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> Isla Musutafu <

Todoroki Enji, como al fin se había presentado, se había tomado la libertad de explicarle todo lo que vería y viviría por el resto de sus días en los que sería la esposa de su hijo.

Pura mierda, quiso responderle.

Fuyumi, la hija mayor de los Todoroki, se vio en la obligación de actuar como su nueva hermana mayor, enseñándole todas las diferencias que había entre las Naciones Elementales y la Isla Musutafu. Además de corregir sus manías rudas y crueles, básicamente tratándola como una muñequita fácil de moldear. E Inoru no era una.

Se había anunciado a todos los hijos que una chica estaría viviendo con ellos, una estudiante de intercambio que obtuvo una gran beca para estudiar y aprender directamente del Héroe #2 de todo el mundo: Endeavor. Una verdad a medias, ya que por pedido de la rubia no anunciarían que era la prometida de su tercer hijo y menos de dónde venía originalmente.

Aún podía haber cambio de planes.

Inoru.

A su habitación re-modelada, cambiando todo el rosa por blanco y tonos grises, accedió Enji con varias mucamas detrás de él. Traían consigo muchas cajas, probablemente llenas de libros, ropa, y otras cosas más. Lo único que Inoru apreciaba de su nuevo tutor es que al menos él sí intentaba hacerla sentir cómoda, siendo él mismo en el proceso, casi de una manera agresiva, pero con noble intención.

Saldrás conmigo a la ciudad. Cámbiate.

Bien...

Detuvo su lectura para obedecer las órdenes del hombre, no quería provocarlo, su hija le había advertido del terrible carácter que tenía, y ella prefería hacer las cosas por las buenas. Todo era mejor si se obedecía.

Se acercó a las cajas, abriendo cada una con cuidado, sonriendo verdaderamente después de mucho tiempo. Realmente, Todoroki Enji se estaba esforzando mucho por hacerla sentir a gusto en su casa. Podrían pensar que quería comprarla con regalos para que no intentara escapar, pero ese trato era, por mucho, lo más cercano al amor de un padre. El suyo se la pasa borracho, o en misiones, o desaparecido, como su madre.

Eligió un vestido negro, liso y ajustado en las partes necesarias, con un escote y diseño sencillo y de apariencia elegante; no era tan corto y podría usarlo cómoda mente con sus sandalias ninjas sin afectar la elegancia de la prenda. Fue hasta su tocador y se miró en el espejo, viendo lo bien que le quedaba y lo madura que le hacía ver. Solo se aseguró que su cabello estuviera presentable y salió en busca del mayor.

No tenía muchos ánimos de salir, le gustaba su jaula de oro, además toda esa tecnología y humo por todas partes le ponía de mal humor, cosa que divertía al pelirrojo y era la principal razón de llevarla consigo a todas partes.

En la estancia se sorprendió de ver a un chico desconocido vestido con uniforme y una mochila a sus pies, hablando sin emoción con una de las sirvientas, tenia su cabello bicolor, entre blanco y rojo, y era un poco más alto que ella. Lo supo sin necesidad de presentarse, que ese muchacho también era hijo de Enji, y decidió no tomar le importancia hasta que el mayor les presentara.

Lo pasó de largo, sin ver su rostro o siquiera saludarlo por cortesía. No haría nada innecesario como lo era crear amistades. No le interesaba conocer a todos los hijos de ese hombre.

Subió al auto sin decir palabra alguna, viendo a través de la ventanilla el rumbo que tomaban y escuchándose de fondo la explicación del héroe de fuego, como si fuera el cantar de un grillo. Algo insignificante para sus oídos pero que aún así su cerebro se encargaría de guardar.

Thing Of Two || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora