Capítulo 5

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¿Que si era una tonta? Pues si, si lo era, el maldito de Inuyasha era mi debilidad, a él era la única persona a la que no podía tratar mal, todo lo que estuviese relacionado con él para mi era delicado, jamás le gritaba, jamás nos peleábamos, jamás nos faltabamos el respeto ni hablábamos mal el uno del otro;  fuimos amigos desde que entró al colegio y ahora que estaba con Kikyou… bueno, en el fondo quería seguir siendo su amiga, caminé directo al salón luego de deshacerme de Bankotsu y el resto de las clases transcurrieron con normalidad, total y absolutamente aburridas, Midoriko no dejaba de verme con recelo y el resto de mis compañeras con odio, en verdad creían que yo tenía algo con Bankotsu, además todo el mundo se había dado cuenta que la pelea entre Inuyasha y Kouga había sido por mi culpa, Kikyou no dejaba de fulminarme con la mirada y yo simplemente trataba de ignorar todo eso, creanme que era horriblemente difícil.

Cuando por fin las clases terminaron, tomé mis cosas y salí corriendo directo a la enfermería, no espere a Miroku y ni siquiera a Sango, los reclamos y quejas de Kikyou también los iba a dejar para después, porque estaba segura que vendría por mí; corrí hasta subir los escalones que conducían a la enfermería y entré sin tocar la puerta, lo primero que vi fue la molesta cara de Kouga, tenía un esparadrapo pegado a su cara debido al golpe morado que Inuyasha le había lanzado, él al verme me miró con odio y se limitó a salir de allí sin decirme nada más, de todas maneras a mi no me importaba, todo lo que quería era hablar con Inuyasha.

El susodicho estaba sentado en el borde de una de las camillas, tenía en la comisura de su boca un pequeño esparadrapo también ya que había sangrado, luego escuché detrás de mí como la puerta se cerraba, indicándome que Kouga ya había salido y entonces Inuyasha clavó sus ojos en mí, mis nervios aparecieron pero un segundo después, él apartó la mirada y la colocó fijamente en la pared.

Kagome: Inuyasha… Perdóname por la pelea que cause hace ratos… no fue mi intención que Kouga…

Inuyasha no me veía a la cara, lo que provocó que mis nervios estuvieran de punta, me acerque un poco más a él pero él seguía igual.

Kagome: ¿Acaso te quedaste sordo? *Empecé a enojarme* ¡Mírame cuando te hablo!

El silencio era terrible, me sentía como una tonta intentando hablar con él, era como estar hablándole a la pared, totalmente indignada, me acurruque delante de él y trate de que me viera a los ojos, pero esta vez él miró hacia la otra pared y entonces suspiré profundo, el idiota de verdad no quería hablar conmigo.

Kagome: Está bien, eres un inmaduro, de cualquier manera, solo venía a disculparme y darte las gracias por defenderme.

De nuevo el silencio reinó, me quedé por unos segundos aún parada delante de él, esperando alguna reacción de su parte, pero parecía un robot, debía estar sumamente enojado como para dirigirme la palabra, respire profundo sintiéndome una tonta, tomé la mochila que había dejado en la puerta y salí de allí sin escuchar su voz, al salir me encontré con el director.

Myoga: ¿Así que todo fue tu culpa? *Levanta una ceja*

Kagome: Yo… *Nerviosa*

Myoga: De acuerdo a lo que los testigos dicen, tu fuiste la que los incitó a pelear.

??: No fue ella, fue mi culpa.

Me giré totalmente asombrada al escuchar la voz de Bankotsu, no entendía porque diablos hacía esto, en ese momento iba a aceptar mi culpa con el director pero él fue más rápido.

Bankotsu: Fue mi culpa, ellos dos siempre tienen conflictos por los puestos del equipo de atletismo y yo los hice enojar… no tiene de qué culpar a Kagome, ella no tuvo nada que ver.

Todos los chicos son igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora