La mesa del centro de mi sala estaba repleta de papeles, Miroku buscaba información del tema que Sara nos había asignado sentado en el sillón con la computadora mientras que Sango y yo preparábamos algunos bocadillos para la tarde, desde lejos podía notar que Bankotsu e Inuyasha se veían a los ojos casi desafiandose, había sido una pésima idea que fuéramos en el mismo grupo, especialmente siendo yo la manzana de la discordia entre ese par, Sango tomo 5 vasos del estante y colocó jugo en ellos, se adelantó para servirlos en la mesa y yo la seguí con la bandeja de sándwiches que puse justamente en el centro, inclinando un poco mi espalda sobre la mesa, y de inmediato note que Inuyasha le dio un coscorrón en la cabeza a Bankotsu, era obvio que se había quedado viendo mi trasero que apenas cubría el pequeño short de lona que usaba, y es que el calor que hacía ese día me había obligado a ponerme eso junto con un top rojo que dejaba ver mi plano vientre y mostraba mi ombligo y por arriba el inicio de mis pechos, los miré a la cara con odio y me senté delante de ellos, tomando un montón de hojas de la mesa para revisarlas e ignorarlos.
Inuyasha: Eres un descarado *Murmuró*
Bankotsu: No te hagas el pendejo, vi que la viste con cara de perversión desde que entraste.
Kagome: ¡Estamos haciendo un trabajo maldita sea! Déjenme tranquila con sus tonterías, si estoy vestida así es por el maldito calor y porque tú, Bankotsu, arruinaste el ventilador dándole un golpe cuando regresamos del colegio.
Bankotsu soltó una risita, era más que obvio que lo había hecho a propósito para que tanto Sango como yo acabaríamos vestidas de esa manera tan… así.
Sango rolo los ojos también, conocía a la perfección las intenciones de Bankotsu, aunque ninguno de los dos dirigían su mirada mi castaña amiga porque sabían que Miroku los iba a golpear hasta la muerte.
Sango: Son unos estúpidos.
Inuyasha: Eres un maldito *Molesto*
Bankotsu: Tu también lo eres.
Kagome: Se acabó *Me puse de pie* No puedo seguir con este par de perros peleándose por media palabra que digan, si me necesitan estaré en mi habitación.
Ambos intentaron detenerme pero yo simplemente los ignore, aún no entendía porque seguían hablándome luego de todo aquello, se supone que deberían odiarme, esto era una locura.
Y tal y como dije, me encerré en la habitación hasta que la noche calló y deje de escuchar los parloteos de mis amigos en la sala, sin embargo luego de unos minutos escuché las voces de Inuyasha y Bankotsu peleándose en la cocina, por lo que tuve que salir a echarlos porque no iba a tolerar sus pleitos.
Kagome: ¿Y ahora por qué diablos pelean?
Inuyasha: ¡Ni creas que voy a dejarte sola en casa con este infeliz, ya van dos semanas y parece que no se va a largar de aquí!
Bankotsu: ¡Qué dices estupido!
Kagome: Pues lo siento por ti pero él no tiene a donde ir *Sería* De todas maneras él duerme en el sillón y yo encerrada porque no tolero verlo *Con indiferencia* Ahora vete Inuyasha, ya es tarde.
Inuyasha me vio con odio y tomo las llaves de su carro de la mesa, camino forzadamente a la puerta y me vio con odio.
Inuyasha: Si este tipo te hace algo no dudes en llamarme…
Bankotsu: ¿Para qué diablos acudiría a ti perro?
Inuyasha: ¡Eres un maldito!
Noté que Inuyasha iba a regresarse para golpear a Bankotsu y seguir con su ridícula pelea pero yo me puse en medio.
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Todos los chicos son iguales
FanfictionFanfic de Inuyasha BanKag Kagome Higurashi era una chica timida, inocente y feliz hasta que un evento traumático la cambió radicalmente, ahora esta enamorada de una persona imposible, pero cuando ya está harta de sufrir aparecera un moreno que inten...