La Vida Como La Conocemos(Pablizza). [SIN EDITAR]

Extra 2

Todos estaban finalmente en la casa, en todo el trayecto de auto Cande no dijo una sola palabra, sólo se dedicó a observar callada, tratando de entender cada detalle de su familia.

—¿Cómo les fue hoy?—preguntó Marizza.

—¡Bien!—respondido Santi—Nos dejaron un dibujo y me salió muy lindo, eso dijo la maestra.

—Qué bueno mi vida!.—lo felicitó Marizza.

Pablo notó cierta expresión en Candé, como si estuviera incómoda o molesta.

—¿Pasa algo bebé? —preguntó él a la pequeña —¿Te fue mal en el colegio?

—Bien, supongo —dijo Cande—Me pidieron una "biografía" y pues la maestra me felicitó

—Eso es bueno, cariño!. —dijo Marizza.—¿Nos la quieres leer?.

Cande asintió.

—Necesito que vayan al colegio—Dijo Cande.

—¿Por qué? ¿Tuviste problemas?—preguntó Pablo.

El ambiente comenzó a estar algo tenso, así que Marizza y Pablo sintieron que era un tema para tocar sin Santiago.

—Santi, amor —le habló Marizza a su pequeño—¿Podes ir al patio a Jugar? Tenemos que tocar un tema con tu hermana.

Santiago asintió y salió en busca de su pelota para poder salir al patio unos instantes después. Entonces los adultos se sentaron en el sofá donde se encontraba la más pequeña.

—¿Qué pasó, Cande? ¿Te peleaste con alguien?—preguntó Marizza.

—No, es que hay un problema con unos datos míos —dijo la pequeña.

Los chicos ya sentían que era lo que podía estar pasando, temían muchísimo que ese día llegara, más que nada por la temprana edad en la que se encontraba Cande, pero finalmente tendrían que tener esa charla en algún momento.

—¿Qué datos están mal?—preguntó Pablo.

—Mi nombre está mal en las listas —dijo Cande.—Mis apellidos no concuerdan. Mi nombre está como...

—Candela Aguirre Colucci —dijo Pablo.

Cande se sorprendió al oír a su padre pronunciar el nombre que la maestra le había dicho, ya que no había forma en que él supiera del error.

—¿Por qué sale así?—preguntó Cande—¿Por qué el mío está mal y el de Santiago está bien?.

Pablo y Marizza sintieron su corazón romperse de a poco al saber que ese era el momento, que tendrían que explicarle un enredo a la pequeña de tan solo 7 años.

—Cande, primero que nada quiero que sepas que te amamos con todo el corazón —dijo Marizza con la voz quebrada.

—Lo sé, pero que tiene eso que ver con el error de la escuela—dijo Cande, su voz comenzaba a quebrarse también.

—No es un error del sistema, mi amor —admitió Pablo con un nudo en la garganta—Tu nombre es Candela Aguirre Colucci.

—No, no, mi nombre es Candela Bustamante Andrade, como el de Santiago—dijo la niña —Ustedes se apellidan así.

Marizza sintió una lágrima tratar de escapar de sus ojos.

—Cande, es un tema nada fácil de tocar—dijo Marizza.

—¡No sigan con sus misterios!—reprendió la pequeña. —Díganme lo que tengan que decir. Llevo todo el día pensando todo tipo de cosas.

Marizza compartió una mirada con Pablo, una que este entendió pues era algo que llevaban años temiendo y evitado, pero siendo consientes.