V e i n t i t r é s

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> Doblemente celosos <

No sabían qué era peor...

Que los encontrarán en esa situación incómoda... O que fuera Shouto quien los despertara y llevará a esa situación incómoda.

Esperaba de todo... Menos esto.

Lo haces sonar como si te estuviera engañando.

Para aclarar la situación... Inoru estaba recostada en el pecho de Katsuki, ambos tumbados en el sillón más grande de la sala y bastante cómodos con la cercanía del otro. Y aparentemente ninguno de los dos sabía cómo rayos habían terminado así.

Todo remontaba a horas atrás cuando Inoru le propuso a su primo jugar a las escondidas a medida de venganza por estarla despertando de tan horrible manera, terminando con que la ninja encontró a Katsuki debajo de la cama de sus padres, gritando de alegría por su victoria de manera infantil pero siendo demasiado espeluznante al sonreír... y arrastrar al chico por los pies para sacarlo de ahí.

Hubo una gran persecución durante al menos media hora, sí, muy increíble, dejando muchos de los muebles y adornos destruidos por la carrera. Katsuki sabía que había perdido el "maldito juego", como él le llamaba, pero estaba reacio a recibir un castigo que, si bien merecía, era muy exagerado. Porque, ¿A quién se le ocurría poner de castigo "bañarse en agua hirviendo"? Solo a Inoru.

Terminaron dando vueltas en la sala principal con varias armas para defenderse y atacar al contrario. La más letal eran unas tijeras de costura... y eran de Inoru. La rubia las sujetaba con fuerza mientras con su mano libre intentaba apresar a su primo para hacerle un lindo corte de cabello, y Katsuki sabía que haría de todo con ellas menos cortarle el cabello.

Así fue como terminaron tumbados en el sillón. Katsuki debajo de ella, antes apresado por la ninja en un intento por salvarse usando la secadora inalámbrica de su madre que su prima tanto odiaba, e Inoru descansando pacíficamente su cabeza en su pecho, antes amenazando al varón con las tijeras en alto y la otra de sus manos intentando someterlo al apretar su cuello, dejando éstas ahora en el suelo con su mano muy cerca de ellas al igual que la secadora debido a la posición de ambos en el sillón.

Lo divertido del asunto era que al ser sábado era ilógico que ambos estuvieran despiertos tan temprano. Katsuki había vuelto a levantar a su querida prima a las siete de la mañana sin necesidad alguna, y el desayuno, el juego y la persecución les tomó casi cuatro horas, por lo cual era razonable que quedarán agotados y dormidos en esa posición en la más rara de las situaciones...

Y ninguno recordó que Shouto pasaría a medio día a visitarlos, o visitar a su novia.

¿Que cómo entró? Él tenía una copia de las llaves. Ventajas de salir con Inoru.

¿Y bien?

¿No me crees?

Siendo sinceros, a Katsuki le divertía ver celoso al bicolor por su causa, porque si bien ser familia no quitaba el hecho de que fueran jóvenes hormonales y curiosos por naturaleza, más si agregaban a la fórmula que Inoru parecía ser más experta que ellos en algunas cosas daba un poco de miedo a veces enterarse que estaban solos. Vaya a saber qué locuras haría la rubia con tal de no aburrirse.

Lo hago... —y lo hacía. Shouto estaba sintiendo por primera vez lo que era el amor y lo que los celos conllevan, pero recordemos, seguía siendo un adolescente inseguro y poco conocedor de ese territorio tan extraño llamado "enamoramiento". — Lo que no entiendo es por qué no te quitas de ahí. —además de desconfiar en cierta del chico explosivo pues ambos no se llevaban muy bien.

Thing Of Two || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora