Capítulo 34 Jamie

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Después de ver la película con algunos de nuestros amigos, Jayson prácticamente me arrastró a su habitación. Según él lo nuestro ya era oficial por lo que no había nada que nos impidiera dormir juntos. En un primer momento me negué por seguir burlándose de mí, y no haberme dejado dormir con él la noche anterior, pero al final acabé aceptando. Quería que Jayson fuera lo primero que viera por la mañana. Nunca había sentido esa necesidad de estar constantemente con alguien, ahora viéndolo desde la lejanía sabía que nunca había llegado a estar enamorada de Connor. Este sentimiento tan profundo no lo había sentido nunca con nadie, Jay era el primero.

-Enana - oí un leve susurro mientras depositaban un suave beso en mi mejilla - Me tengo que ir a clase.

Abrí los ojos poco a poco, entraba un poco de luz en la habitación y no había cosa que me molestara más que la luz nada más despertarme. Cuando por fin pude abrirlos del todo vi que Jayson estaba justo enfrente de mí, agachado al lado de la cama. Me sonrió en cuanto vio que abría los ojos.

-Buenos días, dormilona - saludó suavemente mientras acercaba una mano para retirar el pelo de mi cara - Siento despertarte tengo que irme a clase ya y no quería irme sin decirte nada.

- ¿Tú a clase? - pregunté extrañada con voz ronca de recién levantada. Jayson no iba casi nunca a clase, solo cuando le apetecía, y lo peor de todo es que aun así sus notas eran increíbles.

-Ey, ¿a qué viene ese ataque tan innecesario? - bromeó frunciendo el ceño fingiendo estar enfadado - Aunque no te lo creas, enana, voy más de lo que piensas.

Me quedé mirándolo con una sonrisa irónica y no aguantó mucho antes de echarse a reír.

-Tienes razón, siempre paso de ir, pero debo entregar un par de trabajos. Tú sigue durmiendo hasta la hora que quieras, dejo la llave en la mesa para que cierres - comentó levantándose.

-No, no. Yo me voy ya a mi habitación - dije sentándome rápidamente en la cama.

- ¿Qué? No, quédate aquí. Ayer me dijiste que no tenías clase hasta las once y son las ocho. Vuelve a dormir, Jamie - ordenó inclinándose para plantarme un beso rápido en los labios.

- ¿De verdad que no te importa? - pregunté un poco nerviosa por quedarme sola en su habitación.

-No, dudo que vayas robarme. Y si quieres mirar mi cajón de la ropa interior tienes permiso, es el segundo empezando por abajo - comentó el muy capullo guiñándome el ojo.

- ¡Que egocéntrico eres! - dije blanqueando los ojos - No tengo ninguna intención de ver tus calzoncillos.

-Supongo que prefieres verme sin ellos - se burló sin poder aguantar la risa al ver mi cara.

- ¡Jayson! - grité tapándome hasta la cabeza con las sábanas.

-No te avergüences de ello, enana. No es nada malo, a todas les pasa - siguió burlándose sin parar de reír.

-Para - ordené destapándome para mirarlo - Si tienes intención de volverme a ver alguna vez en esta cama, te recomiendo que te calles - dije fulminándolo con la mirada.

-La culpa es tuya, enana. Que seas lo primero que he visto al despertarme me ha puesto de buen humor - comentó sentándose a mi lado en la cama.

Y mi pequeño enfado momentáneo se evaporó. Le miré embobada, Jay era capaz de conseguir que con solo una palabra o una mirada intensa de la suyas cambiaran mi estado de ánimo. Me hacía querer estar besándolo todo el día.

Me destapé del todo, y me arrastré hasta estar de rodillas delante de él, pasé mis brazos por su cuello acariciando su nuca.

-A mí también me gusta que seas lo primero que veo nada más abrir los ojos, Jay - en la cara de los dos apareció una sonrisa, y Jayson juntó nuestros labios.

Odio Amarte#1 Trilogía EDLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora