CAPÍTULO 32

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Autora: creo que este es el capítulo más largo hasta ahora... Os vais a cansar de leer. Espero que lo disfrutéis y me comentéis. Vuestros comentarios y opiniones son muy pero que muy importantes. Y los valoro mucho. Muchísimas gracias por ello.

Gracias también por la cantidad de votos y lecturas.

En definitiva, gracias por todo el apoyo, de verdad, sois increíbles, queridos lectores.

El pánico invadió por completo a Castle que se levantó de golpe del suelo tropezando con su propio pie derecho, pero logrando mantener la compostura evitando darse de bruces contra el suelo.

- ¿Qué te ha pasado? - inquirió preocupado y horrorizado observándole el rostro bastante perjudicado.

Lanie, con una evidente y marcada cojera, se acercó con lentitud hacia el escritor colocando una mano en su hombro con el deseo de tranquilizarle. Él pudo ver más de cerca el ojo aún rojo, y los resquicios de un fuerte edema que iba desapareciendo alrededor del ojo de la forense, así como una pequeña herida en el labio superior.

- Estoy bien, tranquilo, guapo escritor... Gajes del oficio, ya sabes - Lanie sonrió restándole importancia con el fin de aliviar la tensión que se había apoderado del rostro de Castle - pero, ¿a ti qué te ha pasado? - observó a la gente que seguía apelotonada a su alrededor y luego al costado que Castle no dejaba de aferrarse con fuerza debido al dolor.

- Me... Me han atracado - suspiró con rabia.

- ¿Has avisado ya a la policía? - preguntó ella - ¿y seguro que estás bien? Conmigo no te hagas el gallo, Richard Castle.

Ante la afirmación por parte del escritor de haber avisado a la policía, así como la corroboración del hecho por parte de una joven que permanecía cerca de él con el rostro visiblemente preocupado, Lanie se acercó y le cogió de la parte baja de la camiseta.

- ¿Me permites ver? - preguntó con seriedad como buena médico forense.

- No es nada, Lanie - suspiró mientras le permitía levantarle la camiseta - estoy perfectamente.

Tenía un fuerte edema en las costillas que se estaba empezando a poner bastante negro debido al fuerte golpe. Lanie le palpó sutilmente y él pegó un grito de dolor que trató de acallar mordiéndose su propia mano derecha, a punto estando de hacerse una herida en ella.

- Es una contusión fuerte, Castle. Nada más que lleguen los de robos y te tomen declaración, debería verte un médico para hacerte una radiografía y comprobar que no tienes nada astillado...

- Oye, Lanie... - Castle hizo caso omiso a sus recomendaciones porque Beckett seguía en su cabeza y ver a Lanie en esas condiciones no dejaba de inquietarle, probablemente Kate también estuviese en el ajo del asunto - qué le ha...

Las sirenas de la policía comenzaron a oírse interrumpiendo al escritor, éste levantó la vista para ver como dos coches patrulla doblaban la manzana a gran rapidez en su dirección. Una vez llegados al punto, tres inspectores y una inspectora se bajaron de los coches acudiendo en su ayuda.

- ¿Slaughter? - Castle tragó saliva.

El burro de su amigo Slaughter, al que había conocido una noche de borrachera, se materializó enfrente suyo. Seguía siendo alto y corpulento como la última vez que le había visto. Y seguramente igual de mujeriego e hipócrita que siempre. 

- ¡Hombre, muchachote! - le golpeó con fuerza en el hombro haciendo que Castle perdiese el equilibrio y tuviese que agarrarse a otro de los inspectores.

- ¿Desde cuándo estás en robos? - preguntó Castle tratando de recuperar la compostura.

- No soy de robos - rió - ellos - señaló a dos chicos rubios bastante jóvenes y a una inspectora pelirroja bastante atractiva que a Castle no le pasó desapercibida - son los panolis de robos - elevó las cejas con suficiencia - yo soy de bandas y precisamente ahora hay una atacando a diestro y siniestro... - frunció los labios - ¿cómo puedes ser tan patoso, Rick? ¿Todo te pasa a ti?

Enlazados (Caskett)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora