C i n c u e n t a y d o s

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> Colisión de dos mundos <

¿¡Sabes el error que has cometido, eh?!

— ¡Es tu maldita culpa!

— ¡No me alces la voz!

— ¡NO TE ESTOY ALZANDO LA MALDITA VOZ!

Molesta consigo misma por el pequeño desliz cometido en el plan, juntó las manos a modo de rezo y respiró hondo hasta calmarse, abriendo los ojos con lentitud al mismo tiempo que Bakugo Katsuki imitaba sus acciones. Ambos por fin tranquilos. Sin esperar mucho más, abrazó con fuerza a su mejor amigo con toda la fuerza del mundo, temiendo que el chico entre sus brazos fuera a desaparecer en cualquier momento. Es su querido primo, quien dentro de poco sería por fin su hermano menor, no podía enojarse con él por algo tan mínimo como eso.

Lo siento... este no es el reencuentro que tanto esperaba. —él no dijo nada, hundiendo su rostro en la unión del cuello y hombro femenino, asegurándose que Inoru era real y no un producto de su imaginación. — Estoy tan feliz de verte... De verlos, en realidad. —rió con ternura y tristeza mezclada, estirando la mano hacia Shouto, pidiendo en silencio que se una al abrazo.

No se hizo del rogar. Él también quería tener entre sus brazos a la rubia.

Después de todo, su aparición en las tierras elementales no estaba planeada. Se suponía solo Katsuki debía aparecer, arreglarían las cosas con la aldea usando su mera existencia y ella por fin sería libre. Por fin estaría con ellos, viviendo feliz y sin ataduras, pero ahí estaba él, mirando el sitio con desconfianza, temeroso de las personas que los observan como si fueran abominaciones o algo parecido.

La cálida presencia de ambos varones contra su cuerpo era relajante, similar al tacto de Uchiha Sasuke. Una de las pocas personas que la querían sin intentar cambiar nada de ella.

Como pudo limpió sus lágrimas, sin atreverse a soltar a los chicos que formaron un nuevo mundo con ella, un lugar donde podía sentirse a salvo sin la necesidad de desconfiar hasta de su propia sombra. Un sitio que ni siquiera Inoichi podría destruir.

No era lo que tenía planeado, pero extrañamente siento que fue lo mejor. —el mitad albino aumentó la fuerza del agarre, imitando a Bakugo al esconder el rostro en el otro extremo del cuello, disfrutando del natural olor a amapolas que lo volvía loco. — Chicos... volvamos a casa.

Tardaste mucho en decirlo, exhibicionista.

No le digas así, cuñado.

¡No soy tu cuñado!

Risa cantarina alivió la culpa en Tsunade, pero creo un peso de rencor en Inoichi.

Sin ganas de soltarlos, Inoru poco a poco bajo la intensidad del abrazo, dejando los brazos apenas reposando en los anchos hombros masculinos. Escuchó un carraspeo a sus espaldas y entendió que era hora de volver al mundo real.

Con un valor creciente en su pecho, dió media vuelta para encarar a la Hokage, demostrando que no le teme a nada y está dispuesta a continuar con la charla pendiente. Sostiene una mano de Bakugo y otra de Todoroki, invitándolos a seguir sus pasos hasta quedar frente a frente con la imponente mujer que, por alguna razón, los estudiantes a héroes encuentran parecido con Bakugo Mitsuki.

Quien sabe si es igual o más aterradora que ella.

Tsunade–san, ellos son mi prueba. —hace una pausa, viendo de reojo a Inoichi acercarse hasta ellos, en shock. Con la mirada fija en el de ojos rubí. — Continuemos en privado, por favor.

Thing Of Two || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora