Enlazados (Caskett)

CAPÍTULO 13

Autora: ¡os regalo nuevo capítulo! Ojo...

Beckett tragó saliva ante el suave roce de los dedos de Castle sobre su mano. Se puso tensa, sin saber muy bien cómo manejar la situación. Los dedos del escritor dibujaban círculos sobre su mano, y las suaves vibraciones de las caricias de Castle le llegaban a su estómago, que se revolvía inquieto en un extraño baile. Algo parecido a lo que solía sentir cuando Will le sonreía o le acariciaba, pero esta vez de una manera más frenética. Lo de Will eran mariposas, estaba segura, pero esto era diferente, una conexión extraña, como si estuviese apagada todo este tiempo y Castle la hubiese accionado. No podía dejar de mirarle a los ojos mientras sus neuronas y su corazón se enfrentaban en una lucha caótica. 

- Por favor... - volvió a repetir Castle que estaba perdido en sus ojos -.

Castle trataba de adivinar que estaba pasando por la mente de Beckett en esos momentos. No se había apartado, ni le había empujado, ni se había enfadado. Notaba su mano temblar ligeramente bajo sus caricias y quiso sonreír, pero frenó el impulso, con esa mujer no se debería seguir portando como un idiota si quería ganarse el derecho a conocerla un poco más. Su misterio, y las aparentes heridas que la perseguían, le volvían loco, quería y necesitaba que ella le hablase sobre ellas para poder convertirlas en cicatrices.

- Beckett...

Beckett apartó su mano de golpe y se levantó del asiento con gran rapidez. Las neuronas ganaron al corazón, y su estómago dejó de bailar al compás de esos ojos azules que ahora la miraban apenados.

- Hemos terminado, señor Castle - dijo Beckett bajando su mirada para esconder su rubor y evitar ser descubierta -.

Pero a Castle no se le pasó desapercibido el detalle y sonrió tímidamente. Beckett caminó con gran garbo y elegancia hacia la puerta, pero no tuvo más remedio que detenerse cuando Castle volvió a la carga.

- ¿Por qué no me puedes contestar a esa pregunta, inspectora?

Beckett ahogó las lágrimas de espaldas a él mientras trataba de que su cuerpo no convulsionase en dolor.

- Hemos terminado, señor Castle 

Beckett abrió la puerta y se secó las lágrimas con el dorso de la mano. Le hizo un gesto a Espo y Ryan para que la dejasen sola, no necesitaba compasión de nadie. Llegó a su escritorio y sentándose sobre la mesa, no pudo evitar observar el anillo y acariciarlo con ternura.

Castle salió al pasillo y la observó detenidamente de lejos. No podía estar casada, no era eso, si no, no habría sufrido ante su pregunta.

- Esa mujer es muy importante para mí, Richard Castle - dijo una voz grave a sus espaldas -.

Castle se volvió para descubrir a Roy Montgomery observándole con el rostro serio, pero amable y sereno.

- Capitán Roy Montgomery - extendió su mano - mi mujer es muy fan de sus libros...
- Ah, qué bien... - sonrió de lado - si quiere puedo firmarle algún ejemplar para ella...
- Sí, podría... pero ahora lo que quiero es que no le haga más daño a mi mejor inspectora. Vaya y pídale perdón - ante la cara de asombro de Castle sonrió - he visto el final del interrogatorio a través del cristal... Tiene mucho que aprender, señor Castle - le dio un golpe en el brazo y se metió en su despacho -.

Castle se acercó con miedo al escritorio de Beckett y se sentó sobre una de las sillas situadas a su lado. Observó detenidamente cada detalle del bello rostro de la inspectora esperando a que ella notase su presencia y levantase la vista hacia él.

- ¿Y ahora qué quieres? - Beckett levantó la mirada de los papeles que estaba firmando -.
- Pedirte perdón, Kate - su mirada era sincera - nada más - se levantó de la silla para abandonar la comisaría pero ella le detuvo con su voz -.
- No, no lo estoy...

Castle sonrió ampliamente aprovechando que ella no se había vuelto para mirarle cuando pronunció esas palabras. Beckett sabía que estaba sonriendo aunque no le estuviese mirando.

- Solo estoy prometida - y ahora ella sabía que él se había quedado sin sonrisa -.

Y entonces si se volvió hacia él.