| Especial OVA 1 | + Fin del Primer Arco

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Se podría decir que después de todo el caos montado por culpa de los periodistas y demás personas, la supuesta sentencia de Inoru por los cargos que atentaran contra la vida de los civiles no se vio necesaria ni aplicada, y toda aquella persona que intentara divulgar información secreta sobre la menor o su lugar de nacimiento sería gravemente sancionado.

Así fue como se creó «El sistema de protección Yaru» con el fin de proteger a la joven ninja y todos sus allegados involucrados.

Inoru obtuvo "libertad condicional" y, estando bajo constante vigilancia a pedido del Director de la Academia Yūei, fue como terminó viviendo junto con su familia Materna, los Bakugo, en un residencial privado al que pocas personas podrían ingresar.

Shouto, dime si duele.

Desde entonces, el problema de quirk del tercer primogénito de Todoroki Enji fue atendido constantemente por la rubia en una terapia espiritual basada en sus conocimientos ninja, regresando el balance que la parte fría y caliente necesitaban para coexistir en el cuerpo del chico.

La terapia que Inoru llevó a cabo estaba inspirada en el estilo del puño suave del Clan Hyuuga, tocando "los nudos de la red de chakra" en la espalda, que era donde más se concentraba el balance de la energía espiritual junto con el pecho, y no podía estar más orgullosa con los resultados al ver que no solo curó a su novio sino que ciertamente lo hizo un poco más fuerte.

Y como extra... podía tocar su piel desnuda casi por horas y nadie se daría cuenta de su secreto deleite.

Con esto terminamos, Shouto. Si vuelve a pasar...

Estaré bien.

Eso espero...

Bajando de la espalda de su novio permitió que el bicolor comenzara a estirarse sobre la cama, dejando todo su peso en ambos brazos hasta sentarse correctamente y quedar a la altura de Inoru para verla a los ojos. Ella intentó sonreír con tranquilidad al devolverle su camisa, pero era obvio que fallaría al hacerlo por lo tensa que estaba al recordar el lío en el que lo metió.

Días como esos se volvían tan pesados que no se comparaban a cuando la trataron como un criminal y casi la culpan de tan solo existir; Inoru nunca se permitió calmarse y tomar las cosas a la ligera por más inocente que fuera. Era muy consciente que por su culpa Shouto pudo salir herido de gravedad, aunque haya sido una posesión exitosa y de tan poco tiempo, el haberlo obligado a desplegar su quirk era suficiente para hacerle daño.

Era bien sabido por el Clan Yamanaka que tomar el cuerpo de alguien no era fácil, meterse en la cabeza de las personas con fines de recabar información era por lejos la opción menos peligrosa. No era lo mismo invadir la cuarta parte del cuerpo que el cien por ciento. Cuando esto ocurría era meramente para infiltración, para chantajes o para debilitar y confundir a las tropas, y si peleaban con ese cuerpo no se usaban las habilidades por la mera razón de no saber usarlas.

Inoru tenía fijación con el fuego, pero no con el hielo. Haberlo usado puso en ese estado de hipotermia constante a su novio... y nunca se lo perdonaría.

Piensas demasiado.

Uno de los dos debe hacerlo.

Terminó de acomodar su ropa lo más casual que pudo, viendo de reojo como la expresión de angustia de su novia no cambiaba, delatando lo que él ya sospechaba. Y siendo el tonto romántico que era, alzó el mentón ajeno y besó con suavidad sus labios. Solo así obtuvo su completa atención y sonrió victorioso ante su cambio de humor, soportando que ella le saltara encima en busca de más besos melosos que lo hicieran ponerse igual a una manzana.

Thing Of Two || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora