Thing Of Two || BNHA

| Especial Sonambulismo |

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— Despierta, Shouto.

El bicolor abrió sus ojos de a poco y lo primero que divisó fueron unos bellos ojos violetas, tan brillantes que en su rostro somnoliento se plantó una bella sonrisa risueña, alzando su mano con tambaleo hasta que sus fríos dedos acariciaron la mejilla de la chica que igualmente le estaba sonriendo.

Habían pasado semanas desde que Inoru encontró a Shouto durmiendo en su cama cómodamente y le había dado curiosidad el ver un comportamiento diferente en el chico a diferencia de cuando este se encontraba despierto y había más personas a su alrededor. No había sido la única vez en verlo actuar así, tenía como ejemplo todas esas veces que iba a verla dormir desde su tope en la cocina aquella noche, pero que ahora acariciara sus mejillas con confianza o se recostara a su lado era una cosa muy distinta a lo que tenía acostumbrado. El chico había pasado de solo pararse a su lado y susurrar palabras mudas a anhelar el contacto físico con ella y pensar que era una fantástica idea compartir cama los dos juntos, sin pensar en las locuras que soltaría Enji si llegaba a enterarse.

Y todo eso ocurría mientras los demás dormían y ella quedaba a completa merced de su futuro esposo, si es que el chico nunca se enteraba. Suficiente tenía con los extraños comentarios de las empleadas sobre que le gustaba al favorito de Enji, osea Shouto, si es que apenas podían entablar una conversación sin querer matarse.

No le tomó importancia al decorado de la habitación ni que estaba usando su habitual ropa interior nada más, no, lo único que quería era descubrir lo que pasaba por aquella cabecita tan bipolar. Quería saber si ocurría algo extraño cuando el chico dormía, quería poder ayudarlo a superar aquello que lo aterraba por las noches para llegar, a veces, muy extrañamente, llorando a su habitación... y así poder descansar ella de todo ese enredo de emociones, porque al chico se le estaba haciendo costumbre dormir en su cama y asfixiar la con sus abrazos.

— Inoru... ¿No tienes frío? —ella no dijo nada, solo corrió un poco las sábanas para cubrir sus piernas y estar más cerca del chico. — Tu piel está fría... usa una blusa... o mi camisa... no quiero que enfermes.

Esa actitud tan protectora y dulce era extraña para ella, porque a pesar de estar de acuerdo con que el chico le gustaba un poco, nunca imaginó que él podía llegar ser a sí. Le parecía tan... Humano. Era algo lindo, demasiado lindo y encantador.

Esperó a que Shouto pudiera sentarse bien, y miró con asombro cuando éste se quitó su camisa, intentando de forma vaga pasar él mismo la prenda por su cabeza y brazos, sin éxito alguno. Quería grabar cada una de sus expresiones aniñadas al crear ese bello puchero disconforme con sus movimientos, porque sinceramente esa noche se estaba volviendo una de sus favoritas en esa gran casona tan fría por las mañanas. Así que peleó un poco por quitarle la camisa y ella misma ponerse la prenda de a poco, sonriendo agradecida por su noble gesto, y porque la prenda le quedaba grande y era de un suave algodón, no irritaba para nada su piel.

— Wow... Te ves aún más hermosa.

Con cuidado de intentar no verse tan "linda y adorable", estiró el largo de la camiseta lo más posible para ocultar sus bragas y que el chico no las viera, no era porque ahora que estaba "vestida" le diera vergüenza pero debía ser precavida, quizá y hasta el bicolor tenía un lado pervertido estando medio dormido. No todo lo inofensivo es eso, inofensivo.