F I N A L

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> Promesas vacías <

¡Quédate quieto!

— ¡No me toques, tomate con lentes!

— ¡Estoy intentando curarte!

Hanako suspiró, cansada de las quejas constantes de Katsuki hacia Karin.

¿Es imaginación mía, o Katsuki está más insoportable que antes? ¿Habrá sucedido algo interesante en mi ausencia?; se preguntó. Desvió la mirada de ellos, para centrarse en las heridas del bicolor. Casi no se veían, porque la gran mayoría de ellas eran heridas internas y lo único visible eran moretones del tamaño de un lunar.

Quien los viera, sabría que fue obra de un Hyūga.

¡Suéltame!

Tienes una jodida costilla rota, ¿¡Cómo es eso posible?!

Retó a Inuzuka–kun. —dijo la rubia, callando al explosivo antes de que la pelirroja le inyecte un calmante. — Por impulsivo no vio venir el ataque y terminó hecho mierda.

— ¡Oe!

¿Lo retó? —lo vió sorprendida, escondiendo la inyección a sus espaldas, lejos de los ojos carmesí. — ¿Eres un ninja? ¿Cuál es tu rango?

Antes de que respondiera la pregunta, de forma grosera, obvio, Hanako lo hizo por él. — No es un ninja. Es... un aspirante a héroe. —la pelirroja entendió al instante, pues la de ojos púrpuras ya les había comentado un poco cómo era la civilización allá en Japón. — Está en su primer año, como Shouto, y tiene cero experiencia combatiendo contra ninjas.

Hmp. El perro sarnoso hizo trampa.

Si yo limito mis fuerzas contra ustedes, es obvio que Inuzuka–kun no lo hará. Aquí es matar o morir, genio. —las quejas se veían venir, pero Karin fue más rápida y comenzó a utilizar el jutsu médico en él.

Al sentir aquel manto verdoso invadir su sistema, Bakugo guardó silencio de forma automática sorprendiendo a Todoroki, quien estaba siendo tratado por su novia de la misma manera, y tenía las mejillas rojas. ¿Que por qué? Bueno, esa cálida aura verde le recuerda a los días en que lo ayudó a equilibrar su temperatura, con besos y mimos incluidos.

Sentir la energía ajena circular por cada parte del cuerpo era extraño, pero no incómodo. De cierto modo, tenía encanto. Relajaba los músculos y lo hacía sentir vivo, cómodo con el tacto efímero en su piel cubierta de magulladuras y desnuda. Entendía por qué Bakugo guardó silencio, mientras menos te mueves o hablas es más placentero de sentir.

¿Y quién ganó? —preguntó Karin a la rubia, sin perder la concentración en su trabajo.

Inuzuka–kun, por supuesto. —afirmó, un poco emocionada por ello. — Hinata–sama también peleó contra Shouto, y bueno, el resultado era evidente.

Uhm. Así que también perdió. —asintió. — Era de esperarse, luchó contra el Byakugan.

Thing Of Two || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora