capítulo 18

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Desde hace ya casi un mes Marizza ya no se paraba por la tienda, eso por estar haciendo otras cosas. Sonia sabía que su hija no se ausentaba por mala, sino que estaba muy ocuoada en cientos de cosas.

Ella estaba enterada de que estaba trabajando en un álbum nuevo, uno en el que Pablo estaba involucrado. Así que no le podía exigir que estuviera allí ayudándole y además en el estudio hasta altas horas de la noche, eso le haría mal.

Al chico con el que Marizza solía "hablar", en realidad solo habían cruzado unas pocas palabras, seguía llendo una dos veces a la semana. Aunque sólo iba, veía hacía el mostrador, recorría la tienda, se acercaba a un poco al mostrador y luego se alejaba.

Ese era uno de esos días en los que el chico se aparecía y hacía su recorrido casual por todo el lugar.

—¿Necesitas algo? —preguntó Sonia al chico cuando éste se acerco al mostrador.

—Ehh, Sí, de hecho...—respondió el chico. Sonia hizo una cara como de "Y bueno...", entonces agregó—Bueno, es que yo...

Sonia sonrió, entendió lo que pasaba.

—Marizza no está trabajando por ahora—le dijo.

Marcos se puso un poco cohibido por eso.

—¿Cómo sabe qué quería verla? —preguntó.

—Cuando vienes y está ella, casualmente siempre te acercas y hablas, pero estos días que ella no está sólo entras, la buscas y te vas —dijo Sonia.

Marcos rió un poco nervioso.

—Wow, pensé que era un poco menos evidente con el asunto —comentó él.

—Pues no, sos todo lo contrario, parece que tuvieras lucecitas de neón —dijo Sonia. El chico no podía estar más apenado.

—Entonces creo que me queda algo parecido a cero y nada de factor sorpresa con ella —dijo Marcos —Desde la última vez que la ví traté de volvermela a cruzar aquí, pero... Ya no la he visto.

—Lo que pasa es que mi cielita—Sonia analizó sus palabras—quiero decir, Marizza, ella no trabaja aquí, bueno no tal cual.

—¿Ciela?—preguntó por lo bajo y sonrió.—Así que ella no trabaja aquí, vaya que mal...

Entonces pasó algo. Los stands con las imágenes de la nueva campaña comenzaron a llegar.

—Mirá, eso es algo de lo que hizo estos días —dijo Sonia señalando el Stand.

Marcos volteó y vió uno de los stads de Marizza.

—¿Es m-modelo?—preguntó el chico.

—En realidad es cantante y bailarina, pero... Lo hizo por su hermana —comentó ahora señalando el stand de Mia. —Es todo un estuche de sorpresas mi nenita.






Estaban en el departamento de Marizza, todos viendo las caricaturas que Cande quería, ya que así ella estaba tranquila y callada.

Mia y Manu estaban en tirados en una manta junto a la bebé, quién estaba muy absuelta por sus caricaturas.

Marizza estaba recostada en el sofá, estaba abrazando una almohada y se disponía a dormirse...

—Cómo cuándo te hace falta amor —comentó Pablo.

—¡Cortalá tarado!—dijo Marizza lanzando uno de los cojines a Pablo.

—Pues métete vos, así ella deja de abrazar a la almohada —dijo Mia.

La Vida Como La Conocemos(Pablizza).       [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora