Todos los chicos son iguales

Capítulo 42

Naraku: ¡ERES UNA TRAMPOSA!

Kagome: ¿Y ahora de que demonios hablas? *Disgustada* ¿Obtuviste tu plática con Kikyou no? En cuestión de días terminarán *Rolé los ojos* Déjamelo todo a mi.

Naraku: ¡No hablo de eso! *Me tomo de la muñeca antes de entrar al salón* Hablo del “beso” que me diste frente a ellos dos.

Kagome: *Solté una risita* ¿Te reclamo mucho Kikyou?

Naraku: ¡No es por eso! Fingiste darme un beso, no era lo que esperaba, debiste haberlo hecho más real.

Kagome: Creí haberlo hecho aunque puse mi mano en medio *Pensativa, el me vio enojado* ¿No creíste que te iba a besar en serio o si? *Me carcajee* Eres un iluso, ahora deja de llamar la atención con estas tonterías y entremos al salón.

Naraku: Antes dime qué diablos planeas hacer para separarlos… Kikyou está realmente furiosa porque cree que yo te gusto.

Kagome: Que crea lo que quiera, me importa un carajo, tu solo espera… *Le guiñé un ojo*

Naraku: Y otra cosa… *Me detuvo del brazo de nuevo, yo lo miré con fastidio* ¿Para que querías a Hakudoshi aquí?

Kagome: Es un secreto.

Me safe rápidamente antes que siguiera exigiendo explicaciones y entre al salón para ir derecho a mi asiento, casi todos mis compañeros estaban en el salón, todos a excepción de Bankotsu e Inuyasha.

A Bankotsu no lo había visto desde hacía una hora y a Inuyasha lo había dejado justamente en aquella bodega, con tal de que Bankotsu no se enterara de nada y se agarraran a golpes de nuevo, todo iba a estar bien; unos minutos más tarde Rin entró al salón de la misma forma que lo había hecho en la mañana y empezó con la última clase antes del almuerzo, unos segundos más tarde, apareció Inuyasha en la puerta y trato de entrar al aula sigilosamente, pero su camisa desarreglada y sin aquel par de botones que yo misma me encargue de hacerlos desaparecer, llamo mucho la atención de todos mis compañeros, yo solté una risita al ver el semblante sombrío de Kikyou cuando verlo llegar de esa manera, aún tenía el cabello revuelto y podía verse que había sudado, la maestra lo vio con asco.

Rin: ¡Inuyasha Taisho!

Por primera vez en su vida (probablemente) le tuvo miedo a Rin, igual que el resto de la clase al escuchar el tono de voz que ella usó para dirigirse a él, parecía realmente enojada e Inuyasha se congeló antes de pasar por la puerta del salón.

Rin: ¡Eres un cerdo! Pareces un niño de 5 años al venir de esa manera a recibir tus clases, ve al baño y limpiate esa cara, el sudor y arreglate el uniforme.

Jamás había tratado de “tú” a alguien en el salón aunque se suponía que a Inuyasha le tenía más confianza, aún así, expresarle de esa manera todo aquellos delante de la clase, si que era nuevo.

Inuyasha: Pe… pero…

Rin: ¡Ve al baño!

No le quedó otra opción más que retirarse del salón, sin embargo, al darse media vuelta, chocó con Sesshomaru, quien justamente venía a nuestro salón, él lo vio de malos modos y de inmediato supo lo que había pasado, desvío su mirada hasta mi y yo le sonreí burlona, él frunció el ceño y poso su mirada en su hermano con asco una vez más.

Sesshomaru: ¿Por qué diablos tienes ese aspecto tan asqueroso?

Inuyasha: Eso no te incumbe *Furioso* Mejor dile algo a tu maestrita para que no me trate como al resto.

Sesshomaru frunció el ceño, nunca había escuchado que Rin tuviera un mal comportamiento o fuese irrespetuosa, Inuyasha lo pasó de largo chocando contra su hombro con fuerza y Sesshomaru lo vio con odio, luego vio a Rin y ella lo vio molesta, desvío la mirada y se dirigió a su escritorio.