–Me estás poniendo jodidamente nervioso con la puta sonrisa de gilipollas que tienes desde esta mañana – protestó Evan ya sentados en la cafetería. Éramos los primeros en llegar a la mesa.
No pude evitar empezar a reírme, lo que solo consiguió que me fulminara de nuevo con la mirada, y empezara a comer mosqueado. La verdad es que me costaba la ostia no sonreír, por primera vez después de muchos días me sentía feliz, y aunque todavía no se lo había contado a nadie esperaba que en unos minutos entendieran el por qué.
La noche anterior cuando cerré la puerta de mi habitación dejando a Jamie fuera, no me podía imaginar que se le iba a ocurrir saltar el muro que separaba nuestros balcones para hablar conmigo. Pensé que iba a intentar convencerme otra vez sobre ser amigos o llevarnos bien, pero ni de coña había pensado que me iba a decir que quería que estuviéramos juntos. Con Jamie siempre perdía un poco mi orgullo, y en cuanto aquellas palabras salieron de su boca yo tenía más que claro que iba a aceptar. Nunca había dudado de sus sentimientos, y aunque el miedo que tenía nos había hecho daño a los dos, había sabido vencerlo. Eso no quería decir que no se lo iba a poner un poco difícil, sonreí para mi mismo. No era una venganza como tal, era más un juego, y una forma de ayudarla a superar sus dudas sobre nuestra relación. Quería demostrarle que yo no tenía ningún problema en que todo el campus supiera que estábamos juntos, es más estaba encantado. Iba a disfrutar viendo como Jamie se moría de vergüenza, y la caras de sorpresa de nuestros amigos; se podría decir que me gustaba provocar, pensé mirando de nuevo a Evan que seguía cabreado, y me volví a reír.
–Por lo que veo estáis de buen humor – comentó Colin, que acababa de aparecer con Logan, mientras se sentaban con sus respectivas bandejas.
–Se podría decir que sí – dije sin borrar la sonrisa de mi cara. Los recién llegados me miraron extrañados, pero no dijeron nada.
–Este idiota lleva toda la puñetera mañana sonriendo como un imbécil. Casi lo echan de clase porque el puto profesor se ha pensado que se estaba riendo de él – contó Evan haciendo que los tres estalláramos en carcajadas – Y encima no suelta porque está así.
–Joder, tío, mira que eres pesado. Ya te enteraras en su jodido momento, no lo estropees.
–Como no merezca la pena te voy a dar de ostias – me amenazó en broma.
–Podrías intentarlo, cabrón – respondí riendo.
A los pocos minutos llegaron todos los que faltaban, entre ellos mi prima, y la mesa se llenó. Estábamos todas las personas que habitualmente nos sentábamos juntos. Todos, menos Jamie. Era raro que no estuviera ya aquí, sobre todo viendo que Kat si estaba. Sabía que muchas veces sus últimas clases coincidían, y sino siempre se esperaban en el pasillo para venir juntas a comer a la cafetería o para volver a la residencia cuando comíamos en el comedor.
Observé a mi prima, estaba sentada enfrente de mí, al lado de Colin. Me quedé un rato con la mirada fija en ella, intentado llamar su atención sin que nadie más se diera cuenta. No estaba muy seguro si Kat sabría lo que le había pedido a Jamie, pero tenía claro que debía saber dónde estaba, se habían vuelto inseparables. Era consciente que Jamie le había contado todo lo que habíamos tenido. Ninguna me lo había confesado directamente, pero cuando mi prima vino a pedirme tiempo para Jamie, a hablarme de sus miedos y a decirme lo contenta que estaba de que me hubiera enamorado no me quedó ninguna duda. No me molestaba, confiaba de sobra en Kat, y entendía que Jamie se quisiera sentir apoyada en esos momentos. Además, a la única persona que mi prima se lo podía comentar era a Colin, y estaba claro que no le iba a descubrir nada nuevo. Kat pareció captar mi mirada, y también Colin que al ver como su novia me observaba siguió su mirada hacia mí. Solo con mirarla fijamente mi prima me entendió, desde pequeños estábamos muy unidos y éramos capaces de entendernos solo con la mirada, también mi amigo, aunque éste no entendió por quién preguntaba. Kat levantó los hombros haciéndome saber que no sabía que pasaba, pero haciéndome un gesto con la cabeza hacia la puerta para indicarme que Jamie estaba allí. Vi como Colin le preguntaba que qué estaba pasando y Kat le empezaba a cuchichear al oído, me hubiera gustado ver la reacción de mi amigo al enterarse de lo que iba a pasar, pero estaba más pendiente de que la puerta de la cafetería se abriera y me dejara ver a mi novia. ¡Joder, que tenía novia!
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Odio Amarte#1 Trilogía EDL
Teen FictionJamie por fin ha conseguido cumplir su sueño de ir a la Universidad. Los problemas familiares que ha tenido durante este último año, y su orgullo por mantenerse sola y no pedirles nada a sus padres, le traerán más de un dolor de cabeza. Aunque ningu...