Capítulo 59

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La mudanza fue bastante rápida, más de lo que pensé, contando las pequeñas cosas que habían en nuestra casa, mi padre solo la completo con algunas otras cosas que habían comprado durante toda la tarde y allí estaba yo, bajando del nuevo auto con una gran cartera donde tenía algunas de mis cosas más personales, vi de frente la gran mansión en el lugar, de dos plantas, la paredes por fuera pintadas de color amarillo con algunos bordes de la entrada color dorado como el oro, las ventanas eran corredizas y de vidrio, totalmente enormes, el pequeño jardín de enfrente se veía acogedor y por dentro la casa era como se veía por fuera, inmensa, se parecía mucho a la de Inuyasha con la diferencia de que las habitaciones estaban en diferente posición, como si fuera el reflejo de un espejo. Subí los grandes escalones para llegar a la que sería mi habitación y coloque las cosas allí, el personal de la mudanza se encargaría de poner las cosas en su lugar, era de mañana y lo mejor que se me ocurrió hacer fue abrir la ventana de la habitación y dejar pasar el aire de los alrededores, ni siquiera fui al colegio por este evento que según mi papá marcaba el inicio de nuestra nueva vida… vida de porquería, el papá de Inuyasha seguía ganando terreno y si nos hundía, mis papás habrían gastado una fortuna en este lugar para nada… mi teléfono empezó a sonar justamente cuando mi mente divagaba en crear un plan que me hiciera ayudar a mis padres sin hacer un escándalo arruinando la reputación de la familia de Inuyasha… después de todo éramos amigos.

Kagome: ¿Diga?... Naraku… voy para allá.

Baje rápidamente los escalones uno a uno, topandome en la entrada justamente con mis padres.

Kagome: Voy a la escuela.

Kenshi: ¿Con esa ropa?

Me vi a mi misma, había olvidado no ponerme el uniforme y justamente llevaba puesto un jeans pegado a mis piernas con un top rojo que me llegaba un poco más arriba del ombligo y se amarraba por enfrente en un pequeño nudo, yo sonreí.

Kagome: Me cambiaré camino al colegio.

Kenshi: De todas maneras aquí no hemos terminado Kagome… No irás, además pareces una prostituta.

Yo rolé los ojos, no quería empezar a pelar  con él justo ahora por mi vestuario, así que seguí con mi sonrisa fingida y casi rogona.

Kagome: Ya perdi casi 3 horas y hoy debía entregar un proyecto *Mentí*

Kenshi: Pues lo entregaras mañana *Tomó su celular* No hay nadie que pueda llevarte *Hizo una llamada rápida* Debes quedarte aquí para verificar que todo quede en su lugar, tu madre y yo iremos a la empresa.

Kagome: ¿Que? ¿Ya fundaron una aquí y yo no me enteré?

Kenshi: Pues justamente hoy es la inaguración y los Taisho nos acompañarán, el chófer empezará sus labores está noche y él mismo te llevará allí.

Kagome: ¿Disculpa? *Lo miré indignada*

Kenshi: ¿No te parece? Entonces vete con Inuyasha *Sonrió* ¿Sabes que? Esa es una mejor idea, le diré al chófer que venga hasta mañana.

No me dejó tiempo de protestar porque en menos de dos minutos, mis padres ya estaban dentro del auto en camino hacia la nueva empresa que seguramente habían “fundado” bajo la supervisión de Inu No, Todo esto me daba tan mala espina que me hizo jalarme un par de mechones del cabello… mi padre no debía confiar en él, marqué de nuevo en el celular con frustración.

Kagome: No puedo ir al colegio, mi papá me dejó a cargo de algo en la casa… nos vemos luego… si, estaré aquí todo el día, nos vemos en la tarde.

Pase parte de la mañana aburrida, dándole órdenes a un puñado de hombres y algunas mujeres fornidas sobre dónde y cómo colocar algunos muebles, no fue hasta casi mediodía cuando una persona ajena al personal llamó a la puerta, yo abrí y lo vi sorprendida.

Todos los chicos son igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora