Capítulo 51

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Inuyasha se levantó de un brinco y lo tomo del cuello con brusquedad, sacudiendolo con los ojos inyectados en furia, Bankotsu se paró detrás de él.

Inuyasha: ¡Tu cállate sarnoso, no eres quien para decirnos eso cuando trataste a Kagome peor y hasta la traumatizaste…!

Kagome: ¡BASTA! *Colérica* Eso no se trata de quién lastimó más a Kagome *Dije con ironía* ¡Váyanse a la mierda los tres!

Inuyasha soltó rápidamente a Kouga para que ahora los tres fijarán su vista en mi, Bankotsu empezó a reír.

Bankotsu: ¿Eso significa que lo te tu compromiso con este imbécil es mentira?

Kagome: ¡Por supuesto que lo es! Solo quería humillarlos y de paso que supieran que los dos son unos estúpidos, lamento arruinarles su maldita apuesta pero no amo a ninguno de los dos ¡¿QUE DIABLOS VAN A SABER USTEDES DE AMOR?! ¡Ahora larguense los tres de aquí, son unos pedazos de mierda, no deseo verlos nunca más!

Inu/Bank: ¡PERO YO REALMENTE TE AMO!

Los miré a los dos con odio y me giré de nuevo para ver a Kouga.

Kagome: Hecha a estos dos de aquí y de paso vete tú también, eso era todo lo que quería de ti.

Y diciendo esto, pase de largo al moreno sin dejarlo decir una palabra y desaparecí detrás de una gran puerta donde Sango me esperaba ya dentro, ella me vio llegar hasta el borde de la cama y me tape los ojos con ambas manos por la frustración.

Sango: ¿Pero que fue todo eso? Sí que los humillaste, uno quedó como un total mujeriego y el otro como un completo cornudo… aunque lo de Inuyasha ya lo sabíamos, solo te encargaste de reafirmarselo, además… *Supuse que en ese momento se había detenido a verme a detalle* ¿Kagome, que ocurre?

Kagome: Na… nada…

Sango: ¿Acaso estas llorando?

Kagome: ¡No!

Sango: ¿Pero que ocurre? Creí que querías hacerlos pasar esta humillación…

Me restregué las manos en mí cara, arruinando el perfecto maquillaje que yo misma me había puesto, pero no podía evitarlo, en verdad esos dos (tres incluyendo al inútil de Kouga) me habían lastimado más de lo que creía… además yo misma era un desastre, no hacía más que meterme en problemas y verme como una chica ruda que aplastaba a todo el mundo que se le cruzaba en el camino… me había convertido en una versión más terrible de lo que era Kikyou…

Sango: ¿Y ahora que? *Con frustración* ¿Te vas a arrepentir de todo esto?

Kagome: ¡No!

Me puse de pie y termine de limpiar las lágrimas de mi rostro, luego caminé al espejo para arreglarme de nuevo.

Sango: No te entiendo…

Kagome: Ni siquiera yo me entiendo…

Sango: Pero aún tengo la curiosidad… ¿De verdad no amas a ninguno de los dos?

La pregunta de Sango hizo que clavara mis ojos rojos en el espejo, realmente no quería hacerme esa interrogante pero… muy en el fondo sabía que al menos había uno de ellos al que no había dejado de amar a pesar de toda esta locura.

Kagome: ¡No! Ambos son unos estúpidos patéticos que intentaron burlarse de mí.

Sango: Pero cuando me contaste lo que escuchaste en los vestidores… parecía que ellos de verdad están enamorados de ti.

Kagome: Pues dudo mucho que sigan con eso luego de la humillación que los hice pasar delante de todo el mundo, Inuyasha moría de vergüenza y Bankotsu… *Ella me interrumpió*

Todos los chicos son igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora