Capítulo 11

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<<¿Te diviertes?>> Ese había sido el mensaje que vi en el celular luego de cubrir mi cuerpo con una toalla y sentarme en la cama para luego colocarme en posición fetal, releí el mensaje y fruncí el ceño… No podía ver el remitente, no sé quién diablos era, pero ese mensaje tenía un tono de ironía, mezclado con envidia ya tal vez enojo… ¿Quien habría sido?... Pase el celular por mis dedos y me lo lleve a los labios pensando… ¿Kikyou?... Naaa, ella no tenía mi número… o tal vez… ¿Bankotsu? Ni siquiera me había acordado de él en todo el día… pero entonces pensé en lo peor… ¿Y si había sido Kouga? Empecé a temblar, solo pensar en aquello hacía que se me revolviera el estómago, solté el teléfono y me enrolle más en la toalla.

Sango: ¿Qué ocurrió? ¿Por que te fuiste de esa manera?

Kagome: Perdón… es que… *La toalla se deslizó en mi espalda* Me sentí avergonzada cuando Inuyasha me vio, lo lamento, en verdad no quería que…

En ese momento los chicos también entraron a la habitación y ambos me miraron sorprendidos, Inuyasha parecía sonrojado al verme otra vez, pero caminó hasta mí y yo tomé la toalla para taparme de nuevo.

Inuyasha: Perdón, no quería incomodarte o algo así…

Kagome: Perdón… es solo que…

Inuyasha: No te preocupes, pero aún así debo decir, que luces hermosa de cualquier manera Kagome *Me sonrió y yo me sonrojé*

Sango: Bueno… *Interrumpió alzando un poco la voz* Ya está atardeciendo, así que luego de tomar el almuerzo ¿Que les parece ir a la piscina? Mañana debemos regresar temprano a casa para hacer los deberes...

Se cruzó de brazos y luego se sentó en el borde de la cama, los demás hicieron lo mismo y asentimos a su idea de ir a la alberca más tarde, odiabamos la idea de regresar temprano pero sabíamos que debíamos hacerlo, mientras pensaba eso, noté que Sango y Miroku se veían a los ojos, como si estuvieran ocultando algo o fueran cómplices de algo, cuando iba a preguntarles, fue Sango la que se puso de pie y estaba sonrojada.

Sango: Esta noche… Miroku y yo cenaremos juntos en un restaurante aquí cerca…

Así que ese era su secretito, pero también parecía que ella estaba muy feliz, ya hace varios días que esperaba una declaración apropiada de Miroku y tal vez esta noche eso por fin sucedería, le sonreí y le guiñé un ojo, Inuyasha se puso de pie.

Inuyasha: ¡Así que al fin te animaste!

Miroku: Cállate y no arruines el momento… Les dijimos esto para que no nos esperen despiertos esta noche.

Yo asentí con una sonrisa e Inuyasha levantó una ceja, pero Miroku le dio un codazo y él salió de la habitación riendo entre dientes, mis amigos también salieron y ella me dijo que bajara para almorzar, me puse el pareo y además lleve una toalla, no me sentía totalmente cómoda con ese traje de baño frente a Miroku e Inuyasha.

Al bajar a la primera planta, todos ya estaban en el comedor, habían ordenado sushi y yo también me acerque a la mesa, un par de minutos después, Yura entró al comedor muerta de risa y se sentó a mi lado con una gran sonrisa.

Kagome: ¿Dónde has estado?

Yura: *Ríe* Ya sabes… por allí…

Sango: Alguien parece muy feliz…

Miroku: No… *Viéndola a los ojos e imaginando alguna locura* No me digas que…

Yura: ¡EL CHOFER ESTÁ GUAPÍSIMO!

Inuyasha: Oh vaya… típico de esta mujer…

Kagome: ¡No! Yura, no puedes comportarte de esta manera…

Todos los chicos son igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora