Capítulo 35

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Kagome: ¿Escuchaste… todo lo que le dije a Sango?

Bankotsu llegó hasta mí, se acurrucó delante de mí cara y yo me sonrojé, no sabía porque diablos él estaba allí, aunque era obvio, a él le encantaba romper las reglas, justamente de él estaba aprendiendo a hacer estas tonterías; sin embargo lo que más me apenaba ahora era saber que él había estado escuchando todo, ni siquiera me importaba que me viera de esa manera, había estado usando ropa tan ajustada y pequeña este tiempo que ya no me importaban ese tipo de cosas, Bankotsu sonrió.

Bankotsu: Se que estás conmigo por vengarte de él, por eso no me importa que no creas en mis sentimientos… *Me sonrió maliciosamente y yo me iba a apartar pero no me lo permitió* De todas maneras… somos novios y me gustaría que nos comportamos como tal…

Bankotsu metió sus manos debajo del agua para rodear mis caderas y acercarme más a él, yo me iba a quitar pero me jaló aún más fuerte.

Bankotsu: ¿Te he dicho que me gustas mucho Kag?...

Kagome: Cállate Bank…

Me oprimió contra su pecho y sentí su aroma, sentí sus brazos rodearme hasta la espalda y también sentí como mis pechos se juntaban con su piel, aquello me incomodaba pero en el fondo me gustaba, no quería perder el control allí menos de esa manera, estuve a punto de reaccionar y salir del agua corriendo aunque me viese desnuda, pero sentí su cara acercarse a mi cabello, aspiro profundo y bajo su boca hasta mi cuello, yo me puse tensa y él sonrió, soltó una pequeña risita y sentí su boca acercarse entonces a mi hombro, me dio una pequeña mordida y mi cuerpo reaccionó por instinto, él me habló al oído.

Bankotsu: Interesante… No sabía que tu cuerpo reaccionaba a esto…

Kagome: Déjame Bankot… Ahhh…

No pude evitar gemir… Grave error… Bankotsu me abrazó con más fuerza y yo le correspondía en contra de lo que ordenaba mi mente, estaba loca por corresponder pero no podía evitarlo, todo mi cuerpo me pedía a gritos que siguiera con aquello, por primera vez en mucho tiempo me olvidé por completo de Inuyasha y Bankotsu me acarició el cabello mientras seguía con su boca mordisqueando mi hombro, primero lo hacía lento y casi jugando conmigo, pero luego empezó a buscar mis labios, quise resistirme pero al final termine obedeciendo, los besos eran lentos al principio jugábamos con nuestras lenguas hasta que ya no pude controlarme más… entonces recordé aquello que había venido pensando desde aquella noche, ¿También debía vengarme de sus misteriosas desapariciones no? Me aparte bruscamente aprovechando el segundo exacto en que había relajado su cuerpo, lo mire con una sonrisa juguetona y él me miró desconcertado, me separé a una distancia prudente de él, no tapé mi cuerpo y no me sumergí al agua, deje que viera mis pechos por un par de segundos, y luego me crucé los brazos.

Kagome: ¿De verdad esperas que hagamos esto aquí?

Bankotsu: No tiene nada de malo… *Intentó acercarse*

Kagome: No soy una cualquiera *Lo miré a los ojos*

Bankotsu: Eso me recuerda… *Serio* ¿Por qué diablos desapareces de repente?

Kagome: *Solté una risita* No sé de qué hablas…

Bankotsu: ¡Venías con Naraku! Ese sujeto dijo que le interesabas…

Kagome: Pues a mi no me importa *Orgullosa* Y solamente quería saber más sobre esa espada y la perla para el reporte, por eso lo acompañe a ver a ese sujeto llamado Hakudoshi… *Reaccioné de inmediato* Y además no sé qué diablos hago explicándote mis asuntos.

Bankotsu me miró sorprendido y cruzó los brazos esperando a que yo dijera algo más, adivine lo que esperaba pero yo solamente lo vi de manera indiferente.

Todos los chicos son igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora