Capítulo 38

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Bankotsu: ¿Qué diablos te pasa?

Él no podía creer lo que veía, se frotó los ojos solo para comprobar que yo seguía allí parada frente a él casi desnuda, yo sonreí.

Kagome: No me digas que después de todo lo que has intentado ya no quieres hacerlo… *Cruce los brazos*

Bankotsu: Es que no…

Kagome: Ajá… ¿Ahora que me tienes prácticamente en bandeja de oro te vas a retractar? Sabía que eras un cobarde igual que Inuyasha…

Entonces, impulsivamente se puso de pie y me agarró de los hombros, lo estaba haciendo enfurecer y yo me reí en su cara.

Bankotsu: ¡¿Qué fue lo que dijiste?! ¡Jamás vuelvas a compararme con esa bestia idiota!

Kagome: ¿Y por qué no? *Me miró furioso* Estás actuando como si tuvieras miedo…

Bankotsu: ¿Haces esto por la noticia que dio su padre? No seas ridícula Kagome, desde antes sabías que esos estaban comprometidos, al igual que tú y yo *Me tomó la muñeca para que viera de nuevo la pulsera*

Kagome: Si vas a quedarte conmigo *Aflojé la mano con brusquedad* Quiero que me demuestres que eres digno de eso.

Bankotsu: ¿A qué diablos te refieres con eso?

Kagome: Veo que no comprendes… *Me vio confundido* ¡Hazme tuya maldita sea!

Bankotsu: ¡NO QUIERO SI HACES ESTO POR EL MALDITO PERRO!

Kagome: ¡COBARDE!

Bankotsu: ¡¿En serio crees que soy un cobarde?! *Me pegó a su cuerpo* ¡Pues entonces te haré mía como nadie jamás en la vida te hará!

Kagome: ¡No seas imbécil! Ya no quiero…

Me zafe de su agarre rápidamente para provocarlo aún más, tardó un par de segundos en reaccionar pero luego me jalo de los brazos para pegarme contra la pared, yo le sonreí con malicia.

Bankotsu: ¡¿Que te hace gracia?!

Kagome: Actúas como un niño…

Bankotsu: Te equivocas de palabras…

Se pegó más a mí y sentí rozar su miembro erecto en mi cintura ya que él era más alto, yo me estremecí pero no deje que lo notara, así que solo continúe viéndolo con una sonrisa divertida.

Bankotsu: Ahora te voy a demostrar que soy todo un hombre…

Me miraba a los ojos, casi reteniendose para ver si me contenía, pasó sus manos sobre el sostén y apretó uno de mis senos, yo le volví a sonreír y solamente con ese hecho lo hice sudar, en verdad esperaba alguna reacción de mi parte.

Kagome: Lo haces mal…

Bankotsu: ¡No seas tonta!... *Levantó una ceja* Enséñame tú cómo lo harías *Se apartó* Tócate frente a mí.

Kagome: Se me ocurre algo mucho mejor…

Me aparte de la pared y lo empuje contra la cama, él me miró sorprendido pero no se levantó.

Bankotsu: ¿Qué diablos haces y quién te crees para hacerme esto?

Bankotsu estaba molesto y eso me divertía, me agradaba tener el control sobre él, con una mirada provocativa, puse mis manos sobre su cinturón y el se sorprendió.

Bankotsu: No te atreverías… No pensé que fuera capaz de… Ahhh…

No lo deje terminar de hablar ya que con rapidez introduje su pene en mi boca, el dejo sus ojos en blanco y se tapó la boca para no superar un gruñido.

Todos los chicos son igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora