Capítulo 21

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Kagome: ¿Qué cosas dices…?

Inuyasha: No dejaré que Bankotsu te lastime.

Sin previo aviso empezó a besar mi cuello y yo me estremecí, en ese momento no podía pensar bien o razonar lo que hacía, las manos de Inuyasha viajaban sobre mi cuerpo con cuidado y delicadeza, haciendo que poco a poco perdiera el control e incluso olvidando el lugar a donde estábamos, la música de afuera me dejó soltar pequeños gemidos que mi boca proliferaba en ese momento y cerca de la oreja de Inuyasha, de un momento a otro sentí que desabrochó la parte de atrás del bikini y está cayó al suelo, inmediatamente empezó a succionar uno de mis pechos y me topó aún más a la pared, subí mis piernas a su cadera y él introdujo su otra mano en la tanga del bikini, sentí que mi humedad llenaba sus dedos y me sonroje.

Inuyasha: Kagome…

Su voz sonaba muy seductora, podía notar claramente que estaba demasiado excitado, sin poder controlarse aún más, sacó su ya erecto miembro del short y movió mi bikini a un lado, yo lo mire sorprendida y sonrojada… ¿En verdad quería hacerlo aquí? Para entonces yo creí que solo serían besos y caricias pero entonces sentí como introdujo su miembro dentro de mi, el espasmo me hizo acercarme a su pecho y arañé su espalda, él sonrió y empezó a moverse dentro mi.

Kagome: No deberíamos… Ahh…Estar haciendo esto… Aquí…

Mi voz sonaba cortada pero él me silencio inmediatamente con un beso mientras no dejaba de moverse, sentía como mi intimidad se contraía y los pequeños gemidos que Inuyasha soltaba en mi nuca se hicieron más fuerte, estábamos a punto de llegar al clímax, él aceleró sus embestidas y entonces soltó un gruñido cerca de mi cuello, succionó en un punto exacto de esa zona y el líquido entró a mi cuerpo justamente cuando yo me aferraba más a él y mis uñas encajaban aún más en su espalda.

Recosté mi cabeza sobre su hombro y nuestra respiración sonaba muy agitada, Inuyasha se aferró más al abrazó pero entonces…

Kikyou: ¡Inuyasha! ¿Estás allí?

Ambos nos separamos de inmediato y nos vimos a los ojos con miedo, guarde silencio meneando la cabeza para que Inuyasha no hablara.

Inuyasha: ¡Si!... Yo… ¡Saldré en un minuto!

Kikyou: ¡Pues apresúrate! Llevo casi media hora buscándote…

Inuyasha: Te veo en la piscina…

Kikyou: ¿Por qué tu respiración suena cansada? *Ambos palidecimos* ¿Estás bien?

Inuyasha: Si Kikyou, no te preocupes y ve a divertirte… llegaré en unos minutos.

Escuchamos como sus pasos se alejaban en el largo pasillo que conducía a la alberca, yo me coloque el sostén rápidamente e Inuyasha se acomodó el short para cubrir su miembro... ¿Por qué me dejaba hacer esto? Me sentía una tonta porque además Inuyasha estaba engañando a su novia y muy en el fondo… también me sentía como si estuviera traicionando a Bankotsu y peor aún, en su propia fiesta.

Inuyasha: Kagome…

Kagome: Deberíamos salir… sal tú primero y luego iré yo.

Inuyasha: ¿Tú estás bien?

Yo lo mire extrañada… ¿Que si estaba bien? Pues no lo sabía, empezaba a odiar está sensación, era como si Inuyasha solo quisiera… *Tragué saliva* Tener sexo conmigo, pero también estaba el hecho de que éramos amigos y no podía descartar las ocasiones en que me había ayudado y me llevó a su casa luego de que Kouga quisiera abusar de mí… Suspiré avergonzada y le sonreí.

Kagome: Estoy bien, regresa con Kikyou…

Inuyasha: *Se toca la nuca* Lo de la pulsera…

Kagome: No te preocupes, no es nada serio, unos días luego de esta fiesta se lo devolveré a la madre de Bankotsu.

Todos los chicos son igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora