La Vida Como La Conocemos(Pablizza). [SIN EDITAR]

Capitulo 85

Ya se encontraban en casa, más que conmocionados por la noticia que acaban de recibir, nueva su vida dio un giro total, nuevamente por las mismas fechas, sólo que esta vez para bien. Ahora no habían perdido a nadie, esta vez se enteraron que llegaría una nueva personita a sus vidas.

Todo el camino estuvieron callados, Pablo iba con mucho cuidado en la carretera pues sabía que en ese momento estaba más en la nubes que nunca y quería evitar accidentes.

Y cuando finalmente llegaron a casa, bajaron el auto y fueron dentro de la casa, sólo ahí ambos pudieron decir algo al fin.

—¡Vamos a ser papás!—dijo Pablo.

Marizza por su parte seguía con la prueba en la mano, como leyendo ese: "Positivo." Una y mil veces.

—¿Qué pasa, te sientes mal?—preguntó Pablo.

Él se acercó a ella y la rodeó con el brazo mientras ella se recargaba en él.

—¿Qué deberíamos hacer?—preguntó Pablo.

Comenzaron a caminar hacia
—No lo sé, nunca pensé este escenario—dijo Marizza.

—Esa no te la compro, vos siempre quisiste tener hijos, desde que éramos chiquitos, te escuché muchas veces hablar de nombres y todo. Onda entiendo que no lo imaginarás conmigo, pero de que lo imaginaste lo imaginaste —dijo Pablo.

—Todo el tiempo desde que comencé a comprender lo que sería ser mamá, siempre tenía el mismo tipo de escenario: Entéreme, y venir corriendo con ustedes tres y contarles que iban a tener un sobrinito o sobrinita nueva —dijo Marizza —Todos se emocionaba y me felicitaban, vos hacías una broma tipo;

—"En hora buena, ¿Quién habrá sido el valiente?"—Ejemplificó Pablo.

—Exacto—concordó Marizza—y luego no se, después de mil preguntas y sobresaltos de Mia, todos buscábamos como decirle a la familia. —Y ahora todo eso que tenía pensado no puede ser: Ellos no están más, vos no vas a hacer bromas porque sos el padre y ni de joda te pones contra vos mismo.

—¿No te agrada que sea yo?—preguntó él.

—No, no es de lo que hablaba. Amo que seas vos el padre de mi bebé. Solo me gustaría poder hablarlo con ellos o escuchar los otra vez —dijo ella notó que Pablo seguía algo cabizbajo. Colocó su mano en la mejilla de Pablo y lo hizo verla.—Amaría que nuestro bebé tenga tu corazón, que aunque vos creciste en un ambiente asqueroso, gracias a mi suegrito adorado y por casi un microsegundo cuando éramos más jóvenes pensé que te perdería, nunca dejaste que te consumiera por completo su veneno. Eres más fuerte de lo que piensas, Pablo.—Jalo a Pablo para fundirse en un beso y en un momento de separación agregó—Y que tenga tus ojos, porque Dios mío, vaya que van a servir para hechizar a la gente.

Pablo soltó una risita y luego volvió a iniciar el beso cómodamente. Se sumergieron bastante en su beso, en el cual se transmitía su felicidad y plenitud.

Ella comenzó a adentrar sus manos en la camisa de él y él procedió a hacer lo mismo, sintiendo raro porque aún había un poquito de gel del ultrasonido en su abdomen.

—Las caja—soltó ella de repente, se separó un poco de Pablo—Los CD's, quizá haya algo ahí.

Ambos se separaron y comenzaron a buscar sus cajas, esas que al menos Marizza, no habían visto en mucho tiempo. Dejaron ambas cajas en la mesa y empezaron a buscar.

—Dejaron algo que creo yo que va antes de encontrar el que sea por hijos—mencionó Pablo. —"Mira esto cuando te enamores" —leyó.—Lo veré como 15 años tarde, pero es que soy lento.

Marizza no pude evitar esbozar una sonrisa. Le estaba básicamente aceptando que la ama desde los 13 o 15 años.

—Ponlo—accedió.

Y Pablo así lo hizo, se puso de pie y colocó el video.

<<< Este comenzaba con Mia y Manuel sentados, como en todos los otros que habían visto, pero están vez sus ropas eran distintas.

—¡Hola!—saludaron ambos.

—Creo que si han puesto este CD, es porque muchas cosas buenas... y malas han pasado—dijo Mia.

—Malas, probablemente nosotros ya no estamos más con ustedes o estamos en una situación crítica y/o sin retorno—dijo Manuel.—Aunque también, quiere decir que...

Ambos se miraron un instante.

—¡Pablo Bustamante se ha enamorado! —dijeron ambos exagerando su emoción.

Pablo y Marizza no pudieron evitar reír por las ocurrencias de sus amigos, increíbles que después de su muerte siguieran encontrando maneras de alegrarles la vida.

—Y eso no es lo importante, sino que aparte de esto es que: ¡Acepto que está enamorado!. —agregó Mia—Eso es más raro que el hecho de que el en realidad lo sienta.

—Así que, en caso que lo esté viendo con su novia, su esposa o lo que sea—dijo Manuel—Amiga, déjame decirte que eres una chica especial, mira que lograr que el exteriorice emociones es... difícil.

Pablo atrajo a Marizza para abrazarla mientras daba un beso en su cabello y ella reía levemente.

—Ambos sabemos que aunque nosotros ya no estemos lo más seguro es que aún así no te hayas librado de la última de nuestra pequeña familia, Marizza, ella es nuestra otra amiga y muy seguramente siga en la vida de Pablo, de una u otra manera.

—Ella se encargara de dejar aún más en claro, aunque se haga la que no, los puntos que estamos por decirte:
•Pablo es un gran chico, muy a pesar de su carácter "especial", es realmente increíble.
•Es una persona muy entregada y si lograr llegar suficientemente profundo en él, mostrará un lado suyo que muy pocos tenemos el placer de conocer...
•Puede que se haga el duro, el que nada le duele o le puede, pero vas a necesitar ser un buen soporte para él y él lo será para ti.
•Aléjate de Sergio, créeme, no lo quieres conocer.

Marizza rió.

—Tarde, ya lo conozco y me odia—dijo ella. En este punto ambos contenían lágrimas por lo que estaban escuchando.

—Lo más importante es que, esperamos que seas consiente del gran ser humano que tienes a tu lado, porque él es un muy buen amigo, es un excelente tío y creo que en un futuro será un excelente padre.

En ese momento sale un Clip de Pablo jugando con Cande cuando está apenas gateaba.

—Ven pequeña, ven acá —decía.

—Uy, no tan rápido cande que vas a cansar a tu tío—dijo Marizza quien estaba sentada en el mismo sofá que se encuentran en ese momento con un cuaderno en las piernas.

—Vos ponente a componer y deja de hincharme—respondí el rubio molesto.

—No soportas ni una broma, vas mal, Bustamante. —comentó la chica.

—Ya chicos, tranquilos. —decía Mia

Y justo ahí terminaba el CD.

Marizza se acomodó un poco mejor y depositó un pequeño beso en los labios de Pablo.

—Nunca se me van a olvidar la cualidades que dijeron—mencionó— ¿Y sabes que es lo mejor?—preguntó.

Pablo se encogió en hombros.

—Que cada vez te encuentro más que añadir a la lista.

Ambos sonrieron el uno al otro.

—Nos faltan varios más.—dijo Pablo.

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Los CD's!!!