> Clase 1-A <
Ambos, Inoru y Shouto, despertaron antes de lo planeado, con unas grandes y extrañas ansias por iniciar el día. Tenía un poco de sentido, ese era su primer día yendo a la Academia de Héroes, aunque sería una mentira decir que el más emocionado no era el todo poderoso Enji.
La ninja abrió su armario, sonriendo al encontrar muchos colores neutros y oscuros dentro, entre ellos el uniforme que debía llevar obligatoriamente. Odiaba las faldas. Una gran controversia debido a que le gustaban los vestidos cortos, pero específicamente los vestidos ninja. Esos que eran de telas sencillas, aerodinámicos y que podía reemplazar fácilmente si los rompia. Lo cual siempre pasaba.
Tomó una ducha tranquila, demorando un poco más de lo normal por cuidar de manera perezosa su cabello y salió tarareando, cosa que hace mucho no hacía. Secó su cabello frente al espejo, teniendo cuidado cuando eliminaba los nudos y lo peinaba discretamente, manteniéndolo suelto pero sujetando dos mechones detrás de su nuca en un moño pequeño y sencillo. Después se vestió, abrochando cada botón en su sitio y fajando su blusa, siendo muy quisquillosa respecto a las arrugas en su obra de arte.
— Es mejor de lo que esperaba.
Le quedaba perfecto, marcaba sus curvas y no pronunciaba demasiado su busto, no es que fueran precisamente grandes pero eran incómodos para ella, la hacían más lenta. Sonrió, tomando el maletin que Enji había comprado para ella y revisó que estuvieran todos sus libros, solo por precaución.
Contenta con todas sus cosas bajó a la estancia para posteriormente ir a la cocina y comenzar a preparar el desayuno para todos. Sí, una de las pocas cosas femeninas que Inoru se permitía tener era su habilidad culinaria. Amaba preparar todo tipo de platillos, principal mente porque su sensei era quisquilloso y esa era otra razón por la que se llevaban bien. Tenían un raro amor por los tomates, así que ese era su ingrediente principal en muchos de sus platillos.
Los días anteriores Fuyumi le había expresado lo mucho que le gustaban sus desayunos sencillos y verdes, porque mayor mente incluían frustas con algún yogurt, y le había pedido de favor que cocinara cada que pudiera, principalmente para alimentar bien a Shouto y llevarse un poco a su trabajo. No se negó, por obvias razones
— Buenos días... —Shouto llegó saludando a la cocina, aún adormilado y dejandose caer como peso muerto en la silla, mirando a la rubia moverse de aquí a allá sin girarse a verlo pero correspondiendo al saludo. — Tu falda... es corta.
— Es el largo de la escuela. —respondió simple, sabiendo de ante mano que diría algo como eso. Realmente era el límite obligatorio en todas las escuelas, y ella secretamente la había hecho un poco más larga. — Sigues dormido, despierta de una vez. —hizo una excepción, comenzando a batir huevos para prepararlos revueltos con una pequeña ensalada y tomatitos para el bicolor, después de todo él estaba acostumbrado a comer eso. No vaya a ser que por falta de grasa se desmaye en clases.
— Pero... si son las seis de la mañana. Entramos a las ocho... —no entendía su lógica pero tampoco le criticó, ella estaba acostumbrada a despertarse a todas horas, estar siempre lista por si surgían urgencias o había enemigos que intentaban hacerle daño a la Aldea. Además, no era su culpa que se despertara con ella, pudo haber seguido durmiendo tranquilo sin preocupaciones. Claro, pero quería comer su desayuno recién hecho y no recalentado en el microondas.
Así que, ignorando la divertida somnolencia de su amigo, seguió cocinando para él, dejando todo listo frente suyo y deseandole un buen provecho mientras ella aún cocinaba y comía su fruta picada a la vez.
El desayuno fue ameno, solo mirándose por momentos y riendo de la nada. Era... acogedor.
— Shouto, yo... —había olvidado decirle que Katsuki se iría con ellos, pues días antes le había prometido que se reunirían para su primer día de clases y que él sería su extraño guardaespaldas, para espantar pervertidos principalmente, pero verlo durmiendo en la mesa a un lado de su plato vacío la dejó enternecida, suponiendo que no sería mala idea dejarle una nota a su lado donde le explicara su ausencia.
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Thing Of Two || BNHA
Hayran Kurgu» Intenté que lo nuestro fluyera, pero veo que tus promesas solo fueron palabras vacías « Yamanaka Inoru nunca fue una chica con suerte. Y por desgracia, Todoroki Shouto nunca quiso cambiarlo. Saga de Thing of Two. Primer Libro: Thing of Two. [...