Autora: ¡he vuelto! ¡mucho agobio estas semanas! ¡espero que os guste! ¡GRACIAS!
***
El sol se colaba por los huecos de la persiana mal cerrada de la habitación de la inspectora de homicidios. Castle llevaba un buen rato despierto, jugando con la espalda desnuda de una Kate Beckett que dormía boca abajo con la mejilla apoyada en la almohada mirando hacia él, y a la que solo cubría una fina sábana blanca a la altura del final de su espalda. El escritor sonreía como un bobo observando la paz de su rostro y recordando la noche de pasión que había vivido junto a ella, y que sin duda había sido mucho mejor que en sus sueños.
Beckett comenzó a emitir unos sonidos graciosos a medida que abría los ojos, encontrándose con la mirada azul fascinante de Castle, el cuál le sonrió mientras le retiraba con ternura el pelo revoltoso de la cara.
- ¿Qué tal has dormido, princesa? - sonrió Castle acariciándole la mejilla.
- En la gloria... - respondió ella pasando su brazo por el abdomen desnudo de él y apoyando la cabeza en su pecho.
Castle sonrió triunfante y socarrón mientras le rodeaba el cuerpo con los brazos y arrancaba un suspiro de la boca de ella.
- ¿Y eso? - rió Castle depositando un beso en el cabello de ella.
- Que me encanta tu sonrisa - respondió ella dejando un beso en su pecho - y... que me quiero seguir despertando todos los días a tu lado - se ruborizó un poco sin saber por qué.
- A mí me encantó lo de anoche - dijo Castle y rió ante el pequeño golpe que ella le propinó por el comentario.
- ¡Castle! - protestó ella - ¿por qué siempre tienes que estropearlo todo? - bromeó Beckett fingiendo estar enfadada.
- Que no, boba... Solo era una broma - recorrió con los dedos los labios de la inspectora que ahora se habían curvado en una sonrisa - no te quiero solo por el sexo, y que, por cierto, eres brutal en la cama - se rió y levantó una mano en son de paz antes de que ella le volviese a propinar un golpe - espera, espera... - sonrió acariciándole la mejilla - te quiero porque eres la mujer más bonita del mundo al despertar... Estaría mil años sin sexo, Kate, de verdad, sería capaz de pagar ese precio solo por seguir viéndote despertar, solo por seguir viendo como abres esos ojitos tan fascinantes al mundo y le robas toda la luz al sol...
Beckett se olvidaba de respirar escuchando cada palabra del hombre que amaba, nadie en la vida le había dicho eso nunca. Él la quería, pero la quería bien, la quería como mujer, la valoraba, la cuidaba.
"Respira, Kate", le recordó el cerebro a la inspectora.
- ¿No vas a decir nada? - preguntó él sonriendo mientras la llenaba de besos en el cabello y la frente.
- No sé que decir... Yo no soy buena con las palabras - respondió ella mientras elevaba un poco la cabeza hacia él despegándola de su pecho - pero puedo... - se subió con cuidado encima de su cuerpo - puedo... hacer esto... - depositó sus labios con delicadeza sobre los de él y ambos se entregaron a un beso lento, cariñoso, lleno de amor.
Cuando se separaron, sus miradas estaban llenas de luz y sus sonrisas hablaban del amor que ambos se tenían. Amor, si, amor de verdad.
- Debería vestirme... Hoy ya puedo ir a ver a mi madre - la sonrisa de Kate se iluminó más aún.
- Qué feliz soy viéndote así - Castle le acarició la mejilla con ternura y le dio un besito en el labio inferior mientras ella aún mantenía la sonrisa - sonriendo de esa manera... Te mereces ser feliz, mi vida.
Beckett se mordió el labio inferior mientras el corazón se le salía por la boca de latir tan rápido. Si el escritor se había propuesto matarla de amor esa mañana, sin duda, estaba a punto de conseguirlo.
La inspectora no podía dejar de mirarle embobada.- Qué pasa... - sonrió él acariciando su espalda desnuda.
- Que... me vuelves loca - sonrió ella como respuesta.
- A mi esa sonrisa tuya... Y vístete ya o no responderé de mi y llegarás tarde a la cita con tu mami - le dio un beso en la frente.
- Te quiero, Rick... Con locura - confesó ella de pronto.
- Yo también te quiero, Kate... Y quiero que sigas sonriendo porque te lo mereces, y esto... - le colocó una mano en el corazón - es lo mejor que tienes...
Kate comenzó a reír a carcajadas, y Castle también con ella contagiado pero sin entender por qué lo hacía.
- ¿De qué te ríes?
- ¿La teta o el corazón, Castle? - preguntó ella mientras él volvía a reír y aprovechaba para cogérsela.
- Ambas - rió él mientras le robaba un beso - anda ve, que llegarás tarde...
Beckett asintió y se levantó enredada en la sábana blanca mientras corría hacia el baño.
Castle suspiró sonriendo mirando hacia el techo colocando las manos tras su cabeza.
- Rick...
Castle giró la cabeza pensando que se había olvidado de decirle algo y casi se muere cuando la vio desnuda al borde de la cama. Abrió los ojos como platos y tragó saliva recorriendo cada rincón de la anatomía de Kate, incluso medio incorporó su cuerpo apoyándose en sus antebrazos para poder observarla mejor.
- Kate, creo que... te... te has... - tragó saliva nervioso - olvidado... la... la ropa - su entrepierna se levantó y él trató de esconder a su amigo bajo el edredón.
Apenas hacía unas horas había disfrutado toda la noche de su anatomía, pero no parecía ser suficiente. Esa mujer era terriblemente preciosa. Sus senos perfectos, sus piernas largas, la curvatura de su espalda, su trasero, sus ojos, su sonrisa.
Beckett sonreía entre cohibida y segura de si misma. Le gustaba ver como él la miraba con devoción, otro hombre seguro que ya se habría lanzado a por ella, él no, él solo la estaba amando con la mirada, no necesitaba nada más.
- Lo sé... - sonrió seductora.
- ¿Entonces?
- Quería saber si me querías... - sonrió ella agachando la mirada.
- ¿Cómo si te quiero...? - él frunció el entrecejo levantándose de la cama - no te quiero, estoy enamorado de ti, mi vida - se acercó a ella y la cogió del rostro.
- Lo sé... - Beckett le mantuvo la mirada.
- ¿Entonces? - depositó un beso en sus labios.
- Nada... - le abrazó con fuerza.
- No te voy a hacer el amor, Kate, aunque me muera de ganas y me incites a ello - susurró en su oído - porque tienes que ir a ver a tu madre...
- Te amo - susurró ella de vuelta en su oído depositando un beso en su hombro.
Y se volvió a perder por la puerta del baño mientras Castle observaba el contoneo de sus caderas y la gracilidad de su cuerpo desnudo.
Sí, la quería.
El antiguo Richard Castle jamás hubiera dejado escapar la oportunidad de acostarse otra vez con un bombón como la inspectora.
Pero el Richard Castle enamorado de Kate Beckett solo quería ver como esta llegaba a la hora al encuentro con su madre y volvía a sonreír.
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Enlazados (Caskett)
FanfictionHistoria ambientada en la serie de televisión "Castle" y sus personajes principales.