Thing Of Two || BNHA

T r e i n t a y c u a t r o

> El secreto de Shouto <

— ¡En primer lugar, el Equipo Todoroki!

Bajó de un salto de la espalda de su compañero, chocando los cinco antes de irse a buscar a sus amigas, dejando atrás a unos desconcertados Ojiro y Aoyama, sin querer tener la responsabilidad de decirles lo que ocurrió mientras estaban en trance.

— ¡En segundo lugar, Equipo Bakugo!

Con una gran mueca cansada, se dejó abrazar por Mina, festejando con ella por haber quedado dentro de los cuatro lugares.

— ¡En tercer lugar, el Equipo Yamanaka!

Hizo oídos sordos a la mención de su posición, soltando a su amiga con mucha flojera para, ahora, dejarse caer en la espalda calentita de su primo, por todo el enfado fluyendo por su sistema. Si estuviera en sus cinco sentidos, habría quitado a la rubia de su espalda y se habría burlado por haber quedado más abajo que él.

— ¡En cuarto lugar, Equipo Midoriya!

Al final, en medio de su rabieta, jaló de los cabellos a Inoru y la sentó en su regazo, mientras seguía gritando y pataleando, aunque ahora abrazando con fuerza también el cuerpo de su prima, como un medio para quitarse el enfado. Ella no se quejó, después de todo ese alboroto cuando salió su lado agresivo terminó sin energías.

Definitivamente era un castigo divino tener su periodo en tan importante día.

— Ya, ya... deja de llorar...

— ¡No estoy llorando! ¡TÚ ESTAS LLORANDO! ¿¡POR QUÉ MIERDA ESTAS LLORANDO!?

— Tengo hambre... ugh, y los cólicos volvieron.

La fuerza del abrazo disminuyó un poco, pero claramente Bakugo siguió con su pataleta.

A una distancia prudente, un afectado Shouto no dejaba de apretar su brazo izquierdo y mirar al vacío, como si su alma hubiera abandonado su cuerpo.

Inoru conocía la razón de estar de esa forma, y en cualquier otra ocasión se hubiera acercado a consolar a su novio. Pero estaba cansada, su garganta dolía, tenía hambre y un poco de frío. Necesitaba el calor corporal de su primo, porque Shouto no lo haría. Justo ahora era como un tempano de hielo, muy cortante.

No quería que los buenos ánimos entre los dos se cortaran, no cuando Enji la miraba especialmente a ella.

— ¡Estos cuatro equipos avanzarán a la ronda final!

— Suéltame... Shouto...

— ¡Lárgate!

Antes de irse pellizcó su mejilla, a modo de despedida.

Sin tambalear, caminó con pereza hasta su novio y se plató frente a él, esperando con paciencia a que saliera de su asombro y se diera cuenta que ella estaba ahí para él.

Tal vez se estaba contradiciendo al querer ir hacia él después de pensar lo contrario, pero ciertamente Inoru nunca podría ignorar al chico en ese estado. Su reacción no fue la misma como cuando se conocieron, ni cuando por error quemó sus sandalias con su lado izquierdo. Por lejos, esta reacción era preocupante.

Ese día se vio tan calmado, un poco confundido e irritado por haberlo usado, pero no de esa manera tan moribunda. Le partía el corazón.

— Shouto... mírame. —con lentitud el bicolor alzó la mirada, recobrando el brillo en sus ojos, aunque fuera por sus lágrimas retenidas. Sonrió para transmitirle calma, uniendo sus manos con las suyas y besando especialmente la izquierda, rompiendo un poco la barrera que había alzado en su desconcierto. — Estoy... muy orgullosa de que ganaras el primer lugar.