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— Hoy es el día...
Cerró las cortinas para impedir la entrada de luz a la habitación, y también para ocultar lo que resguardan esas cuatro paredes.
Divisó a Yoshio detrás de ella, vestido con la misma ropa que usó el día que se conocieron y formaron una alianza, creada principalmente por Ashido Mina, el vínculo que los une. Recogió su cabello en una coleta alta, pensando en todo y a la vez en nada. Serio, igual que ella.
Era el día decisivo.
Hoy sería el día en que Inoru tendría la última charla con la Hokage y dependiendo de la respuesta obtendrá su libertad o será obligada a tomarla por la fuerza, arrastrando a toda la aldea consigo de ser necesario. Llevarse a los Uchiha, los amigos de estos, y desaparecer el mapa. Borrarse de la historia ninja lo mayor posible.
No quiero problemas con ellos, pero si Konoha se pone pesada será todo o nada; pensó contrariada. Era difícil darle la espalda por voluntad propia al lugar que te vió crecer, por más mierda que fuera la mayoría de la gente. No todos merecían su ira.
Para ese entonces, más de la mitad de los ciudadanos ya se habían enterado del regreso de Yamanaka Inoru, esparciendo la voz hasta que esa mitad se convirtió en toda la aldea y la noticia llegó a oídos de Yamanaka Inoichi, quien a su vez informó a los ancianos, los ANBU y por supuesto a Dānzo. En pocas palabras, Inoru tiene la soga al cuello, a punto de ser tirada por los verdugos de toda su vida.
— ¿Los Uchiha están listos? —asintió en silencio, siguiendo de cerca cada uno de sus pasos. — Bien. Andando. Que el tiempo es crucial, no quiero estar aquí más de lo necesario.
— Tan mandona como siempre. —lo escuchó decir, y no pudo evitar sonreír por ello.
Tenía toda la razón. Ni estando nerviosa dejaba de dar órdenes a los demás.
Los viejos hábitos nunca mueren, pensó con ironía, viendo a lo lejos a su sensei ignorar a las personas que al verlo se detenían a observarlo, como si fuera la octava maravilla.
Salieron del complejo Uchiha a paso calmado, lugar donde estuvieron viviendo desde que volvieron a la aldea con los dueños de este. Era preferible estar ahí a cualquier otro lado, de modo que Ino no podía alcanzar a Inoru sin tener que pasar bajo la autoridad de Yoshio antes. Sin mencionar que Sasuke no está muy feliz de estar ahí y como pago por obligarlo a volver, hizo completo monopolio de Inoru, creando disputas innecesarias con Itachi que al final del día la hacían reír. Incluso para el equipo ocho, era casi imposible ver a la rubia menor a menos que Sasuke esté de buen humor.
Itachi les dió los buenos días, con las manos ocultas dentro de la yutaka azul marino que portaba, tan calmado como siempre. Con forme pasaron los días, se vio más sano y feliz. Como favor especial Tsunade revisó su estado de salud, pero Inoru cree que la razón por la que Itachi se curó tan rápido fue porque se liberó de todo el estrés que la aldea puso sobre sus hombros.
Y no estaba tan equivocada.
— ¿Y los otros? —preguntó por el grupo de Sasuke, curiosa de no verlos rondar a su alrededor.
Se había acostumbrado a tenerlos cercas y no verlos le parecía extraño. Lo más loco de ello, es que formó una amistad con la pelirroja y eso sí que no supo cómo pasó.
— Van a quedarse. —respondió el Uchiha menor. — No confío en esta gente.
Asintió, de acuerdo con él. Era preferible que alguien se quedará a hacer guardia y protegiera el lugar, después de todo Inoru tenía en su poder mucha información y es muy seguro que intenten robarla.
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Thing Of Two || BNHA
Fanfiction» Intenté que lo nuestro fluyera, pero veo que tus promesas solo fueron palabras vacías « Yamanaka Inoru nunca fue una chica con suerte. Y por desgracia, Todoroki Shouto nunca quiso cambiarlo. Saga de Thing of Two. Primer Libro: Thing of Two. [...