Todos los chicos son iguales

Capítulo 41

Kagome: Te veo cuando la clase de deportes termine *Naraku me vio confundido* Y desaste de Bankotsu antes de llegar, asegúrate también de que Inuyasha y Kikyou estén presentes.

Naraku: ¿Que planeas? *Curioso*

Kagome: *Con fastidio* Solo sigue mis órdenes.

Naraku iba a protestar pero lo dejé con la palabra en la boca y entré de inmediato al salón, Bankotsu cruzo miradas picaras conmigo y yo lo ignore provocando confusión en él de inmediato, camine hasta mi sitio y antes que Inuyasha se acercara a mi furioso (Seguramente por lo que había ocurrido en la fiesta), la maestra entró al salón, todos se asombraron de vela entrar tan triste, no sonrió en ningún momento y caminó hasta llegar a su sitio, yo la miré con tristeza y los demás con extrañeza.

Rin: El día de hoy… Empezaremos un nuevo tema, tomen notas de lo que pondré en la pizarra.

Todos guardaron silencio y se miraban entre sí, no era normal que ella llegara de esa forma, siempre tenía una sonrisa en la cara, yo apreté la mandíbula, maldiciendo a Sesshomaru por hacerle todo eso a Rin y el muy idiota ni siquiera sospechaba que ella lo supiera todo. En cuanto la maestra de dio media vuelta para anotar en el pizarrón, una bola de papel fue a chocar con mi cabeza, luego cayó sobre la mesa y yo la abrió sin saber el remitente.

“Vendrá este día al medio día, a la hora del almuerzo”

Naraku estaba poniendo en marcha mi plan y yo sonreí, luego giré mi cabeza para también sonreírle, Kikyou lo noto y apretó el lápiz, la ignore y seguí con lo mío, esperando ansiosa la hora de deportes.

Corrimos por toda la pista alrededor de las canchas por más de 30 minutos sin detenernos, me arrepentía de añorar está hora, el profesor no tenía compasión por nosotras, luego de descansar recostada en la grama y tomar un poco de agua, tanto las chicas como los chicos nos dirigimos a los vestidores, yo me acerque a Naraku con elegancia y calma, al notar que Kikyou corría al lado de Inuyasha y que Bankotsu no se veía por ninguna parte.

Me aproxime a él con una gran sonrisa, como cuando alguien planea hacer una travesura, nuestros compañeros entraron poco a poco a los vestidores e Inuyasha disminuyó su velocidad en cuanto me vio, lo mismo que Kikyou para seguir caminando a su lado, entonces me detuve de golpe, provocando confusión en Naraku, lo vi a la cara y de un tirón lo acerque a mi boca, él abrió los ojos de inmediato de la impresión y segundos después lo solté, no deje de sonreírle y entonces fue Inuyasha el que se lanzó sobre él, Kikyou también tenía muy abiertos los ojos y me vio con odio; Inuyasha empujó a Naraku a un lado y Kikyou corrió para ayudarlo a levantarse, lo arrastró hasta llegar a un lugar donde no pudiéramos verlos e Inuyasha también me agarró fuertemente de la muñeca para arrastrarme detrás de los vestidores, donde había una bodega vacía.

Inuyasha: ¡¿QUÉ DEMONIOS PASA CONTIGO?! ¡AHORA MISMO ME VAS A EXPLICAR!

Me iba gritando mientras me seguía jalando del brazo hacia ese lugar apartado y una vez dentro me soltó con brusquedad para verme a la cara, yo sonreí maliciosamente pero claro, sin dejar de hacerme la victima me gire para verlo de frente, él por su parte me miraba con una furia incontenible.

Inuyasha: ¡HABLA!

Me ordeno aun con un tono de voz que no me agrado en nada.
Kagome: No se de que me hablas…

Actúe con indiferencia y rebuscando en mi bolsa del pequeño short de física saque un diminuto espejo circular y un labial rojo, Inuyasha me veía con la boca abierta.
Inuyasha: ¡No estoy jugando Kagome!

Yo simplemente con toda la tranquilidad del mundo pasaba una y otra vez el labial en mis carnosos labios, me detuvo cuando escuche como tragaba saliva.