Saber que Jayson tenía una hermana pequeña, y que encima esa niña era una de mis nuevas alumnas me había impactado demasiado. No solo porque me imaginaba que era hijo único, viendo lo prepotente que era a veces, sino por ver la ternura con la que había tratado a Alice. Además estaba clarísimo que ella lo adoraba.
Allison había aparecido unos minutos después de que los hermanos se fueran. Y entre ella y Hilary habían planeado salir las tres a comer, y cuando esas dos se ponían de acuerdo ya no había nada más que hacer. En eso me recordaban a Katherine, en el poco tiempo que la conocía me había dado cuenta de las locuras que se le pasaban por la cabeza, y de las que siempre me acababa convenciendo.
Estábamos acabando de comer el postre, Hilary se acababa de ir, cuando Allison decidió estropearme la comida.
–Jamie, sé que te va a molestar esto, pero... hace unos días hablé con papá.
–Con George – la corté rápidamente sin levantar la vista de mi plato. Mi tarta de chocolate era mil veces más interesante que cualquier cosa que pudiera venir de ese hombre.
–Bueno, pues con George – me dijo un poco harta – Si llamarlo así te hace sentir mejor. El caso es que me llamó, y este fin de semana va a estar aquí.... A lo mejor podíamos verlo y...
–Ni se te ocurra acabar esa frase, Allison. No voy a verlo, me da igual lo que hayáis hablado, no quiero saber nada de él. No vamos a jugar a la familia feliz porque no lo somos. Si tú quieres quedar con él, lo respeto... pero yo no puedo – la voz se me entrecortó y los ojos se me llenaron de lágrimas, pero no iba a permitir que cayera ni una más.
Allison que sabía mejor que nadie como me había, y seguía, afectando ese tema, se acercó a mí y me abrazó sin decir nada más. Cambió de tema y me empezó a hablar de los arreglos que Liam y ella estaban haciendo en su nuevo apartamento.
–¿Y a qué hora has quedado con Liam?
–Uhm a ninguna en concreto. Me dijo que en cuánto acabara de trabajar me avisaba. ¿Por?
–Porque demostraríais lo buena hermana y cuñado que sois si antes de iros me llevarais a la residencia – dije poniendo mi mejor sonrisa. Esa con la que siempre conseguía convencerla cuando éramos pequeñas.
–Hay una parada de autobús a una calle de aquí – comentó como quién no quiere la cosa para chincharme. Sabía que ya la había convencido.
–Sí, lo sé, pero tardaré el doble en llegar, y me gustaría dormir un poco antes de ir al partido – dije haciendo un pequeño puchero.
– ¿Partido, de qué? – preguntó como si fuera lo más raro del mundo.
–Pues de fútbol como que de qué. Es el primer partido del equipo de la universidad y me apetece ir a verlo. Tan raro te parece.
–No, no. Ya me doy cuenta que aunque no quieras hay cosas que se llevan en la sangre - dijo mientras se hacia la loca revolviendo en su bolso.
– ¡Allison! – grité advirtiéndola. Porque sí por mucho que lo quisiera ignorar el amor por el fútbol me venía por mi padre. Todavía me dolía acordarme de los domingos los dos solos en el sofá, hasta que se nos unió Max, viendo los partidos.
Y desgraciadamente no era lo único que compartíamos. Mis ojos azules eran idénticos a los de mi padre, cada vez que me miraba en el espejo me acordaba de él y mi corazón se encogía un poco más. Menos mal que el color de pelo lo había sacado de mi madre, al igual que Ali. Mi hermana era físicamente era igual que nuestra madre, pelo castaño oscuro y ojos color caramelo. Algunas personas de mi familia más lejana hasta la llamaban mini Eli, por el nombre de mamá, Elisabeth. Max sin embargo era una copia de George, pelo castaño claro y los ojos también azules.
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Odio Amarte#1 Trilogía EDL
Teen FictionJamie por fin ha conseguido cumplir su sueño de ir a la Universidad. Los problemas familiares que ha tenido durante este último año, y su orgullo por mantenerse sola y no pedirles nada a sus padres, le traerán más de un dolor de cabeza. Aunque ningu...