CAPÍTULO 45

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Autora: creo que con este capítulo haré las paces con vosotr@s... Iba a hacerlo dramático, pero decidí escuchar la voz del pueblo 😉😂

Castle llamó al ascensor totalmente herido y defraudado con la mujer de su vida, pero a pesar de todos esos sentimientos, no pudo evitar echar la vista atrás para mirarla por última vez antes de abandonar la doce. Quizás ya nunca más la volviese a ver. Ella se había quedado estancada en el sitio, y aún en la distancia Castle podía ver como luchaba por contener las lágrimas y mantener la concentración para la operación que tendría lugar en menos de una hora.

- ¡KATHERINE! - el ascensor se abrió y Johanna Beckett entró como un obús a la comisaría - ¡NO TE VOY A PERMITIR QUE LO HAGAS!   

Beckett levantó la vista hacia su madre, pero no pudo evitar fijarse en que Castle aún no se había marchado, y sus ojos se encontraron momentáneamente con los suyos.

- Johanna - el señor Swann de la CÍA se colocó en medio interceptando a Johanna antes de que llegase ante su hija - no es el momento para esto... La operación está en marcha, lo único que vas a lograr es que se desconcentre y pongas en peligro su vida y la del resto del equipo... Sabes bien como funciona esto.

Johanna hizo caso omiso a las advertencias de su jefe, y empujándolo con fuerza se hizo paso hacia su hija.

- Katherine... - pero no pudo decirle nada más, ya que el inspector Swann la agarró por el cuello apartándola hacia atrás sin miramientos.

- Que sea la última vez que me tocas y desobedeces una de mis órdenes directas, Beckett - bufó Swann con malos modales y sin soltarle del cuello.

Castle lo vio venir, la conocía, pero no le dio tiempo ni a dar un paso cuando Kate ya estaba haciéndole frente al superior de la CÍA. Ella nunca tenía miedo a nada, todo lo que tenía de preciosa, lo tenía de valiente.

- ¡Eh, qué coño haces! ¡Suelta a mi madre! - Kate se encaró con él y lo empujó contra la pared mientras le cogía por la pechera - ¡qué sea la última vez que le pones una mano encima!

Swann se rió en su cara ante la sorpresa de la inspectora y de todos los allí presentes, que se habían quedado estancados en el sitio sin saber bien como actuar.  

- Me gusta, Johanna - sonrió desviando la vista hacia ella - tu hija tiene lo que tu nunca tuviste: agallas - volvió la vista hacia Kate - y ahora suéltame, bonita... Tienes una misión y yo soy tu jefe, no lo olvides - la apartó y se colocó bien la ropa.

- ¿Qué misión? - bufó Johanna - os estáis riendo de ella... Os importa una mierda que muera o no... La estáis mandando directamente al matadero... Igual que hicisteis conmigo.

Swann le colocó una mano con fiereza a Johanna en la boca para evitar que siguiese hablando, lo que desató la ira de su hija que se fue a por él, pero al empujarle recibió un golpe en el labio por parte del jefe de la unidad. Nadie supo si la había golpeado de manera fortuita o con intención de hacerle daño. Kate se tocó con los dedos el labio y luego al mirar sus manos comprobó que estaban llenas de sangre.

Es entonces cuando Castle se fue a por él totalmente decidido. Habían tocado a su chica, y enfadado o no, era su chica.

- ¡Qué coño hace, sinvergüenza! - bufó Rick exasperado.   

Swann totalmente fuera de si, levantó la mano contra él, pero Kate se puso en el medio cogiéndole el brazo a tiempo y haciéndole una llave que le tiró al suelo.

- ¡Lárguese!

- No sabe lo que acaba de hacer, señorita Beckett, no lo sabe bien... - se levantó del suelo sin dejar de mirarla amenazador - por lo pronto, está fuera de la operación... - Kate tragó saliva ante el comentario, ya que deseaba acabar con Lokssat ella misma, pero su familia estaba por encima de todo - y ya veremos si tomo represalias contra usted, su mamá, y el tío que se tira... - y abandonó la comisaría de malas maneras acompañado de otros tres miembros del equipo allí presentes.

Kate dio un paso para ir tras él, pero Rick la envolvió por la cintura desde atrás.

- No, Kate, no merece la pena, mi vida... - la hizo girar hacia él y la envolvió en un abrazo - déjame ver... - dijo tras unos segundos mientras le elevaba el mentón para observar sus labios - ¿te duele mucho?

Beckett negó con la cabeza y después agachó la mirada durante unos segundos antes de elevarla hacia su madre y luego hacia él.

- Me duele no haberos hecho caso...

Johanna se acercó a su hija y sin decir ni una palabra la abrazó con ternura. Castle solo podía sonreír ante semejante belleza de imagen. 

- Acabas de partirte la cara por nosotros, no necesitamos más, Kate - dijo Castle sonriendo de lado - estás perdonada...

- Sois mi familia...

- Lo sabemos, mi niña - apostilló Johanna sonriendo con ternura. 

Una hora y media después, la comisaría empezó a funcionar de nuevo y cada uno volvió a sus quehaceres. Johanna decidió irse a casa de Martha a descansar y tomarse un té, habían hecho buenas migas ambas suegras. Castle había aprovechado ese tiempo para llevar a Kate a la sala de descanso y hacerle la cura del labio con suma delicadeza y amor.

- ¿Quieres irte a casa? - preguntó él acariciándole la mejilla con delicadeza.

- Depende para qué... - sonrió ella bromeando.

- ¿Cómo que para...? - pero se calló y comenzó a reír - inspectora, inspectora... qué pícara es usted... 

Beckett rió de manera celestial y él no podía dejar de mirarla hipnotizado. Solo había hecho el amor con esa mujer dos veces, pero se lo estaría haciendo toda una eternidad. Qué belleza de mujer, aún hasta con el labio roto. Nunca había visto nada igual a ella, era un ángel, y cuando se reía era mucho más que eso.

- Me muero por ver otra vez lo que hay debajo de esa ropa... - sonrió Castle besándole el cabello - si necesitas desestresar... yo... no te lo voy a impedir...

- Necesito olvidar... - dijo ella acercándose a él.

- Eso lo sé hacer muy bien... - le susurró él al oído mientras le ponía ambas manos en el culo - y más cuando mi chica está más buena que el chocolate... - ella rió mientras él jugaba con su trasero sin cortarse.

- ¿Vamos? - le susurró ella mirándole a los ojos y pegándose a él mientras le acariciaba suavemente por la entrepierna.

- Va... va... va... m... va... mos si - tartamudeó Castle tragando saliva nervioso y excitado.

Ella sonrió cerca de sus labios y se mordió el suyo levemente por la zona donde no tenía herida.

- Madre mía, Kate... - le tiró del culo con una mano acercándola más a un a él - me vuelves loco... - mientras con la otra mano le acariciaba un pecho por fuera de la camisa - necesito tenerte desnuda... vamos - depositó un suave beso en sus labios y tiró de su mano sacándola al exterior.

Había una cosa clara: pasase lo que pasase, entre ellos dos había mucho fuego difícil de apagar. Y mucho amor, mucho.

Enlazados (Caskett)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora