La Vida Como La Conocemos(Pablizza). [SIN EDITAR]

Extra 5 [parte 1]

Cande no era capas de leer la expresión de ninguno de los adultos, así que no sabía si el hombre de pie frente a ellos era bueno o malo, amigo o enemigo de sus padres, por lo cuál vió apropiado escudar a su hermanito ella misma.

—¿Vos? —preguntó Pablo sorprendido.

—¿Marquitos?—preguntó Marizza.

El hombre simplemente mostró una sonrisa y asintió.

—Hola chicos, años sin verlos—dijo el hombre, quién Cande ahora sabía que se llamaba Marcos. Luego de eso sintió la mirada del hombre encima suyo —¿Ella es Cande, su beba?.

—Si, ella es. Ahora es muy grande, me hace sentir re vieja —mencionó la pelirroja.

—Pero como pasó el tiempo. Yo era su pediatra y ahora está tan grande—mencionó el rubio. —Además veo una nueva carita allí detrás.

Pablo se acercó hasta sus hijos y puso su mano en el hombro de Cande, como dándole permiso de dejar de proteger a su hermano. La niña hizo caso a la petición no verbal de su padre y se movió del frente De Santiago.

—Él es Santiago, es nuestro hijo —mencionó Pablo. —Santi, Cande, él es Marcos, él era... amigo nuestro hace años.

El pequeño rubio simplemente saludó tímidamente con la mano mientras trataba de sonreír.

—Dios mío, pero si es igualito a vos —le dijo Marcos a Pablo mientras examinaba la carita De Santiago. —Teniendo tan buenos genes que tomar de la madre.

En ese momento es que finalmente posa sus ojos en Marizza quién simplemente le sonríe cuando esté la abraza.

—Ay no, ¿vos estás embarazada de vuelta?—le preguntó emocionado—¿Viene otro pequeño?.

—Pequeña, está vez será una pequeña—respondió Marizza.

—Espero que salga como vos, amerita ver una mini Marizza, tan linda como la madre—dijo Marcos mientras la separaba del abrazo.

Pablo mentiría al decir que escuchar el comentario no se desorbitó un segundo, pero tardó sólo un poco en caer en que no era algo grosero y Marizza no parecía incómoda, así que no era malo que notaran lo linda que era ella.

—Gracias, nosotros también queremos que tenga algo en común físicamente conmigo, porque con Santiago parece que sólo agarré una foto de Pablo y la fotocopié. —dijo Marizza.

Cande un poco más confiada dado el tono familiar con el que sus padres le hablaban al hombre, se acercó a él.

—Hola, soy Candela Aguirre-Colucci, tengo 7 años—se presentó estirando su manita al hombre.

—Hola señorita, mucho gusto. Mi nombre es Marcos Aguilar y tengo.... varios años más que vos—le respondió el saludo. —Vos no me recuerdas porque eras muy pequeña, pero yo era tu doctor y hasta estuve en momentos icónicos de tu niñez, yo te vacunaba, yo estuve en tu fiesta de 3 años.

Marizza y Pablo se sintieron un poco culpables con el recuerdo de esa fiesta de tres años, ya que fue el lugar y momento en que se le ocurrió a Pablo declarar su amor a Marizza, siendo esta aún prometida de Marcos.

—Tenemos muchas cosas que charlar, han pasado años —dijo Pablo—¿Te gustaría ir a charlar a nuestra casa un día de estos?.

Marcos simplemente asintió.

—Lo qué pasa es que ahora vamos a elegir cosas para la habitación de nuestra pequeña y necesitamos mucho tiempo porque Cande es muy minuciosa—comentó Pablo.