Capitulo 65

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[...] Un mes después [...]

Pablo había adoptado el hábito de salir a correr todas las mañanas desde que se mudó a New York hace apenas un mes... ¡Vaya, ya un mes desde que se alejó!.

Seguía corriendo desenfrenado, como si se tratara de alejar o de huir de algo o alguien, quizá de sus sentimientos y pensamientos que estaban atormentando ahora más que nunca. Escuchaba un programa de radio, quizá sea tonto, pero escuchar a los presentadores hablar lo hacía sentirse menos lejos y trataba de neutralizar los molestos pensamientos que le taladraban la mente.

—¿Sabían que la aclamada cántente Marizza Andrade, está preparando el lanzamiento de su nuevo álbum?—dijo el presentador.

—Y eso no es nada, he oído que también está más feliz e inspirada que nunca porque el amor  finalmente parece haber tocado a su puerta!.

—¿Me estás cargando? —preguntó el presentador principal—Esa chica no ha tenido nada serio en años.

—Pues eso finalmente terminó. Actualmente está criando a su pequeña sobria, la hija de la heredera Mia Colucci y el director de cine Manuel Aguirre, luego de que esta quedará solita por un accidente. Aparentemente ella  se está haciendo cargo. Y ahora llegó un hombre a la escena.

Esas palabras le hicieron volver las punzadas en el estómago, sus latidos y respiraciones fueron volviéndose irregulares, sentía que le faltaba el aire... ¡por amor De Dios!. Corría a por el Central Park, su departamento estaba muy cerca de esta área, por lo que era algo muy práctico salir a caminar o correr en las mañanas.

Llegado un punto Pablo decidió detenerse y tomar un momento para bajar el ritmo y calmar sus respiraciones. Llámenlo azar, destino o una mala jugada de la vida, pero a los pocos metros de donde Pablo se detuvo, pudo ver a una linda familia jugando alegremente.

Eran, aparentemente, los padres y tres pequeños que estaban jugando tranquilamente, la más grande en una bicicleta, mientras que el único varón estaba juntando con unas burbujas y por último los padres tenían a una pequeña bebé en sus piernas, la chica la rebotaba en su piernas habiéndola reír y el chico les miraba con ternura.

<<Estúpida sensación de añoranza>>

[... Buenos Aires, Argentina...]

Apestar de que llevaba poco más de un mes encargándose de Cande sola en casa, aún no se adecuaba del todo a esa nueva rutina, buscaba maneras para acomodarse mejor, ya que tenía que hacer giras promocionales; prensa y esas cosas. Se la habría dejado a Pablo, pero el se había ido. No les pidió ir a despedirse, y no había llamado ni para ver a la pequeña Cande.

—Pero yo soy la boluda, soy la que pensó que estábamos formando algo bueno—se quejó de nueva cuenta con Sonia.

—Vos no sos boluda—dijo Sonia —Todos pensábamos que entre Pablo y vos iba a surgir algo sólido, digo, el te presentaba como la novia.

—Pues ya ves que "la novia" le valió para tres carajos, porque nunca me comentó del trabajo y ya de irme con él ni hablamos, pero eso sí, se puso de celoso porque lo intento con Marcos, es una tontería.—dijo Marizza —Además, deja vos que me llame a mi, no ha llamado a la bebé, ella lo extraña.

Sonia la observó un momento, aunque no quiso hablar y decir algo demás, sólo quiso ser atenta.

—Todos los días se queda en su sillita frente a la puerta, como esperando que él la atraviese y la cargue como cuando vivía con nosotras—comentó.—Si la llamara haría una gran diferencia.

—Haz tratado de llamarle vos? —preguntó la mujer.

—Un par de veces, pero o cambio de número, o lo agarro ocupado o es que ve mi número y me cuelga, de una —dijo Maritza.

—Se estaba instalando, adecuándose a todo por allá, tal vez había mucho trabajo—trató de explicar.

Marizza le encontró sentido a las palabras de su madre, así que, decidió hacer un intento más, porque era verdad que le pequeña Cande estaba mal desde que no veía a "su papá".

La joven sacó su teléfono y se dispuso a marcar al quien le ponía dar un número o al menos razones de Pablo.

—Tomas, necesito que me hagas un favor—pidió
—¿Qué pasa? ¿Estás mal? ¿Está mal la bebé? .
—Ambas estamos bien, no te preocupes. Necesito otra cosa
—Dale, decime
—¿Me podes dar el nuevo número de Pablo?
—¿Él no les ha llamado?.
—Si lo hubiera hecho no te lo pediría, ¿no crees?
—212890325670. Ese es
—Está bien, muchas gracias.

Luego de haber cortado la llamada la chica rápidamente fue por la pequeña que estaba enfrente a la entrada en su sillita, como últimamente se acostumbró, le levantó en brazos, la llevó hasta el sofá, la sentó en sus piernas y comenzó a acomodar sus pequeños cabellos rubios.

—¡No!—dijo la niña molesta, últimamente tenía mal genio. —No, ma!. —dio un manotazo.

Cande estaba próxima a cumplir dos años, por eso se preocupaba de que no hubiera hablado antes, pero desde que aprendió a decir Mamá y Papá, su vocabulario empezó a fluir con rapidez.

—Vamos a llamarme a tu papá, segura quieres que te vea así?—dijo Marizza a la bebé.

Los ojos de Cande se abrieron e iluminaron al escuchar la mención de su papá, lo extrañaba mucho. Empezó a pasar sus manitas por su pelo tal como sentía que su mami lo hacía. Sonia moría de ternura al ver a su hija y su nieta en esa faceta tan tierna.

—¿Lista?—preguntó Marizza

—¡Si!—dijo alegremente.

La chica comenzó a marcar el número que le indicaron.

[...]

Pablo ya había regresado de correr y se había metido a la ducha, justamente estaba con la toalla enroscada en la cintura cuando el celular en su mueble comenzó a sonar. Era un número que no tenía registrado, pero la lada era de Argentina.

Así que respondió.

—Hasta que respondes, nene!—reprendió Marizza
—¿Vos como tenés mi número, loca?
—Eso no importa. Te llamo sólo porque la nena te extraña.
—¡Papá!—gritó la pequeña alegremente.
Pablo aún no se acostumbraba a ser llamado así.
—¡Hola pequeña! ¿Cómo ha estado la princesa más hermosa?.
La pequeña Cande sonrió ante la pregunta de su padre.
—Estás muy grande , ¿ya dice más palabras?.
—Dice Mamá, "Papá", Agua y pelota.
—Es genial, me alegro.
Marizza se quedó en silencio un momento.
—Vamos Cande, mostrale a Papi lo que te enseñé!—hablo Sonia por primera vez.
—¡Hola Sonia!
—Hola Pablito, presta atención porque es hermoso!. Vamos Cande!
La pequeña miró directo a la cámara y lanzó un besito que Pablo fingió atrapar.
—Te extraño mucho, peque!.

Pablo sólo se percató de una sonrisa tierna en los labios de Marizza, tal ve el verlo con la niña le gustaba

[...]

En medio de la video llamada "familiar", Marizza recibió un mensaje de texto y gracias a la notificación pudo leerlo sin salirse de la conferencia.

"Mi amor, ¿podemos armar noche de películas hoy en tu casa? Sólo los tres"——Marcos 💜

Sintió que una boba sonrisa se le dibujaba y por más que quisiera responder inmediatamente el mensaje, no podía porque si lo hacía interrumpiría el momento de Cande con Pablo. Aunque ellos hayan acabado mal, Cande no tenía la culpa y no entendía, ella lo amaba y él a ella, eso sí no sé lo podía negar a nadie. Y si esos minutos de llamada habían feliz a la pequeña, bien valía el tardar un rato en responder a su novio.
































🥺🥺🥺🥺

Marizza y Marcos son oficialmente una pareja...




Pablo piensa que Marizza sonrió por su interacción con Candela, y ella mientras extraña horrores a su papi.

¿Que creen que pase ahora?

¡Se viene el cumple 2 de Candela!

La Vida Como La Conocemos(Pablizza).       [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora