Todos los chicos son iguales

Capítulo 50

Pase a mi casa a cambiarme de ropa, no  me gustaba andar con el uniforme deportivo por la calle, me puse un short  de lona corto con unos zapatos deportivos color negros y una camiseta negra desmangada que dejaba mostrar el inicio de mis pechos, me solté el cabello y me puse las pulseras de fantasía en la mano, luego salí de mi casa, Yura no estaba.

Cuando por fin llegue, respire profundamente ante la puerta que había frente a mí, escuche el “voy” seguido de unos pasos aproximarse, se abrió entonces dejando ver al propietario que me recibió con una cara llena de sorpresa, abrió mucho los ojos para examinarme de pies a cabeza, seguramente mi cambio en mi forma de vestir no lo había dejado impresionado, más bien confundido e incluso preocupado y más que sorprendido.
??: ¿Kagome?
Kagome: No se te vayan a caer los ojos cariño *El abrió la boca asombrado* Espero no ser molestia *Entre sin ni siquiera ser invitada a serlo* Pero necesito que me ayudes.
Me vio a los ojos y por un instante me sentí como cuando lo conocí por primera vez.
??: Lo que sea *Respondió él sin dudar* No tienes que pedírmelo dos veces ¿Que fue lo que pasó?
Kagome: Dos cabrones intentaron burlarse de mí pero… ¿Podemos platicarlo en tu sala? *Me aventure a decirle, él asintió y cerró la puerta, dejando así completado la fase 1 de mi plan*

Fin de semana y todo estaba listo.
Sango: ¿No te parece que exageraste en contratar este lugar y esa gran pantalla? *La pregunta de mi amiga al ver el enorme salón lleno de mesas y sillas decorados por un mantel blanco fue lo que me saco de mi breve trance* Digo, está bien que no cumplimos 18 todos los días pero…
Kagome: Me quiero dar un pequeño gusto, además habrá una sorpresa para todos *Sango roló los ojos*
Sango: ¿Ya me vas a decir que es lo que tienes planeado?
Kagome: No.
Sango: ¿Por qué?
Kagome: Porque arruinaría la sorpresa que le tengo a ambos.
Ignore los temerosos ojos de Sango porque camine de largo a la tarima que en ese momento era arreglada por el personal de eléctricos que había contratado.
Kagome: Quiero que esa pantalla se vea claramente *Ordene al par de muchachos que atornillaban la gruesa por delante* Quiero que se vea desde cada uno de los ángulos de este lugar y hagan las pruebas de sonido necesarias para que no haya ningún error, si algo ocurre los mato *Ambos me vieron con temor*
Muchachos: Sí, señorita.
Sango: ¿A qué juegas Kag? Me das miedo *Me gire a mi amiga para abrazarla y tranquilizarla*
Kagome: Ayudarme mejor a cambiarme y a maquillarme porque esta noche quiero lucir bellísima.

El vestido de látex negro fue la mejor prenda que pude encontrar, remarcaba exageradamente mi trasero y mi busto se remarcaba en su totalidad, no llevar sujetador había sido la cereza del pastel porque si yo podía ver mis pezones erectos era obvio que los demás también, un perfecto chongo adornado con una peineta de flor de sakura, un maquillaje negro en los ojos con un ligero tono rosa en los labios para equilibrar y unas hermosas zapatillas negras que hacían juego con mi apariencia rebelde, sonreí al verme al espejo y darme la vuelta para retocar los últimos detalles.
La música sonaba a todo volumen y los gritos de emoción de mis invitados retumbaban por todas partes, Sango miraba de un lado a otro esperando mi señal pero yo aún no salía de la habitación que había reservado para mí, me asome a través de los ventanales y claramente pude ver que Inuyasha se acercaba a Sango, seguido de Bankotsu, no estaban muy lejos, por lo que pude escuchar su conversación a pesar del ruido.
Inuyasha: Sango *Ella se giró para saludarlo* ¡Vaya! Arrojo la casa por la ventana.
Sango: Ya le dije yo que exagero en esto, oye pero… *Miró alrededor suyo como buscando a alguien más* ¿No se supone que vendrías tú con ella? ¿Acaso no eras su pareja?
Inuyasha: Sí, yo también pensé eso y hasta me ofrecí a traerla pero ella me dijo que quería hacer su entrada sola y que ya después estaría conmigo toda la noche *Sango rolo los ojos* ¿Qué?
Sango: Me admira la temple de Kagome.
Inuyasha: ¿Por qué dices eso?
Sango: No la mereces.

??: Estoy de acuerdo con eso…

Ambos se giraron para ver al moreno que se había acercado al ellos, Inuyasha apretó la mandíbula pero Sango se limitó a sonreír.