Capítulo 52

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Me levanté como un zombie, ni siquiera recordaba algo del día anterior y con esa diminuto short azul que ocupaba de pijama salí de la cama, apenas recordé que Yura se había ido de viaje, quería un vaso de agua y me daba una tremenda pereza buscar una camisa, era una terrible costumbre que tenía el de dormir prácticamente desnuda así que no me importó y abrí la puerta de la habitación para ir por mi ansiado vaso de agua, crucé la sala adormilada y me serví el vaso al llegar a la cocina, me quedé viendo hacia la ventana en silencio y suspirando… ¿En qué había terminado aquello con Bankotsu?... Entonces recordé de golpe que había dejado a ese maldito en la sala antes de irme a mi habitación, sin embargo parecía que se había ido ya que no lo había escuchado... ¿De verdad se había ido con sus primos? Pues eso hubiese sido fantástico así que como había un silencio sepulcral me limité a seguir bebiendo hasta que su voz potente sonó detrás de mí, él tenía una sonrisa burlona y veía mi espalda, apenas giré mi cabeza tratando de no mostrar mi parte delantera pero no quise sonar o mostrarme avergonzada, solamente molesta.

Bankotsu: Sería interesante despertar cada mañana contigo… Dime una cosa ¿Así duermes todos los días?

Kagome: ¿Que te importa?

Di el último sorbo del vaso, lo puse en la mesa y me tape el busto con ambos brazos, aunque era difícil cubrirlo solo con ellos, haciendo que bajo mis manos solo se vieran dos bolas de masa apretadas cosa que Bankotsu no pudo evitar ver sin hacer una sonrisa de satisfacción, yo lo miré con odio.

Kagome: Creí haberte dicho que te fueras de mi casa.

Bankotsu: Ni loco voy a desaprovechar la oportunidad que tengo, estás sola aquí sin tu tía loca, me debes una bien grande y además puedo ver qué te levantas todas la mañanas prácticamente como viniste al mundo *Hecho su cabeza a un lado* Solo un idiota se iría de tu casa en una situación cómo está.

Kagome: Pues el título de idiota te lo tienes bien merecido tú así que eso debería valer lo suficiente como para que te largues de aquí *Pase a su lado con odio* Y mejor hazte a la idea de que no conseguirás nada conmigo, jamás volveré a confiar en ti, así que por enésima vez… ¡LARGATE DE MI CASA!

Bankotsu: ¿A dónde vas?

Se giró para preguntarme una vez que había salido del rango de su vista, yo me encerré en la habitación y grité desde adentro.

Kagome: Tengo una cita con alguien y tú no me harás perder el tiempo.

Por supuesto que era una gran mentira pero iba a hacer lo que fuera para no compartir un día completo solamente con él y justamente en mi casa, era demasiado tentador.

Bankotsu: ¿Con quién? *Burlón* ¿Con Kouga o con Inuyasha?

Salí de mi habitación con la toalla directo al baño y sin prestarle atención, me giré antes de cerrar la puerta para verlo con una sonrisa.

Kagome: ¿No has notado que todos los chicos en la escuela mueren por mi? No necesito a dos pinches cobardes como tú o Inuyasha, cualquiera es mejor que ustedes dos.

Cerré la puerta de un golpe, no sin antes verlo chasquear la lengua y yo me encerré con una sonrisa, al menos esta batalla verbal la había ganado yo, Bankotsu sabía que yo tenía razón, lo que no sabía es que yo no era tan pendeja, no me iba a meter con cualquiera y para más, no me gustaba nadie más en ese jodido instituto, era estar mejor sola que mal acompañada. Luego de tomar el baño salí directo a mi cuarto y me puse una minifalda negra con una camisa a cuadros, me sorprendí mucho cuando salí de la habitación y vi a Bankotsu, no se en que momento se había metido a la ducha y ahora se ponía un pantalón deportivo y una camisa sin mangas, me miró sin mucho interés y yo lo vi con odio.

Todos los chicos son igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora