa celestial sonó por toda la comisaría. Él quiso enfadarse con ella, pero esa melodía era demasiado preciosa para su mente y exageradamente atractiva para las zonas nobles de su cuerpo, las cuales llevaban todo el día pidiendo a gritos una cita con esa mujer.

- Uf... - Castle se rascaba la frente - mira, inspectora Beckett... bueno, Kate, yo quería...

Beckett había colocado sus brazos en jarra y sentada sobre el borde de la mesa le escuchaba atenta y sin borrar su sonrisa.

- Sí, prefiero alimentar tu egocentrismo diciéndote que soy una gran fan tuya, que luego te enteres por ahí y vuelvas por aquí a tocarme los pies... 
- No, yo... no era eso lo que quería decirte... aunque me halaga que alguien tan preciosa como tú me lea - elevó las dos cejas sonriendo infantil cuando ella le miró con los ojos entrecerrados - ¿quieres que te firme algo? Los pechos son mi especialidad...

Beckett le lanzó una pelota que tenía en su cajón a la cabeza, pero Castle la esquivó elegantemente.

- Qué agresiva, inspectora...
- Fui a todas tus firmas - otro golpe a la bragueta de Castle -.
- ¿Qué? - Castle soltó un grito agudo - ¿y cómo diablos no me acuerdo de ti? ¿o cómo demonios no te pedí una cita? - se rascó la cabeza - bueno, aún estoy a tiempo de...

Beckett no se podía creer que después del día que le había dado le fuese a pedir una cita, quiso interrumpirle para decirle ya de antemano que no, pero le pareció demasiada atractiva la situación. Will apareció tras ella al fondo de la comisaría y caminaba en su dirección, por lo que al verle el escritor cambió tajantemente de idea.

- A tiempo de... A tiempo de irme... Sí, de irme, antes de que me abras la cabeza con una pelota

Will envolvió a Kate por la cintura dándole un tierno beso en la nuca y el cuello. Ella miraba extrañada a Castle hasta que notó el olor de Will y no pudo evitar sonreír y estremecerse ante sus suaves besos.

- Hoy hacemos cuatro meses - le susurró al oído sonriendo - te voy a comer enterita... ¿nos vamos a casa?
- Sí... - sonrió ella cerrando los ojos y dejándose envolver por su hombre pero no pudo evitar abrirlos y observar a Castle que le miraba como un perrito abandonado y celoso -.

Will se separó de ella y tras acariciarla le dijo que le dejaría despedirse del señor Castle y que le esperaba abajo.

- Bueno, Castle... - ella le tendió la mano a modo de despedida -.
- Te voy a comer enterita... - repitió Castle que, al parecer, lo había oído - que le vaya bien la noche de sexo, inspectora

Ella frunció los labios y después se mordió el labio inferior de manera arrebatadora mientras se acercaba al oído de Castle para susurrarle.

- Ni te imaginas como será...    

Castle apretó los puños con fuerza intentando contener las ganas que tenía de hacerle el amor a esa mujer. Ya no pensaba ni en sexo, a esa mujer le haría el amor.

- Ah, por cierto, no estoy prometida...

Castle le miró patidifuso y luchando con su entrepierna que pedía a gritos coger a esa mujer estamparla contra la pared y besarla hasta que se hiciese de día.

- La venganza se sirve en un plato frío, Castle... - le guiñó un ojo y se dirigió al ascensor -.
- Touché, inspectora - alcanzó a decir Castle -.

Ella se volvió un instante para sonreírle de una manera arrebatadora y dulce antes de desaparecer para reunirse con su novio. Y ahí Castle supo que esa mujer tenía que ser para él, que tenía todas las papeletas para enamorarse de ella, si es que no lo estaba empezando a hacer ya. 

- Buf...
- ¿Qué pasa, señor Castle, está bien? - le preguntó Espósito -.

Castle asintió y cuando nadie le podía ver se tapó sus partes bajas mientras susurraba para sus adentros: "te odio, Kate Beckett".

Enlazados (Caskett)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora