Capítulo 53 Jayson

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Llevábamos como una hora paseando por Pittsfield. Tras nuestro encuentro en el coche los dos estábamos hambrientos así que no tardamos en ir hasta un local de comida rápida para coger algo, y comer mientras Jamie me mostraba un poco de su ciudad. Se le notaba que no estaba del todo feliz pero se le veía más libre que nunca, hasta en la manera en la que habíamos hecho el amor esta vez la había notado diferente. Si es verdad que entendía que en su primera vez tuviera cierto miedo, pero solo había pasado unas pocas horas desde ese momento y mientras teníamos sexo en el coche parecía que hubieran pasado años. Jamie se movía con confianza, y sobre todo se había mostrado tal cual era ella sin esconderse, en ninguno de los sentidos. Me enorgullecía pensar que yo tenía algo que ver en eso, aunque me guardé el pensamiento ya que solo iba a ganarme un "engreído" de su parte.

– ¿Por qué sonríes así? – preguntó Jamie girándose hacia mi, mirándome con recelo mientras caminábamos de la mano.

–Estoy acordándome de algo – respondí sin dejar de hacerlo – Esta visita a Pittsfield me está dejando unos recuerdos cojonudos.

– ¡Qué asco, Jay! – protestó negando con la cabeza fingiendo mala cara – Lo peor es que cada vez me sorprenden menos esos comentarios – dijo haciéndome reír.

–Eso es bueno, enana. Cada vez nos conocemos mejor – vacilé carcajeándome mientras pasaba mi brazo por su hombro pegándola a mi – Conocemos nuestros cuerpos, lo que nos gusta – empecé a decir observando de reojo como Jamie se empezaba a sonrojar.

–Calla, bobo – dijo con una risa nerviosa – ¿Por qué siempre te burlas de mí? – se quejó haciendo un puchero como los que solía hacer Alice.

–Me estás recordando mucho a mi hermana ahora mismo, y sobra decir que tiene cinco años – comenté pellizcando su mejilla como hacía con Ali, recibiendo la misma reacción, Jamie me fulminó con la mirada – Y que puedo decir sobre eso, se está volviendo mi entretenimiento favorito – dije como si tal cosa mientras seguíamos caminando.

–Eres un capullo – dijo parándose en seco haciendo que yo también lo hiciera. Nunca me había gustado tanto que me llamaran capullo, pero en la boca de Jamie sonaba tan bien. Era hasta sensual, me ponía muchísimo. Aunque prefería callármelo antes de que me acusara de enfermo o dejara de hacerlo – A veces no entiendo porque te quiero tanto – anunció enfurruñada.

–Pues yo sí sé porque te quiero a ti – dije poniéndome delante de ella agarrando su rostro con mis manos – Porque eres absolutamente perfecta, me complementas en todos los sentidos. Y porque no sabía que te necesitaba tanto en mi vida hasta que te conocí – declaré antes de besarla.

Cada palabra que había dicho la sentía muy dentro de mí. Que estaba enamorado de Jamie ya no era un secreto para nadie que me conociera, pero ver como se había abierto a mí hacia un par de horas. Me había hecho acabar de entender que lo nuestro iba mucho más allá del amor, estábamos destinados. Entendía perfectamente cómo se sentía tras el abandono de su padre porque yo había vivido una situación muy similar, y le agradecía que me lo hubiera contado porque eso me hacía entender cada rincón de su corazón, hasta los que se empeñaba en ocultar. Yo también lo había hecho, también me costó superarlo y había cosas que habían dejado una cicatriz permanente en mí. Alguna parte de mi había estado rota como lo estaba Jamie ahora, pero al estar juntos éramos capaces de que esa parte se completara con el otro.

–Me acabas de recordar porque te quiero – susurró Jamie sobre mis labios separándonos antes de dejar un último pequeño beso.

–Ya veo eh, solo por el interés. Sé que soy el hombre que mejor besa del universo, y joder, estoy muy bueno; pero solo quererme por eso está muy feo, enana – me burlé de nuevo riendo haciéndola blanquear los ojos.

Odio Amarte#1 Trilogía EDLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora