Capítulo 34

694 77 6
                                    

Los dos hombres intercambiaron palabras, Sesshomaru fulminandolo con la mirada y él con una risa burlona, luego vimos que tomó a Rin de la mano y sin despedirse empezó a caminar jalandola, fue entonces que nos vio a nosotros y soltó la mano de Rin de inmediato; yo sonreí.

Kagome: Me gustaría hablar con ese hombre.

Naraku: *Levantó una ceja* No sabía que te gustaban los mayores…

Le di un golpe en la mejilla y lo vi con disgusto, Naraku empezó a reír y Sango nos dirigió la mirada.

Kagome: Quiero que me hable sobre la espada de Midoriko y esa perla que me mostraste en el museo.

Naraku: Entonces sígueme.

Sango me tomó del brazo y yo desvíe la mirada hacia ella sorprendida, ella me vio intrigada.

Sango: ¿Viste lo que yo vi?

Kagome: ¿El que?

Sango: El maestro Sesshomaru y la maestra Rin…

Kagome: Ahhh eso… te lo explicaré luego, lamento dejarte sola un momento pero quisiera hablar con ese sujeto sobre mi reporte, mira, allí viene Miroku e Inuyasha, ellos te acompañarán.

Sango: ¡Pero no deberías ir así!

Mi amiga señaló mi ajustado traje de baño color rosa, yo la vi despreocupada pero ella insistió.

Sango: ¡Ponte esto!

Con la velocidad de la luz me coloco un pareo de doble tela también rosado que tenía en la bolsa y rápidamente dio media vuelta para alcanzar a los chicos, yo empecé a seguir a Naraku, quien parecía ir hacia una de las estancias principales cerca del mostrador de la secretaria, dio media vuelta para sonreírme y señalarme una oficina, cuando lo alcance, ambos entramos, ese lugar me recordaba un poco al despacho de Sesshomaru en el colegio, había muchos libros, un escritorio y dos grandes ventanas por las que se podía ver la alberca más grande ubicada debajo de un sendero, mis amigos se dirigían allí.

Naraku: Buenas noches, te presento a una de mis amigas, su nombre es Kagome Higurashi.

Di media vuelta para saludar al muchacho, él me estrechó la mano, no era tan alto como Sesshomaru pero sí parecía tener su edad, además de que mostraba ser un hombre imponente y serio, sin embargo se portó bastante amigable conmigo.

Hakudoshi: Buenas noches ¿Que los trajo por aquí? Parece que el hotel ahora está lleno de puertos *Divertido, viendo por la ventana*

Kagome: Vinimos de excursión a las ruinas pero el autobús se averió… Se suponía que este viaje duraría solo un día.

Hakudoshi: Ya veo… Es por eso que ellos dos están aquí..  *En voz baja* Como sea ¿En qué puedo ayudarles?

Naraku: No actúes tan formal, tenemos años de conocernos…

Hakudoshi sonrió y le dio una palmada en la espalda a Naraku y luego me sonrió a mí también.

Hakudoshi: Naraku es mi primo, espero que no les cause muchos problemas a todos, en especial a ti qué pareces muy amigable…

El sujeto levantó una ceja y aunque su tono sonaba burlón y algo divertido, no me daba del todo confianza, por lo que quise salir allí lo más pronto posible y acabar con esto, aunque aún me quedaba la curiosidad de que tenía que ver él con Rin y como había terminado aquella historia.

Kagome: Naraku me dijo que puedes ayudarme con el reporte *Me senté en una silla con las piernas cruzadas, ambos se tensaron* Escogí hacerlo a cerca de la espada de Midoriko.

Todos los chicos son igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora