Odio Amarte#1 Trilogía EDL

Capítulo 11 Jamie

Eran las tres y algo de la mañana cuando decidí que ya era hora de irme. Logan, uno de los jugadores del equipo que había conocido esta noche, se había ido hacia un rato con una de las chicas que estaba en el bar; que por cierto era amiga de una pelirroja que no había parado de mirar a Jayson durante toda la noche. Todo el rato con sonrisas coquetas y guiños, que por supuesto el correspondía sin ni siquiera levantarse. El típico tío que como estaba bueno se creía que con una simple sonrisa ya lo tenía todo hecho. Y lo peor es que así era.

Además Kathe y Colin estaban cada vez más a lo suyo, ella sentada en las piernas de él todo el rato haciéndose mimos. Y Evan seguía con sus indirectas, sabía que en cierto modo estaba de broma, pero el efecto del alcohol se me estaba pasando, y todo me estaba empezando a dejar de hacer gracia. Sobre todo porque no paraban de venirme a la cabeza trozos de la bronca que había tenido con Connor hacia unas horas. Al que por cierto no había vuelto a ver en toda la noche.

Nos habíamos dicho cosas bastante desagradables y algunas de las inseguridades que nos habían acompañado durante el último año habían vuelto a salir a flote. Él sentía que lo había dejado solo durante todo este tiempo, y yo seguía con mi idea de que si se sentía así y no entendía porque había tomado ciertas decisiones lo mejor era dejarlo antes de acabar dañando nuestra amistad.

–Chicos, me voy a ir ya a la residencia. Ha sido un día demasiado largo y necesito urgentemente mi cama. Además mañana también madrugo – dije levantándome, cogiendo mi chaqueta de cuero y el bolso.

– ¿Quieres que te llevemos? – me preguntó Kat.

-No, no os quiero estropear la noche a Colin y a ti. Ahora llamo a un taxi, no te preocupes – le contesté con una sonrisa tranquilizadora.

–Quédate, preciosa. Nos lo estamos pasando bien. Un rato solo, luego si quieres te llevo yo – se ofreció entonces Evan intentado convencerme para que me quedara un poco más.

–De verdad gracias, pero no. Además creo que ahora mismo no soy la mejor compañía. Y...

–Vamos, enana. Yo te llevo – me cortó de repente Jayson, que se había mantenido en silencio hasta ese momento, levantándose de su sitio.

Todos nos quedamos mirándole fijamente por unos segundos.

–No es necesario, yo puedo volverme sola.

–Sí, lo es – dijo cogiéndome de la mano y tirando de mí hacia la salida.

–Adiós chicos, mañana hablamos Kat – me despedí a gritos mientras Jayson me arrastraba hasta la puerta.

No me soltó la mano hasta que subimos al coche. Y aunque fue raro, la sensación no era desagradable después de todo.

Llevábamos la mitad de camino en silencio. Yo iba inmersa en mis pensamientos mirando por la ventana cuando Jayson empezó a hablar haciendo que me girara hacia él.

– ¿Te encuentras bien? – me preguntó sin despegar los ojos de la carretera.

–Sí, ¿por qué iba a estar mal?

–Bueno, hace un rato estabas "muy contenta" – dijo con sarcasmo insinuando que me había pasado con la bebida – Y de un momento a otro te has querido ir.

-No estaba borracha, Jayson, si eso es lo que quieres decir. Y sí, me lo estaba pasando bien, pero ya es demasiado tarde y tengo sueño – según él ya éramos amigos, pero ni de broma le iba a contar la discusión que había tenido con Connor –Además tú también has bebido – le acusé.

–Sí, pero ni de lejos tanto como tú –me contestó con una sonrisa – Aunque te sorprenda no suelo beber mucho. Me gusta cuidarme y emborracharme a menudo no es compatible con la vida de un futbolista, por lo menos para mí. Además, no pienses ni por un momento que si estuviera en malas condiciones me pondría a conducir. Y menos si tú vas en ese coche – dijo esta vez girándose y clavando sus ojos marrones brillantes en los míos.