CAPÍTULO 27

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Autora: largo, largo este capítulo... que el de ayer os dejó en ascuas... ¡Y qué viva el amor! 😍

Beckett le miraba tumbada desde la cama, despeinada, con alguna gota de sudor bañando su frente y agarrada con fuerza a la sábana. Y sus ojos, suplicantes, temerosos, pero preciosos, eran demasiado para la mente de Richard Castle. Ella necesitaba que él se quedase. Le estaba dando permiso para entrar en su cama, aunque no del modo que posiblemente él quisiese. 

Otra vez había tenido esa pesadilla repetitiva que, a veces, la persigue. Sobretodo cuando vive situaciones de estrés en el trabajo, como había sido esa mañana con la detención de Brian. Esa horrible pesadilla en la que primero ve a su madre muerta en el suelo, luego a su padre fallecer de un infarto a sus pies sin poder hacer nada por salvarle la vida, y el disparo de ese francotirador en su pecho, en su corazón. Se le mezclaban las imágenes, una tras otra, de manera rápida, incesante, y por mucho que luchase contra ellas, le era imposible despertar.

Castle había sido su salvavidas esa noche dando el paso de despertarla. Y lejos de enfadarse con él, se lo agradecía en el alma. Pero no quería que se fuese, el miedo a cerrar los ojos y que volviese la agonía era terrible, necesitaba alguien que le dijese que todo iría bien cuando cerrase sus párpados al sueño.

El escritor no sabía cuántas veces había soñado con el momento de dormir en la misma cama que esa mujer. Había fantaseado cientos de veces con acostarse con ella y hacerle el amor con pasión, pero dormir con ella para protegerla no entraba en sus planes, jamás lo imaginó, y superaba toda la capacidad de su corazón para no latir fuera de su pecho.

- Por favor, Rick...

Castle se había puesto en pie y le observaba indeciso. No sabía si sería buena idea entrar en su cama para mañana verla desaparecer de su casa, y probablemente también de su vida. Se le haría todo mucho más cuesta arriba, él estaba enamorado de ella. No era deseo ya, era amor.

- Kate, yo...

Beckett no le dejó terminar la frase cuando empezó a llorar con fuerza, cada parte de su cuerpo temblaba desconsolada. Se tapó la cara con sus manos temblorosas, avergonzada de verse tan vulnerable, deseando desaparecer del mapa. Su coraza se había ido, contra ese hombre no podía fingir, y eso la agobiaba aún más. Se giró hacia el lado izquierdo, dándole la espalda a Castle, y haciéndose un ovillo mientras el colchón seguía moviéndose ante su incesante llanto.

- Vete, Rick...

Castle supo que no estaba enfadada porque entre los sollozos había escuchado "Rick".

- Perdona, Rick...

Y encima se disculpaba con él. Castle cada vez se sentía más imbécil ahí en medio de la habitación parado. Como una estatua mientras la mujer que amaba en silencio, sufría.

No se lo pensó dos veces y salió despavorido de la habitación. 

Beckett se giró y vio que hasta Richard Castle huía de ella. Quizás no estaba hecha para el amor, quizás solo era una mujer de usar y tirar. Y debería ir asumiéndolo ya.

- ¿Richard? - Martha aún seguía despierta y había entrado a la habitación en la que se encontraba su hijo revolviendo todos los cajones.

- ¿Dónde está mi pijama de Batman, madre? - Castle seguía rebuscando nervioso por todas partes.

- ¿Para qué quieres ese pijama tan hortera? ¡Es ridículo! ¡Si hasta tiene murciélagos de colores en el pantalón!

- ¡Por eso mismo! ¡Porque es ridículo, madre! - Castle estaba desquiciado - ¡Dime que sabes dónde está!

Enlazados (Caskett)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora