O n c e

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> Sonic <

La clase se había callado por completo ante la presencia oscura de ese hombre, era imponente y misterioso, también de apariencia desaliñada según los estándares de Inoru, y muchos ya intuían que él sería su tutor designado... por muy feo y malo que se viera.

Se había presentado como Aizawa Shota.

En sus manos traía consigo un uniforme deportivo, dando órdenes a todos de ir a cambiarse para realizar una prueba física y verse dentro de veinte minutos en el patio central. Al menos era algo, no parecía ser la persona más amable del mundo pero sí ser demasiado exigente.

Inoru lo comparó por unos segundos con el fallecido Hayate, aquel ninja que había estado en su prueba chunnin y que había sido asesinado por descubrir información comprometedora contra Sunagakure, por el año de la invasión durante los exámenes chunnin. Era un gran hombre, pensó, es una lástima que no pudiera enseñarme nada.

¡Ino-chan, por aquí, por aquí!

No me gusta que acorten mi nombre. —dijo tranquilamente, ignorando el puchero infantil de Mina ante sus quejas, esa rara pero linda chica de piel rosada, pasando de largo a su lado para llegar a los vestidores de mujeres lo más rápido posible y ver de qué trataba esa prueba sorpresa.

¡Pero es lindo!

Y es el nombre de mi hermana mayor. —encogió sus hombros, restándole toda la importancia al asunto de los apodos cariñosos entre amigos, nunca había tenido uno, tampoco le gustaban, prefería ser llamada solo por su nombre, incluso su apellido, pero no soportaría que lo acortaran, menos usando el chan en él de manera tan ñoña.

Ehhhh, ¿Tu familia es de esas que usa un kanjin para todos los nombres? —asintió, abriendo el casillero que le pertenecería de ahora en adelante y comenzando a desvestirse sin mucha prisa, igual tendría que esperar a las chicas si quería verse amigable. — ¡Son enormes! —gritó casi en su oído, mirando sus pechos casi al descubierto de su blusa, tapados únicamente por su sujetador gris. Le parecía vergonzoso e incómodo como todas se habían girado a verla y comenzado a comparar su tamaño o preguntar por su copa. Esa era otra de las muchas razones por las que prefería mil veces no tener amigos, sobretodo amigas.

Los de Yaoyorozu lo son más. —y la chica mencionada se cohibió, cubriéndose al instante en que fue emboscada por el grupito revoltoso.

Se dio prisa, cambiando su falda por el pantalón deportivo y saliendo apenas tuvo su ligera blusa de deporte negra en su lugar, apenas cubierta por el chaquetin que iba a juego, pensando en que realmente no lo necesitaba pero que tal vez le riñeran por no llevarlo, subiendo el zipper con un suspiro pesado.

No fue de las primeras en llegar, había varios chicos que ya estaban ahí y entre ellos reconoció al pecoso de la última vez, el que quiso salvar a su primo. Tenía un poco de curiosidad sobre él, nunca había sentido la necesidad de preguntarle de ello al carmesí, de hecho, decidió descubrirlo por su cuenta, caminando hasta él usando su mejor sonrisa, tal vez y le reconozca, haciendo las cosas más fáciles para su misión secreta.

Hola. —empezó suave, tocando su hombro para llamar su atención, cosa que logró tiñendo sus mejillas de rojo. — ¿Eres amigo de Katsuki? tal vez fue mala idea haber sido tan directa con él, era la única respuesta posible que encontraba ante esa reacción atemorizada del risado.

B-bueno, ¡NO, digo SÍ! D-digo... a-algo así.

Se específico.

Thing Of Two || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora