¡Joder, estaba en un puto sueño! Había fantaseado millones de veces con hacer el amor con Jamie, y tenerla ahora debajo de mí entre ruidos de placer por lo que yo estaba haciendo con su cuerpo me estaba volviendo jodidamente loco. Para mi gusto habíamos tardado demasiado en llegar a esto, pero no había querido presionar a Jamie. Sabía que mi fama me precedía y lo que menos quería es que pensara que mi interés en ella era solamente sexual. Además en alguna ocasión que habíamos estado a punto, siempre ocurría algo que nos hacía parar. Normalmente dejaba que al principio Jamie fuera la que llevara el control, aunque la mayoría de las veces que nos enrollábamos mi cuerpo no tardaba en descontrolarse; siempre quería más de ella. Era imposible controlarme cada vez que la tenía cerca, su cuerpo atraía al mío como dos imanes. No estaba seguro de si esto iba a ser una reconciliación con todas las letras, pero aunque de vez en cuando me costara asumirlo haría cualquier cosa por estar juntos de nuevo. ¡Me cago en la puta, si alguien me escuchara!
-Dame un segundo, enana - dije arrodillándome delante de su cuerpo mientras rebuscaba en mis pantalones.
- ¿Debería molestarme que lleves esa cantidad de condones en tu cartera? - cuestionó graciosa apoyándose en sus brazos para mirarme.
-Yo creo que deberías agradecérmelo sino ibas a quedarte con las ganas - me burlé riendo - Y para que no te montes películas en esa cabecita tuya - comenté dándole un toque - Los llevo ahí por costumbre, no tenía intención de usarlos. Por lo menos no con otra - aclaré guiñándole un ojo.
-No comentaré nada... por ahora - añadió con una sonrisa de boca cerrada - Sobre tu costumbre - dijo con cierto tonito.
-Mejor - aseguré - Menos charla y más acción, enana. Llevas demasiados minutos sin besarme - dije después de colocarme el preservativo tumbándome de nuevo sobre Jamie.
Quería que nuestra primera vez juntos fuera especial, por ello dediqué varios minutos a besar y acariciar a Jamie por todo el cuerpo. Joder, solo con eso era capaz de perder la cordura, tenía que controlarme sino quería que durar tres malditos segundos. Parecía un puto crio de quince años a punto de perder su virginidad en el instituto. Oyendo los gemidos de placer de Jamie, y sin aguantar un maldito minuto más me introduje en su cuerpo a la vez que besaba y mordisqueaba su cuello. Pero me quedé quieto nada más notar como el cuerpo de Jamie se quedaba totalmente rígido y oía un pequeño gritito salir de su boca. Levanté la cabeza y vi que tenía los ojos cerrados haciendo fuerza, y que se mordía el labio mientras apretaba una de sus manos, ¡¿ostia puta, Jamie era virgen?! Joder, estaba siendo su jodida primera vez de verdad, y era conmigo.
-Ey, enana - dije con suavidad acariciando su nariz provocando que abriera los ojos lentamente - ¿Estás bien? ¿Te he hecho daño?
-Eh... eh no, no. Estoy bien, sigue - respondió no muy segura. Y solo con ver como seguía apretando su puño sabía que me estaba mintiendo.
- Es mentira, enana, te está doliendo. ¿Por qué no me habías dicho que eras virgen, Jamie? - pregunté serio moviéndome suavemente intentado evitarle el máximo dolor, pero cerró los ojos un par de segundos suspirando.
-No me pareció importante - comentó casi en un susurro poniéndose roja - Vamos, Jay. No te enfades - pidió al ver que la fulminaba con la mirada.
-Hablaremos luego - declaré cerrando la conversación por el momento.
Me incliné de nuevo hacia Jamie para besarla y que poco a poco se relajara, lo único que quería era que disfrutara y que el dolor que sentía se fuera cuanto antes. Me comencé a mover de nuevo, ya no aguantaba un puto minuto más dentro de ella sin hacerlo. Y aunque los primeros minutos sentí el cuerpo de Jamie bastante tenso y algún quejido incómodo, según se reproducían mis movimientos una y otra vez, los sonidos se convirtieron en gemidos de placer que me hicieron relajarme y moverme con más velocidad. Los dos llegamos al clímax entre suspiros de satisfacción.
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Odio Amarte#1 Trilogía EDL
Teen FictionJamie por fin ha conseguido cumplir su sueño de ir a la Universidad. Los problemas familiares que ha tenido durante este último año, y su orgullo por mantenerse sola y no pedirles nada a sus padres, le traerán más de un dolor de cabeza. Aunque ningu...