Odio Amarte#1 Trilogía EDL

Capítulo 54 Jamie

¡No podía estar más contenta! Jay y yo volvíamos a estar juntos, después de mil obstáculos volvíamos a ser novios, y eso me hacía llevar con una sonrisa en la cara todo lo que estaba pasando con mi familia. No me había sentido sola en estas últimas veinticuatro horas porque había sabido con toda seguridad que Jayson estaba ahí para mí, para cualquier cosa. Por supuesto estaba triste y me dolía no estar en casa estas Navidades, pero la emoción tras la reconciliación con Jay había opacado todo lo malo y tenía muchas ganas de celebrar estos días con él. Sería diferente lo haría con su familia pero también allí había muchas personas importantes para mi, más allá de Jayson. Iba a estar con Alice a la que adoraba, con Helen que me producía una ternura inmensa, con Rachel que había sido encantadora y no me podía olvidar de Kat. Mi mejor amiga, la que había estado conmigo desde el primer día, en lo bueno y sobre todo en lo malo. Y que hacía unos minutos me había vuelto a demostrar lo maravillosa que era, y lo afortunada que era yo de tenerla. Había ido a su habitación y tras asegurarle que estaba bien, Kat seguía preocupada porque me hubiera ido así de la fiesta, le conté todo. Absolutamente todo, sin guardarme nada para mí, de lo que había pasado con mi familia desde el abandono de mi padre. No me esperaba otra cosa de su parte, pero Kat fue compresiva y no tardó ni dos segundos en abrazarme con cariño y mostrarme su apoyo cuando acabé de hablar. Y disfruté feliz, después de ese momento tan tenso, al decirle que Jay y yo volvíamos a estar juntos y que todos nuestros problemas estaban ya solucionados. Creo que los gritos de felicidad de Kat se pudieron escuchar en toda la residencia, y más cuando le di la noticia de que iba a pasar la Navidad con ella, ya que Jayson me había invitado a pasar las fiestas en su casa. Las dos nos abrazamos chillando contentas por poder pasar juntas más tiempo, aunque la alegría me duró poco porque mi móvil sonó avisándome de un mensaje.

–Jamie, sé que no tengo ningún derecho a pedirte nada

Pero por favor, puedes bajar a la puerta de tu residencia

Allison me había enviado ese mensaje. Y aunque no le contesté nada y tardé un par de minutos en decidir qué hacer, tras reflexionarlo en voz alta ante Kat que me dio su opinión. Ahora me encontraba bajando en el ascensor para encontrarme con mi hermana. En cuanto salí a la calle la vi junto a Liam fuera del coche, este me regaló una sonrisa cariñosa en cuanto se percató de mi presencia ¿Liam también sabría todo? Me pregunté sin poder evitarlo, para un segundo después sentir que ya me daba exactamente igual, ¡que importaba! Allison siguió la mirada de su novio y en cuanto me vio, caminó rápido hacia mí que avanzaba hacia ellos, encontrándonos a mitad de camino.

–Jamie – suspiró – Solo vengo a pedirte perdón y a desearte una feliz navidad. Siento todo lo que ha pasado, y que te hayas tenido que enterar de esa manera. Sé que no tengo excusa, por eso no voy a intentar explicarme de ningún modo.

–Te lo agradezco – susurré. No quería discutir más, y menos con Alli. Me había decepcionado, pero la quería muchísimo. Mi hermana mayor siempre había sido mi mayor ejemplo.

–Te imaginarás que mamá ya me ha contado todo y entiendo tu postura. Debería haberte dicho la verdad desde el primer momento, pero como te digo no quiero remover más el tema y hacerte más daño. Solo decirte que lo siento muchísimo, Jamie y que espero que puedas perdonarme algún día.

Asentí lentamente con un nudo en la garganta, me costaba mirarla y no romperme. Seguía muy enfadada y decepcionada por cómo había sucedido todo, no solo era que mi padre me estuviera pagando mis gastos, era sobre todo el engaño. Pero en el fondo de mi corazón también sabía que Alli y mamá solo buscaban mi bienestar, y que lo que habían hecho siempre había sido pensando en lo que era mejor para mí.

– ¿Te puedo dar un abrazo antes de irme? – preguntó con los ojos acuosos, ella tampoco lo estaba pasando bien. Volví a asentir, era incapaz de pronunciar una sola palabra – Te quiero mucho, Jamie. Perdóname, pensaba que era lo mejor para ti – dijo abrazándome con fuerza y no dudé en devolverle el gesto – Feliz navidad, disfruta estos días con Jayson.