C u a r e n t a y s i e t e

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> Todo o Nada <

Mantuvieron posiciones, amenazando al extraño individuo aún con sus armas puestas estratégicamente en puntos vitales: el pelinegro con su espada en la yugular y la rubia con un kunai bañado en chakra directo al hígado.

La tensión podía palparse, así como la gran cantidad de chakra amenazante que cada uno liberaba. La cosa capturada no se veía preocupado, como si la amenaza de muerte fuera falsa. Eso molestó a ambos, dejando de ocultar sus presencias sin querer. Odiaban ser subestimados. La menor sobretodo.

Así que dinos, miembros de Akatsuki, ¿Por qué vigilan a Uchiha Sasuke? —preguntó Inoru molesta. — ¿Tan desesperados están por encontrar reemplazos para sus miembros caídos, eh? —clavó la punta lo suficiente para romper la gabardina y alcanzar la piel escondida, provocando dolor en el extraño individuo. Más no lo demostró.

El sospechoso rió, disfrutando del dolor y el potencial de aquellos dos. Mantenía oculto el rostro gracias a una parte de su cuerpo color verde, como si fueran hojas o ramas que se extendía por debajo de su gabardina y hombros hasta más arriba de su cabeza, en forma de mandíbulas. Como la boca de una planta atrapa moscas. Al ser Inoru quien esta frente a él, miró con asco los diferentes ojos que poseía. No era heterocromía como en Shouto, era, literal, dos personas coexistiendo en el mismo cuerpo y le daba asco.

Yoshio siguió el ejemplo de la menor y agregó chakra a su espada, dañando las protuberancias que protegían al Akatsuki, parando así la risas. Sin querer reveló algo extraordinario del sujeto, pues al parecer poseía una piel bicolor, negra y blanca, dividida de forma equitativa como si fuera el Ying–Yang. Un espécimen extraño sin duda.

Inoru se estaba impacientando. — ¡Habla! —Sasuke aún corría peligro.

Tiempos oscuros les esperan, ninjas.

Sonriendo ganadora, enterró de un tajo su kunai por completo en la piel. Sangre salpicó a sus manos y parte de su pecho, así como la gabardina negra del sujeto. — No hablaba contigo, genio, —con su mano libre quemó la parte verde, provocando verdadero dolor. Y sonrió de forma macabra al comprobar sus sospechas. — me refería al otro.

Debido a la alta temperatura que liberaba la palma de Inoru, la barrera verde volvió a su escondite dentro de la piel bicolor, diciendo indirectamente que formaba parte de él, y quedó a la vista un rostro dividido en blanco y negro, con aquellos ojos que la rubia había visto. En realidad, todo el cuerpo está dividido por la mitad. Como Yoshio sospechaba. — ¿Que sucede, eh, monstruo? —la parte blanca demostraba dolor, tanto del fuego como de la katana al costado de su cuello. — Tu confianza es diferente ahora, ¿no lo crees?

Pero la parte negra, en cambio, borró su sonrisa de suficiencia y no reflejó en su ojo el dolor que en efecto estaba sintiendo. Inoru subió el kunai directo al cuello, cortando y abriendo en todo el trayecto una sonrisa terrorífica en la piel negra. — Dime Kuro, ¿Por qué espías desesperadamente a mi sensei?

La rubia no era estúpida. En vez de armar un plan complejo que uniera Musutafu con las Tierras Elementales, pudo desde un principio mandar una de sus invocaciones para alertar al Uchiha del peligro y sobre la redada ocurrida entre los Uchiha en el pasado, sin embargo, la primera serpiente que mandó para consultar al menos si estaba bien nunca llegó a su destino. Desapareció sin dejar rastro. Sería tonto enviar un mensaje comprometedor después de lo sucedido.

Ahora entendía. Su serpiente no desapareció, fue asesinada. Y la cosa frente a ella fue la culpable. Conectó su mirada con Yoshio, avisando del siguiente movimiento que harían.

Thing Of Two || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora